lunes, 8 de octubre de 2007

Porfirio Tamayá Jiménez el heroe de el ‘tamayazo’ contra Uruguay


El Deber
Eduardo Angulo toma la pelota , se la pasa a Ovido Messa y éste en una jugada veloz deja a dos jugadores uruguayos tendidos en el gramado y mete un pelotazo por la derecha hacia adelante y ‘Tamayá’ Jiménez, con un desmarque rápido y a unos dos metros fuera del área grande, le da al balón un tremendo ‘chutazo’ que le dobló las manos al arquero Rodolfo Rodríguez y se convirtió en el único gol de esa jornada, el 27 de febrero de 1977.
El árbitro brasileño Romualdo Arphi Filho con su mano derecha apuntó al centro del campo y el grito de Bo Bo Bo Li Li Li Via Via Via se escuchó al unísono desde las tribunas.
Fue una jugada muy bien concebida en el medio sector y culminada excelentemente por Tamayá a los tres minutos del segundo tiempo.
Era un partido de las eliminatorias para el Mundial de Argentina 78, que estuvo precedido de una amplia repercusión internacional. Uruguay venía de empatarle a Venezuela en Caracas 1 a 1 y necesitaba de un triunfo en suelo boliviano.
Más de 20 mil personas abarrotaban el estadio del club Bolívar, ubicado en la zona de Tembladerani de la ciudad de La Paz, debido a que el Hernando Siles estaba siendo acondicionado para los Juegos Bolivarianos de ese mismo año.
El combinado nacional era dirigido técnicamente por Wilfredo Camacho y Ramiro Blacut, quienes habían logrado armar un equipo que conjuncionaba fuerza y habilidad.
La selección estaba conformada por jugadores de calidad como Carlos Conrado Jiménez, Jorge Campos, Pablo Baldivieso, Jimmy Lima y Jorge Rimazza en la defensa. En el mediocampo estaban Eduardo Angulo, Carlos Aragonés y Ovido Messa, y la delantera con Calichín Morales, Tamayá Jiménez y Miguel Aguilar. Alternaban también Saucedo Landa, Édgar Pacho Góngora, Chichi Romero y Jesús Reynaldo.
Era, a decir de Tamayá, una selección de ‘grandes’, debido al tamaño y talento de la mayoría de sus jugadores.
Bolivia jugó el partido con velocidad y coraje y de ese modo venció a un rival que no se entregó nunca. Las opciones de gol fueron muchas en los dos tiempos, pero no pudieron ser concretadas, tanto por el combinado verde como por los ‘charrúas’.
Tras el gol de Tamayá, los uruguayos, que habían tenido un juego un tanto conservador hasta ese momento, se vieron obligados a un cambio de planes, adelantando sus líneas en procura de la igualdad.
Por momentos, el equipo boliviano decayó en su juego, lo que ocasionó la reacción de los uruguayos, que apuntalados por su mejor jugador, Juan Ramón Carrasco, fue llevando peligrosos ataques hasta la valla defendida por Carlos Conrado Jiménez.
Un potente remate de Carrasco fue desviado por el arquero boliviano; sin embargo, en los contragolpes los nacionales llevaron peligro sobre la valla adversaria, obligando al portero Rodríguez a intervenciones riesgosas.
Los últimos minutos fueron dramáticos, porque los uruguayos no se entregaron fácilmente.
En el minuto noventa, recuerda Porfirio, Fernando Morena, el legendario goleador uruguayo, se perdió un gol cantado, desviando su disparo de forma increíble, que casi echó por la borda todo lo trabajado en el partido.
El sábado comienzan las Eliminatorias para Sudáfrica 2010 y nos toca jugar con Uruguay en Montevideo... amalaya un ‘tamayazo’.

Perfil

Con su fútbol en la Mutual
Porfirio Jiménez Gómez nació en la población Palmar Chico, provincia Gran Chaco del departamento de Tarija, el 16 de febrero de 1953, en el hogar de los esposos Heriberto Giménez (+) y Teresa Gómez. Tiene cuatro hijos: Juan José -que también se destacó en el fútbol-, Susana, José María y Jimena. Actualmente es un asiduo jugador en la Mutual de ex Futbolistas

Dejó su sello de gol en varios clubes
Porfirio Tamayá Jiménez paseó su fútbol de garra, fuerza y goles por distintos equipos del país.
Empezó jugando a los 14 años en el equipo Irala, que jugaba en los campeonatos interbarrios. De ahí pasó, en 1970, a las filas de Real Santa Cruz en la primera A, que fue donde se dio a conocer en el fútbol grande. Fue campeón con la selección juvenil cruceña y de ahí pasó al combinado boliviano de la misma categoría que jugó un sudamericano.
En el equipo merengue estuvo hasta 1975, año en que, debido a sus buenas actuaciones, fue comprado por Guabirá, equipo con el que salió campeón, siendo el goleador y con el que participó en la Copa Libertadores frente a los equipos ecuatorianos. De su pasó por las filas azucareras recuerda a Adolfo Rocabado, Jorge Lladó, que como él eran chaqueños.
En 1977 fue traspasado a Oriente Petrolero, equipo con el que jugó otra vez la Libertadores, esta vez frente a Deportivo Cali y Nacional de Medellín.
Después pasó a Bolívar donde jugó cinco temporadas y se salió por una rotura de ligamentos. Pasó a Chaco Petrolero, luego a Aurora de Cochabamba y finalizó su carrera jugando tres partidos en Libertad de Santa Cruz en 1985.

Anécdotas y algo más

Un apodo de novela
Porfirio recuerda que su famoso sobrenombre le viene desde cuando tenía unos trece años de edad. Resulta que por la radio Grigotá, de don Daniel Arteaga, se emitía la novela, muy renombrada en ese tiempo, Infierno Verde, en la que el brujo, uno de los principales personajes, se llamaba Tamayá y a él sus amigos se lo pusieron.
Nada de fútbol
Llegó desde Palmar Chico hasta Santa Cruz sin saber ni prácticar el fútbol. Dice que todo lo aprendió aquí en Santa Cruz, en el barrio de El Trompillo, más propiamenteen la pista del aeropuerto, donde jugó con Choco Pecas, Pacho Flores, Ardaya, Arias y los maleteros de los aviones.
Manolo Otero
En el agasajo que se brindó a la selección en el hotel Sheraton estuvo el cantante español Manolo Otero, que le dedicó la canción Todo el tiempo del mundo a los jugadores y ahí calificó de ‘tamayazo’ el gol que marcó Porfirio.

Opinión

Inolvidable gol que pasó a la historia
Mario Roque C / Periodista
¡30 años...! y parece que fuera ayer. Las tribunas del
estadio Libertador Simón Bolívar del barrio paceño de Tembladerani casi se derrumbaron por ese formidable remate de Porfirio Jiménez, más conocido como ‘Tamayá’ por el mundo del fútbol. 1-0 ante Uruguay en las eliminatorias de la Copa del Mundo que se jugó en Argentina en 1978.
Ese seleccionado dirigido por Wilfredo Camacho tenía líneas equilibradas. Carlos Conrado Jiménez era el arquero que respaldaba al resto donde destacaban
Eduardo Angulo, el fallecido Pablo Baldivieso, Jimmy
Lima, Jaime Rimazza; los chaqueños Carlos Aragonés y Ovidio Messa eran los responsables del medio campo. Arriba Raúl Alberto Morales junto a Tamayá y Miguel Aguilar.
Con el correr del tiempo, uno evoca con nostalgia a
ese grupo que tuvo un excelente rendimiento ante
Uruguay y Venezuela con el 3-1 en el Brígido Iriarte
de Caracas.
Pero la FIFA nos tenía una carta escondida, era difícil el acceso directo al mundial de Argentina. Después vino el Mundialito en Cali donde Brasil y Perú nos encajaron 8 y 5 goles. Esas goleadas fueron el origen de la actual Liga Profesional del Fútbol Boliviano. Y de yapa fuimos derrotados en el repechaje con Hungría: caímos en Budapest y La Paz. Ah, y la noche que jugaron en el estadio Hernando Siles hubo la más grande asistencia de público que se recuerde en esa capital. Ese seleccionado terminó dirigido por el alemán Edward Virba.
Pero en lo que concierne al gol de Porfirio, ese día el estadio de Bolívar casi se derrumba. Se jugó en Tembladerani porque el estadio Hernando Siles del barrio de Miraflores estaba siendo remodelado para ser escenario de los Juegos Deportivos Bolivarianos de 1977.
Grato momento para evocar un gol que hizo historia,
por Bolivia y por Porfirio Jiménez.

1 comentario:

  1. Lo vi jugar a Tamaya Jimenez a por el 77, era de pura garra, fuerza y cuando se inspiraba brillaba con su gambeta, hubiese querido ver videos de el pero la tecnologia no era como hoy, de todos modos felicidades a Tamaya y adelante!!!

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