domingo, 24 de junio de 2007

Erwin Sánchez: Una vida que se inició en la 12 de Octubre

a vida de Erwin Sánchez ha sido de constante lucha. A sus 10 años fue becado a la Academia Tahuichi Aguilera. La abuela de Erwin era nana de Roly Aguilera, y un día de esos le contó que tenía un nieto que sólo pensaba en jugar al fútbol allá en al barrio 12 de Octubre, en Santa Cruz de la Sierra.

Y Roly aceptó gustoso, de contar con el nieto de una de las personas de su confianza. Sánchez hacía de las delicias de los hinchas del fútbol en la cancha de Nuevos Horizontes en su tradicional zona del centro de Santa Cruz, ubicado entre el tercer y cuarto anillo. Luego de destacar en la Tahuichi, dio sus primeros pasos en Destroyers, donde tras un par de temporadas con el trío de oro que compartió con Marco Antonio Etcheverry y Mauricio Ramos, dio el salto al club Bolívar, de la mano del dirigente Javier Ortuño, quien finiquitó su pase con Lorgio Blanco.

En 1990 dio el salto al fútbol europeo, cuando fue transferido al Benfica, donde estaba dirigiendo el sueco Sven Goran Eriksson, quien recomendó su contratación. Estuvo un año, hasta que en 1991 pasó al Estoril, donde luego de una temporada pasó al Boavista de Porto, donde tuvo una rutilante carrera que llegó a su punto más alto cuando en el año 2001 se coronó campeón de la mano de Jaime Pacheco. Luego le tocó dirigir al Boavista el año 2003, donde después de ocho meses, decidió retornar a Bolivia, a Oriente Petrolero donde concluyó su carrera como jugador.

lunes, 18 de junio de 2007

Conejo Arce premio Mayor 2006






El Conejo Arce Premio Mayor 2006 from Hugo Miranda on Vimeo
Un crack precoz

Trato de hacer sus jugadas en los entrenamientos para luego lucirme en los partidos. Quiero llegar a ser algún día como Juan Carlos Arce, que es un jugadorazo”, manifestó Andrés Morales, un niño de 11 años que admira y que sueña con tener éxito como su ídolo. Este delantero de la escuela de fútbol Milton Melgar no se cambiaba por nadie cuando, junto a otros 69 pequeños, ingresó al salón Pedro y Rosa acompañando al ‘Conejo’, ganador del Premio Mayor 2006.
Es que la emoción de los pequeños representantes de escuelas de fútbol y hogares de niños era única. Más aún cuando tuvieron la oportunidad de estar cerca del premiado para sacarse algunas fotos o pedirle autógrafos. A ellos no les importó que Arce estampara su firma en las poleras que EL DEBER les obsequió.
¿Y todo terminó con la culminación del acto? Claro que no, porque los niños se dieron modos para lograr otros autógrafos, esta vez con algunos de los integrantes de la selección nacional que estuvieron en la gala. Con la imagen del ‘Conejo’ levantando el Premio Mayor, los niños fueron abandonando uno a uno el salón, con el sueño de lograr algún día el galardón.

Opiniones

A. Fernández Esc. Adolfo Flores
“Compartir con Arce esta noche fue lo máximo. Siempre lo admiré”, manifestó el delantero de 13 años.

A. Morales Esc. Milton Melgar
“Fue especial estar al lado de mi ídolo. Algún día seré igual que él”, manifestó el atacante de 11 años.

A. Ruiz Esc. Adolfo Flores
“Es increíble la manera como encara y deja rivales en el camino. Se merecía el premio“, sostuvo el delantero de 16 años.

Fiesta infantil

Con el ‘conejo’ en el corazón
Estos niños se divirtieron mostrando orgullosos la imagen de Juan Carlos Arce impresa en sus poleras

Momento de deleitar el paladar
Los pequeños no sólo disfrutaron del espectáculo, sino también de unas ricas hamburguesas luego del acto

Participantes

Las Escuelas
El Semillero
Mauro Blanco
Milton Melgar
Torito García
Tahuichi
Adolfo Flores
Blooming
Oriente Petrolero

Los hogares
A. Padre Alfredo
Hombres Nuevos

Nota: es la segunda versión del Premio Mayor a la que asisten niños

Sus frases

“Los anteriores ganadores del Premio Mayor fueron mis grandes ídolos”

“Cuando era niño, siempre soñaba con cosas grandes, como este galardón”

Juan Carlos Arce / Ganador del Premio Mayor

El Deber

jueves, 14 de junio de 2007

JUAN CARLOS ARCE, EL CONEJO MEJOR JUGADOR 2006 DE BOLIVIA




Mirar atrás (a comienzo de los años 90) es motivo de nostalgia y melancolía para la familia Arce Justiniano, que recuerda los primeros pasos de Juan Carlos en el fútbol; claro, en aquella ocasión, en la cancha de tierra del barrio Oriental, en la zona noroeste de Santa Cruz de la Sierra. Ahí comenzó la carrera del ‘Conejo’, que tuvo el apoyo incondicional de personas que se encariñaron con él y que hoy son parte importante en su vida.
“No fue fácil”, dice doña Elia, mamá de Arce, al recordar que junto a su esposo, Carlos, se las veía negra para mantener a cuatro hijos pequeños (Juan Carlos, Paola, Aliana y Fernando). Como todo chico de hogar humilde, el ‘Conejo’, que era el mayor, ayudaba a sus padres vendiendo pan de arroz por la mañana. Pero en la tarde era sagrado jugar al fútbol, aunque muchas veces a escondidas de su madre, que quería que estudie.
“Lo mandaba a la venta a comprar y se me escapaba por horas. Cuando lo buscaba estaba pateando cuero. Eso me molestaba”, hace memoría doña Elia. Algún tiempo después se enteró de que su primogénito estaba entrenándose en la Tahuichi, gracias a la tía Chachi Rojas (esposa de su hermano), que pagaba el pasaje a diario para que Juan Carlos no falte a la Academia (en 1993). A sus ocho años ya tenía pasta de crack, así lo vio su primer técnico Ángel Justiniano. Pero no fue el primero que lo descubrió ya que su abuelo Juan Justiniano (padre de doña Elia) se deleitaba con las gambetas que realizaba su nieto en la canchita del barrio.
“Juan Carlos se levantaba temprano para acompañar a mi padre al mercado porque le invitaba un jugo”, rememora con tristeza la mamá. El abuelo murió en 1998 y lamentablemente no pudo ver a su nieto triunfar, aunque nunca tuvo dudas de que su ‘adulado’ destacaría en equipos grandes. Fue en la Tahuichi donde el ‘Conejo’ cosechó grandes amigos, entre ellos los hermanos Ariel y Lorgio Ribera, claves en su desarrollo como jugador. El padre de los Ribera, Wilson, se encariñó tanto con Juan Carlos que se lo llevaba a ‘vivir’ a su casa por la Mutualista, cada cierto tiempo. “Es como un hijo para nosotros”, dijo Wilson, que tiene el respeto de doña Elia que afirmó que “ellos (los Ribera) fueron clave para mi pequeño”.
Rodeado de cariño, llegaron los éxitos de Arce que ganó muchos títulos con la Tahuichi. La ‘fama’ del ‘Ratón’, como le decían antes de ‘Conejo’, despertó el interés en su madre, que a partir de ese momento no dudó en hacer todos los esfuerzos para que su hijo se meta de lleno al fútbol. “Desde entonces no me pierdo ningún programa deportivo y leo todos los diarios”, expresó Elia.
“Siempre creí que mi hijo iba a ser un buen jugador”, dijo papá Arce, que vive hace dos años en Inglaterra, desde donde tiene permanente contacto por teléfono con su primogénito, que está en Brasil.
Con el cariño de su gente la carrera de Arce fue en ascenso rápidamente. El delantero consiguió muchos éxitos en las categorías inferiores a nivel local, nacional e internacional. Sus buenas condiciones interesaron a Oriente, que lo contrató en 2003. El año pasado fue transferido a Corinthians de Brasil, donde ahora su vida es diferente. Atrás quedó la angustia por conseguir el pasaje diario.

Ídolo • El ‘Conejo’ , fue la figura en Oriente en 2005 y 2006

las frases

Siempre fue habilidoso. Recuerdo que jugaba con los mayores
Rudy Ribera Guzmán / Ex compañero en la Tahuichi

El Premio es algo muy importante para toda la familia
Elia Justiniano / Madre de Juan carlos

Un recuerdo

Anécdota con el ‘conejo’
Tras ascender con Calleja a la Primera A de la ACF en 2001, Don Wilson Ribera, padre de los amigos de Juan Carlos, le pidió al ‘Conejo’ (entonces con 16 años) que le firme una foto suya que salió en EL DEBER. “Le dije firmámela para que te acordés cuando seas un gran jugador y espero que no te agrandés. Él sonrió y firmó la foto que ahora la conservo en mi sala”, señaló don Wilson, que con su esposa, María del Rosario Guzmán, están orgullosos de haber sido parte de la vida de Juan Carlos.

Con Pelé • Juan Carlos tuvo la oportunidad de estrecharle la mano al ‘rey del fútbol’, Edson Arantes do Nascimento, en una gira de Tahuichi por Estados Unidos



jueves, 7 de junio de 2007

JUGADORES CONVOCADOS PARA LA COPA AMERICA 2007


Dentro de una semana, el jueves 14, la Selección nacional se concentrará en Santa Cruz para encarar la parte final de su preparación antes de asistir a la Copa América Venezuela 2007. Para la tarea fueron convocados 25 jugadores, de los cuales sólo 22 irán al certamen.

En la lista anunciada ayer por el técnico Erwin Sánchez y por la cúpula de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), casi no hay novedades; sólo la inclusión del joven zaguero de Bolívar, Luis Torrico.

Fuera de todo pronóstico, Torrico se ganó el llamado por sus buenas actuaciones en filas “celestes” en los últimos partidos, desde que reapareció tras dejar atrás una severa lesión, que incluso ameritó su intervención quirúrgica.

No hay más novedades, salvo que éstas sean el zaguero de Universitario, Pedro Zabala y el volante de Real Potosí, Darwin Peña.

Sánchez mantuvo la base de la anterior convocatoria, cuando Bolivia fue a jugar a Estados Unidos con República de Irlanda.

En la lista casi final para la Copa América no está Luis Gatty Ribeiro, de Real Potosí, que se perdió la oportunidad de volver a la Selección nacional más de dos años después, al no comparecer a la anterior citación junto con su compañero Edemir Rodríguez; en cambio, éste sí está.

Aparte de Ribeiro, Limbert Pizarro (San José), Diego Bengolea (Wilstermann) y Gustavo Pinedo (Cadiz, de España), tampoco fueron llamados.

En vez de ellos fueron citados: Ronald Raldes (Rosario Central, Argentina) Peña, Zabala (Universitario) y Torrico (Bolívar).

Si había quienes esperaban la convocatoria de Limberg Gutiérrez, se quedaron frustrados. El “Bomba” no está en la lista de “Platiní” y se perderá la Copa.

“Joselito (Vaca), Jhasmani (Campos), (Gonzalo) Galindo, son jugadores con los que hemos trabajado y que consideramos que están en condiciones de afrontar el torneo”, explicó Sánchez.

El técnico dijo que espera no haberse equivocado en la elección de los futbolistas. “En nuestro concepto pensamos que están los mejores”, sostuvo.

“Platiní” expresó su ilusión por hacer un buen papel en la Copa y también su tranquilidad “porque en este proceso estamos trabajando bien y de seguir así, batallando, y mejorando algunos detalles, creo que podemos llegar bien al certamen”.

“Queremos una Selección con personalidad, que sepa a lo que juega. A veces los resultados no acompañan, pero lo que debemos mostrar es una actitud y una mentalidad diferente, y en eso vamos a trabajar” en los 11 días que habrá antes de encarar el primer partido de la Copa, frente a Venezuela.

Los de afuera de entrada

Siete son los jugadores del exterior que han sido citados para la Copa América. Para el lunes se espera el arribo de Juan Manuel Peña, del Villarreal español; y de Jaime Moreno, del DC United de los Estados Unidos; mientras que Ronald Raldes (Rosario Central de Argentina), Lorgio Álvarez (Cerro Porteño de Paraguay) y Juan Carlos Arce (Corinthinas de Brasil), han anunciado su llegada para el martes.

Desde hace varios días trabajan en Santa Cruz Ronald García (Aris de Grecia) y Gualberto Mojica (Pazos Ferreira de Portugal).

En el caso de estos dos últimos, el coordinador Nacional de Selecciones, Carlos Aragonés, dijo que "como sus torneos ya han finalizado, trabajan al mando del profesor José Antonio Vaca", el preparador físico.

Con la totalidad de los jugadores que actúan en el exterior, la Federación Boliviana de Fútbol está haciendo prevalecer la norma FIFA, que obliga a la cesión de éstos “dos semanas antes del inicio del torneo".

Bolivia hará su debut en la Copa América el martes 26, cuando se enfrente al local Venezuela, en el cotejo inaugural del certamen.

La otra mirada

EXPLICACIÓN

Luis Gatty Ribeiro no fue citado para la nueva convocatoria de la Selección Nacional por una decisión técnica y no a raíz de los problemas que enfrentan a su club, Real Potosí, a Oriente y a la propia Federación Boliviana de Fútbol, que ha derivado en un proceso en instancias de los tribunales de justicia.

Carlos Chávez, presidente de la FBF, dijo que una cosa nada tiene que ver con la otra; de lo contrario, "ningún jugador de Real Potosí hubiera sido llamado”.

CUARTEL GENERAL

El hotel Yotaú de Santa Cruz ha sido elegido como el "cuartel general" de la Selección nacional, que el jueves 14 iniciará una nueva etapa de trabajo. Las prácticas se cumplirán en el estadio Tahuichi Aguilera y la cancha de Blooming.

VIAJE

La Selección Nacional viajará el jueves 21 a Venezuela. La partida se ha programado para las 08.40 directo a Caracas, donde está previsto arribar a las 17.30. Una hora después la delegación continuará el viaje hasta San Cristobal, sede del primer partido ante los venezolanos.

CONCENTRACIÓN

En San Cristobal, donde además de la selección anfitriona se enfrentará a Uruguay (el sábado 30), Bolivia ha elegido como lugar de concentración el hotel Castillo de la Fantasía y se entrenará en los predios de la Universidad de Los Andes (ULA).

El martes 3 de julio jugará con Perú, en Mérida.

PARAGUAY, EL ÚLTIMO

La selección paraguaya será el último rival del equipo de "Platiní" Sánchez antes de la Copa América. El partido, con el que se reeditará la disputa de la Copa Paz del Chaco, se jugará el miércoles 20 en el estadio Tahuichi Aguilera, de la capital oriental.

lunes, 4 de junio de 2007

Alejandro Chumacero: “Seguiré siendo el chico de los entretiempos”

El sueño de niño ha sido cumplido. Alejandro Sául Chumacero debutó en el fútbol profesional el sábado en filas de The Strongest, pero además lo hizo jugando bien y anotando un golazo. “No podía creer que hubiera convertido un gol. La verdad, la ilusión que tenía era jugar bien, pero no pasó por mi cabeza la idea de hacer un gol”.

En ese instante —cuenta— volvió a la realidad cuando todos sus compañeros se acercaron para abrazarlo y festejar la conquista. A ello se sumó que los hinchas también lo ovacionaron. Muchos seguramente recordaron las “maravillas” que hacía el “Choquito” cuando integraba las divisiones inferiores del club y jugaba en los entretiempos de los partidos del primer plantel. Entonces se dio cuenta de que todo era cierto.

Recordó que Wálter Flores “fue el que me dio el pase, no sé si fue posición adelantada, para mí que no fue, creo que fue un bonito gol. Estuve con los nervios fríos para avanzar un poco y rematar”.

Ayer contó que todos sus compañeros lo felicitaron, “también me dijeron que siga adelante y que siga metiendo las ganas que tengo para jugar”.

Tras la práctica dominical, a cada momento se cruzaba con sus compañeros y llegaban elogios de la mayoría de ellos. Hay mucha sinceridad en aquello, pero también un dejo de broma. “Chumacero, que jugadorazo que eres”, le dijo Mauricio Sahonero al abandonar el estadio de Achumani. Algo similar le gritó Julio César Hurtado, ubicado unos metros más allá.

Jaime Cardozo salió corriendo y mientras se acercaba al juvenil futbolista empezó a cantar: “Chumacero, Chumacero...”.

“Todas esas cosas me hacen sentir bien”. También comenta que el técnico Félix Berdeja le felicitó por su buena actuación. “Lo hizo delante de todos mis compañeros. Me dijo que hay que seguir adelante”.

Su sueño de niño, con el que varias veces se ilusionó cuando era chiquito, se cumplió.

Alejandro Saúl, que el 22 de abril cumplió 16 años, también contó que recibió elogios de parte de sus familiares. “Todos me felicitaron, me dijeron que les di mucha felicidad”.

Fueron al estadio para verlo su mamá Elizabeth, su papá Antonio, su esposa Joyce Roca, además de varios tíos y tías. “Estuvieron muchas personas que me conocen”.

Un momento especial que le tocó pasar fue cuando la hinchada “atigrada” empezó a corear su nombre, tras su gol, el segundo del “Tigre”, en el partido frente a la “U”. “Me sentí muy bien cuando la gente gritó mi nombre, muy reconfortado y con ganas de seguir jugando. Nunca tantas personas me alentaron y sentí mucha felicidad. Quiero agradecer a toda la gente”.

Recuerda que cuando integraba las divisiones inferiores del equipo y se gambeteaba a todos sus compañeros en los intermedios de los partidos oficiales, también los hinchas lo aplaudian, le gritaban cosas; pero lo del sábado “es insuperable”.

“Cuando entraba en el campo de juego me divertía y ahora que estoy acá no ha cambiado nada, soy el chico de los entretiempos y no pienso cambiar”.

Ahora que demostró sus condiciones en un partido oficial, espera seguir trabajando de la misma manera e incluso poniéndole más ganas. “Ojalá que el profesor siga confiando en mí para ocupar la plaza de sub-20, pero para eso tengo que poner mucho esfuerzo, mucho sacrificio, todo de mi parte, para estar entre los once mejores que entran en el campo de juego”.

Espera estar otra vez el jueves en el equipo, “tengo que seguir trabajando para que el ‘profe’ me escoja para viajar”.

A propósito, el técnico Félix Berdeja tuvo elogios para con el juvenil por su buena actuación.

“Es el sueño del niño, seguramente. Definitivamente ha hecho una gran partido, ha hecho un golazo, pero hay que cuidarlo, hay que ponerlo de a poco”.

Admitió que la intención es darle continuidad, “pero de a poco, porque todavía es muy joven”.

sábado, 2 de junio de 2007

ALEJANDRO CHUMACERO


Era como esos niños caídos del cielo para deleitar. De esas estrellas que alumbran una noche oscura. Agarraba la pelota, gambeteaba si quería a todo el equipo contrario. En cada toque suyo había una dosis de calidad. Era un chiquitín que en los intermedios de los partidos profesionales correteaba en la cancha y recogía aplausos de la tribuna que había ido a ver a los grandes, pero que se llenaba con lo que hacían los chicos.

Me comía equipos enteros”, dice, no con un dejo de soberbia, sino con la humildad de un gambetero travieso que aprendió a ser un showman con el balón.

Desde que tiene memoria es atigrado. Aprendió a querer a The Strongest y hoy en día, cuando han pasado unos cuantos años, no duda en afirmar que el “Tigre” es el equipo de sus amores.

Aquel choquito pequeño a quien muchos que fueron al fútbol aún deben recordar por lo que le vieron hacer con la pelota, hoy forma parte de la Primera de The Strongest, esperando una oportunidad para, en cualquier momento, saltar al ruedo.

Alejandro Saúl Chumacero Bracamonte está por cumplir 16 años, es paceño, de condiciones innatas para el fútbol. Dotado de técnica, elegante en el dominio y toque del balón. ¿El futbolista nace o se hace?. Él nació para ser futbolista. Su primer juguete fue una pelota.

“Mi papá siempre me regalaba una pelota. Provengo de una familia de escasos recursos, así que cada pelota que tenía la hacía durar”.

Desde sus tres años pateaba y jugaba al balón con los niños de su barrio. La calle Benigno Loza, de la zona de Alto Miraflores, fue su primera cancha, una vía empedrada y en curva. Ahí ya hacía las delicias de la gente.

Viendo su apego por el fútbol, su padre fue su mentor, entrenador, psicólogo, preparador físico, estratega de su juego y, por supuesto, también de su vida. Don Antonio Chumacero es un taxista que día a día se raja por mantener a su familia feliz, y cuyo máximo sueño es ver a su hijo futbolista profesional.

También su madre, la señora Elizabeth Bracamonte, lo apoya de manera incondicional. Siempre lo hizo. Nunca fallaba. Estaba presente en los partidos de 15 minutos en el estadio Hernando Siles y era la que lo llevaba a la escuela de fútbol.

“Mi padre fue un crack”, dice con orgullo Alejandro. Cuenta que don Antonio lo llevaba todas las noches a la plaza Villarroel, en donde muchos niños y jóvenes cada noche se entrenan por ser mejores. “Me enseñaba a patear tiros libres, tiros penales, a marcar y a hacer goles”.

Allí aprendió a hacer lo que mejor sabe, a gambetear. Su habilidad es tal que de chico era difícil quitarle el balón. Parecía que lo tenía atado a sus pies. Ni siquiera cuando jugaba con los más grandes, éstos podían quitárselo. Cuenta que su padre le ponía conos en el piso y él tenía que driblear a toda velocidad. Así aprendió.

Hoy, cuando el fútbol empieza a reclamarle apego al profesionalismo, su puesto oficial es de enganche o volante de creación.

“Me gusta la gambeta, el dribbling, la finta, el amague”. Además, pese a que es muy joven, maneja el lenguaje futbolístico a la perfección.

A sus siete años ingresó a la escuelita de fútbol Antonio Asbún de The Strongest, en la calle Yungas (“soy un agradecido con los entrenadores Víctor y Aldo Fuentes, con la secretaria Cecilia, y por supuesto con el presidente, Humberto Rojas”). A la par estudiaba en el Colegio Don Bosco, en El Prado, donde también jugaba.

“Siempre fui elegido como el mejor. Cada partido era mi examen, porque si no rendía bien, quería decir que no había aplicado mi entrenamiento, y mi papá me reprochaba”.

Para cada gol que metía tenía un festejo, besaba la camiseta y se abrazaba con sus compañeros. Regalaba sus goles a la hinchada y se ponía a festejar con ésta. “No puedo creer que alguien que hace un gol no lo festeje, si es lo más lindo del fútbol”.

Fue parte de casi todas las selecciones del colegio Don Bosco, hasta segundo de secundaria (2006). En este tradicional establecimiento católico, fue elegido durante cinco gestiones consecutivas Rey del Deporte.

En la fiesta de gala le armaban un carruaje al que él se subía y le ponían escoltas por los costados. Avanzaba y a su paso se extendía la alfombra roja. Así era el tributo al deportista más destacado de todo el establecimiento. Este homenaje le permitía encender la antorcha para inaugurar los juegos estudiantiles del establecimiento. Agradece a su profesor de educación física, Wálter Aguilar, a quien le guarda un profundo cariño.

Después de pasar por todas las categorías menores del club The Strongest (donde tuvo como uno de sus entrenadores a Uber Acosta) fue llamado a Primera. Un día, aquel “10” que también marcó época en el “Tigre”, el argentino Sergio Óscar Luna, asumió la dirección técnica, lo vio jugando y lo llevó a practicar con el primer plantel.

“Fue una hermosa sensación, no lo podía creer, se cumplía mi sueño de estar en Primera...”. Nunca olvida que tuvo como compañeros a Sandro Cohelo, Paz García, Líder Paz, entre otros. “Los recuerdo porque me apoyaban y me daban consejos”.

Los primeros entrenamientos fueron duros. Como es un gambetero por naturaleza, recibía “leña”. Con el tiempo ha ido aprendiendo. Hoy le piden que suelte más el balón, que haga las cosas simples y sencillas, y que juegue para el equipo.

Está aprendiendo lo que es ir al choque, a pararse fuerte, a saber enfrentar al rival con inteligencia. “Ya no tengo miedo de chocar con nadie, me puedo defender”.

La Primera le cambió su vida porque se trata de un trabajo más exigente y disciplinado. Le tiene un enorme agradecimiento a Pablo Escobar, quien no sólo le aconseja cómo debe jugar, sino que “jamás olvidaré que un día me regaló (dinero) para mi movilidad. Es un tipazo”.

Gasta todos los días 10 bolivianos en movilidad, pues tiene que transportarse desde su casa, cerca de la plaza Villarroel, hasta Achumani. Suma y hace cuentas: en 31 días son 310 bolivianos. Hace unas semanas firmó su contrato con The Strongest por un sueldo mensual de apenas 400 bolivianos. Es decir, no gana ni un salario mínimo (Bs 550).

“Necesito para mis vendas, mis medias, mis tenis y demás indumentaria deportiva”. Hoy vive para el fútbol, y no ve al fútbol para vivir.

También agradece a Wílder Arévalo, Gonzalo Galindo, Mauricio Sahonero. “Me comprenden y me guían”.

Tiene fe ciega en que en cualquier momento llegará su oportunidad de jugar un partido en la Liga. Sabe que Eduardo Villegas, el actual DT “atigrado”, confía en él —”se lo agradezco porque es importante saber que uno tiene apoyo”— y que en el momento preciso lo pondrá en el equipo.

“¿Sabes cuál es mi mayor sueño? Consagrarme un día campeón con el ‘Tigre’ de toda mi vida”.

Feliz día del padre

La vida le deparó una alegría a este todavía muchachito. Hace un mes y medio nació su hijo, de nombre Miguel Alejandro. Un bebé choquito y “atigrado” como el papá.

Su pareja es Joyce Roca Humérez (16), y ambos, aunque muy jóvenes, son muy felices con su primogénito.

Los abuelos, por supuesto, no lo esperaban. Pero le dan gracias a Dios porque ahora tienen otra razón para seguir adelante: un nietito que riega alegría en la casa.

“Nos salió un hijo muy apresurado: futbolista desde muy chiquito, bailarín desde pequeño y ahora papá. Ley de la vida”, bromea uno de los papás del jugador stronguista.

Chumacero sueña con que su hijo también sea futbolista. “Soy el hombre más feliz con mi hijo. Yo tampoco lo esperaba, pero ahora tengo a alguien por quién luchar. Es la razón de mi vida...”.
Debuta en Primera a los 16 años un 2 de junio de 2007 convirtiendo un gol frente a Universitario de Sucre