lunes, 21 de enero de 2008

Gualberto Mojica


Hasta junio tendrá Gualberto Mojica para demostrarse y demostrarle a la gente que sigue siendo el gran jugador que deslumbró con su juego en 2005, llevando a Blooming a conseguir su cuarto título en la Liga. El volante quiere dejar atrás un año y medio, en el que no tuvo continuidad en el Ecomax, de Rumania, ni en el Pacos Ferreira, de Portugal. Además, pretende cambiar las críticas de su actuación en la selección, por elogios. El jugador, que se formó en la academia Tahuichi y que a los 18 años debutó en Wilstermann (2001), aclaró que Erwin Sánchez no es su representante como algunos piensan y que se ‘peleó’ con la prensa porque las críticas afectaron a su familia. Consciente de que su regreso al fútbol boliviano es un paso atrás en su carrera, tiene confianza de que en junio volverá a emigrar.

- ¿Cuál es la sensación de volver a jugar en el país después de un año y medio fuera?
- La verdad que nunca se me pasó por la cabeza regresar al fútbol boliviano, pero las circunstancias de la vida me ponen de nuevo acá para recuperar mi mejor forma y poder jugar, que en este momento es lo que más quiero.

- ¿Fue difícil tomar la decisión de volver a Bolivia?
- No estaba muy convencido de aceptar las ofertas para jugar en el país, porque hay muchas dificultades en nuestro fútbol y en los clubes, y yo vengo de estar un año y medio fuera, donde todo es distinto. Por eso era complicado regresar, pero luego pensé en el aspecto futbolístico y la verdad que no quedaban muchas opciones.

- ¿Regresar al país es un paso atrás en tu carrera?
- Sí, es un paso atrás, pero para tomar impulso y para pensar con claridad. Estos seis meses (que dura su contrato) voy a aprovechar al máximo y disfrutaré jugando. Espero que cuando termine el torneo tenga mucha felicidad y que haya valido la pena el paso atrás que di.

- ¿Te pusiste a pensar por qué no te fue bien en el exterior, tal vez te arrepentís de alguna decisión que tomaste en su momento?
- No me arrepiento de nada. Cuando decidí irme a jugar fuera (julio de 2006) fue porque sentía que era el momento adecuado y porque estaba atravesando mi mejor fútbol, y pienso que en el Ecomax no supieron aprovechar eso. Venía de tener dos años (2004 y 2005) de continuidad y de gran nivel.
- En ese momento la parte económica pesó para que hubieras decidido firmar en el Ecomax, dejando de lado una vitrina como la de Argentina, ¿si aparece otra oportunidad seguirá pesando el dinero?
- La parte económica es importante y uno espera que las dos cosas vengan juntas, pero en este momento te digo con firmeza que aceptaría la mejor oportunidad futbolística, que me permita demostrar todo lo que sé.

- ¿Qué te dejó lo que viviste?
- Aprendí mucho, abrí mi mente y entendí que el fútbol es totalmente diferente al que se juega en Bolivia, en muchas cosas, pero también descubrí que al futbolista boliviano lo valoran muy poco.

- ¿Crees que el hecho de ser boliviano incidió en algo?
- No quiero buscar excusas. Tampoco voy a decir que fui menospreciado en los clubes del exterior, pero todos sabemos que si hay un argentino o un brasileño le dan más importancia, por los logros que han tenido sus países en el fútbol. Lo que está claro es que el futbolista boliviano también puede adaptarse a cualquier fútbol, porque tiene deseos de triunfar y de ganarse un espacio.

- ¿Cómo es el fútbol rumano?
- Es más físico y monótono en el juego, siempre lo mismo, jugadas por las bandas para lanzar centros aéreos, nada que ver con el fútbol sudamericano con la pelota sobre el piso. Yo siempre insistí con tener el balón a ras del piso, porque es difícil que te adaptes cuando el juego es al pelotazo. Pero a medida que pasó el tiempo asimilé, sobre todo la velocidad que se emplea.

- Pero entonces, ¿por qué no tuviste continuidad en Ecomax?
- Creo que porque era muy joven (tenía 21 años). Aún así en la primera parte jugué cinco partidos de titular y luego siempre alternaba, al técnico Dorinel Munteanu le gustaba como jugaba, pero todo cambió cuando fue destituido. En su reemplazo llegó el italiano Crhistiano Bergori y a partir de ahí no jugué más.

- Te fuiste a Portugal y se pensó que ahí podías tener más continuidad, pero no fue así, ¿qué pasó?
- A Pacos Ferreira llegué cuando el equipo ya estaba armado, venía jugando bien y obteniendo buenos resultados que lo mantenían de mitad de tabla hacía arriba, peleando un cupo para la Copa Uefa, y generalmente en Europa cuando un equipo está consolidado es difícil que haya cambios. Fui para llenar los espacios que faltaban, pero no jugaba, a pesar de que el técnico José Motta hablaba bien de mí.

- A pesar del mal momento que pasabas, todos en Bolivia esperaban ver en la selección al Mojica de Blooming 2005, pero hasta el momento tu paso por la verde no ha sido bueno, ¿a qué se debe?
- Es simple, fue producto de no haber tenido continuidad en mi equipo y además de la ansiedad que tenía por jugar por mi país. Pero siempre venía a la selección con muchas ganas y en los entrenamientos daba el cien por cien. Los que fueron a ver las prácticas son testigos de que estaba primero en todo, por eso es que Erwin confiaba en mí y me incluía en el equipo.

- Se habló de que Erwin Sánchez es tu empresario, ¿es cierto?
- Siempre le voy a agradecer a Erwin por haberme presentado a los empresarios (portugueses) que pudieron hacer la transferencia a Rumania, cuando aún no era técnico de la selección. La relación que tengo con Platiní es la misma de amistad que él tiene con todos los jugadores convocados. Mucha gente del periodismo habló cosas que no eran ciertas y que me afectaron.

- Pero vos te enfrentaste a toda la prensa y te negaste a dar declaraciones, ¿por qué fuiste tan radical?
- Acepto que me critiquen, pero que sea de manera profesional y objetiva, porque cuando lo hacen con maldad duele mucho. Mi familia sufrió demasiado en esos momentos de habladurías, sobre todo mi padre y mi madre, que no tienen nada que ver, pero lo sintieron. Uno puede aguantarlo, pero cuando se meten con tu familia es difícil.

- ¿Crees que la presión de la prensa y de la gente incidió para que no seas titular en los dos últimos partidos de las eliminatorias?
- Pienso que no, porque Erwin Sánchez tiene personalidad y lo demostró en las convocatorias, nadie le impuso algún jugador. Él siempre dice que no le debe nada a nadie y yo digo lo mismo, porque siempre luché para conseguir objetivos, y cada vez que me convoquen voy a estar, le pese a quien le pese. El que quiera que critique, pero voy a seguir poniéndole el hombro a mi país y al entrenador de Bolivia.

- ¿Sos del pensamiento de que hay jugadores para la selección y otros para los equipos?
- En Bolivia no podemos darnos el lujo de decir si hay o no jugadores de selección porque no hay mucho que escoger, como se da en Brasil y en Argentina, que tienen miles. Creo que en la selección están los mejores elementos y toda la gente sabe quiénes son los que destacan dentro del país y los que lo hacen fuera.

- ¿De qué tipo sos?
- Yo tuve la capacidad de jugar afuera, de ser campeón con Blooming, entonces cómo no voy a estar listo para jugar en la selección. Además, siempre defendí la camiseta nacional desde las categorías menores. Yo soy de selección y el que diga lo contrario, problema suyo.

- ¿Qué pensabas luego de jugar un partido con la Selección en el cual no habías respondido?
- Yo me analizaba y era consciente de lo bueno y lo malo que hacía y también entendía que la gente esperaba mucho más de algunos jugadores como yo, que de otros. Dejé todo, que no hayan dudas de eso, lo que pasa es que a veces las cosas no salen como uno quiere.

- ¿Te sentís en deuda con tu actuación en el equipo nacional?
- Sí, pero conmigo. Yo entiendo que la gente tiene derecho a decir si lo hago bien o mal, pero creo que la satisfacción de un futbolista es darse cuenta de que está dando todo para hacer lo correcto.

- ¿La crítica hacia vos fue un motivo más para quedarte?
- Todo suma. Quiero demostrar que están equivocados porque sé lo que puedo dar al equipo que me contrate y también a la selección.

- En el nuevo ciclo de Mojica en Blooming la hinchada celeste se ilusiona, pero hay personas que se preguntan si verán al mismo ‘gran’ jugador y capitán de 2004 y 2005...
- Por ahí no, la gente espera que sea el mismo, pero tal vez seré mucho más de lo que fui, porque el año y medio que estuve fuera maduré como persona y como futbolista. Hace una semana que empecé a entrenar, pero tengo unas ganas grandes de jugar, porque hace mucho que no lo hago continuamente. Sé que voy a disfrutar.

- En su momento se dijo que el nivel físico de los ‘legionarios’ era superior al de los jugadores del fútbol local, ¿vos te sentís mejor en ese aspecto?
- Sí, y no es que en otros países se entrene de otra manera, es la misma, pero allá te exigen mucha velocidad y agilidad mental. A eso se suma las ganas de cada jugador por ganarse un lugar y mostrarse para luego ser fichado por un equipo grande. Son esos aspectos que te hacen trabajar intensamente.

- Oriente y Blooming entraron en ‘guerra’ por contratarte, ¿por qué te decidiste por la academia?
- Fue una decisión difícil, porque Oriente me hizo una buena oferta y Blooming no hacía el esfuerzo necesario, entonces me tomé un tiempo para analizar con mi familia y luego la dirigencia celeste se pronunció. Creo que si Blooming no se hubiera esforzado ya estaría en Oriente.

- ¿Después de junio saldrás otra vez al exterior?
- No quiero adelantarme a nada, porque falta un torneo y muchas cosas pueden pasar. Tengo que ir paso a paso, disfrutando de jugar y haciendo las cosas bien. Si consigo lograr mis metas en este tiempo estoy seguro de que las oportunidades llegarán.

Gery Zurita Mustafá
Hasta junio tendrá Gualberto Mojica para demostrarse y demostrarle a la gente que sigue siendo el gran jugador que deslumbró con su juego en 2005, llevando a Blooming a conseguir su cuarto título en la Liga. El volante quiere dejar atrás un año y medio, en el que no tuvo continuidad en el Ecomax, de Rumania, ni en el Pacos Ferreira, de Portugal. Además, pretende cambiar las críticas de su actuación en la selección, por elogios. El jugador, que se formó en la academia Tahuichi y que a los 18 años debutó en Wilstermann (2001), aclaró que Erwin Sánchez no es su representante como algunos piensan y que se ‘peleó’ con la prensa porque las críticas afectaron a su familia. Consciente de que su regreso al fútbol boliviano es un paso atrás en su carrera, tiene confianza de que en junio volverá a emigrar.

- ¿Cuál es la sensación de volver a jugar en el país después de un año y medio fuera?
- La verdad que nunca se me pasó por la cabeza regresar al fútbol boliviano, pero las circunstancias de la vida me ponen de nuevo acá para recuperar mi mejor forma y poder jugar, que en este momento es lo que más quiero.

- ¿Fue difícil tomar la decisión de volver a Bolivia?
- No estaba muy convencido de aceptar las ofertas para jugar en el país, porque hay muchas dificultades en nuestro fútbol y en los clubes, y yo vengo de estar un año y medio fuera, donde todo es distinto. Por eso era complicado regresar, pero luego pensé en el aspecto futbolístico y la verdad que no quedaban muchas opciones.

- ¿Regresar al país es un paso atrás en tu carrera?
- Sí, es un paso atrás, pero para tomar impulso y para pensar con claridad. Estos seis meses (que dura su contrato) voy a aprovechar al máximo y disfrutaré jugando. Espero que cuando termine el torneo tenga mucha felicidad y que haya valido la pena el paso atrás que di.

- ¿Te pusiste a pensar por qué no te fue bien en el exterior, tal vez te arrepentís de alguna decisión que tomaste en su momento?
- No me arrepiento de nada. Cuando decidí irme a jugar fuera (julio de 2006) fue porque sentía que era el momento adecuado y porque estaba atravesando mi mejor fútbol, y pienso que en el Ecomax no supieron aprovechar eso. Venía de tener dos años (2004 y 2005) de continuidad y de gran nivel.
- En ese momento la parte económica pesó para que hubieras decidido firmar en el Ecomax, dejando de lado una vitrina como la de Argentina, ¿si aparece otra oportunidad seguirá pesando el dinero?
- La parte económica es importante y uno espera que las dos cosas vengan juntas, pero en este momento te digo con firmeza que aceptaría la mejor oportunidad futbolística, que me permita demostrar todo lo que sé.

- ¿Qué te dejó lo que viviste?
- Aprendí mucho, abrí mi mente y entendí que el fútbol es totalmente diferente al que se juega en Bolivia, en muchas cosas, pero también descubrí que al futbolista boliviano lo valoran muy poco.

- ¿Crees que el hecho de ser boliviano incidió en algo?
- No quiero buscar excusas. Tampoco voy a decir que fui menospreciado en los clubes del exterior, pero todos sabemos que si hay un argentino o un brasileño le dan más importancia, por los logros que han tenido sus países en el fútbol. Lo que está claro es que el futbolista boliviano también puede adaptarse a cualquier fútbol, porque tiene deseos de triunfar y de ganarse un espacio.

- ¿Cómo es el fútbol rumano?
- Es más físico y monótono en el juego, siempre lo mismo, jugadas por las bandas para lanzar centros aéreos, nada que ver con el fútbol sudamericano con la pelota sobre el piso. Yo siempre insistí con tener el balón a ras del piso, porque es difícil que te adaptes cuando el juego es al pelotazo. Pero a medida que pasó el tiempo asimilé, sobre todo la velocidad que se emplea.

- Pero entonces, ¿por qué no tuviste continuidad en Ecomax?
- Creo que porque era muy joven (tenía 21 años). Aún así en la primera parte jugué cinco partidos de titular y luego siempre alternaba, al técnico Dorinel Munteanu le gustaba como jugaba, pero todo cambió cuando fue destituido. En su reemplazo llegó el italiano Crhistiano Bergori y a partir de ahí no jugué más.

- Te fuiste a Portugal y se pensó que ahí podías tener más continuidad, pero no fue así, ¿qué pasó?
- A Pacos Ferreira llegué cuando el equipo ya estaba armado, venía jugando bien y obteniendo buenos resultados que lo mantenían de mitad de tabla hacía arriba, peleando un cupo para la Copa Uefa, y generalmente en Europa cuando un equipo está consolidado es difícil que haya cambios. Fui para llenar los espacios que faltaban, pero no jugaba, a pesar de que el técnico José Motta hablaba bien de mí.

- A pesar del mal momento que pasabas, todos en Bolivia esperaban ver en la selección al Mojica de Blooming 2005, pero hasta el momento tu paso por la verde no ha sido bueno, ¿a qué se debe?
- Es simple, fue producto de no haber tenido continuidad en mi equipo y además de la ansiedad que tenía por jugar por mi país. Pero siempre venía a la selección con muchas ganas y en los entrenamientos daba el cien por cien. Los que fueron a ver las prácticas son testigos de que estaba primero en todo, por eso es que Erwin confiaba en mí y me incluía en el equipo.

- Se habló de que Erwin Sánchez es tu empresario, ¿es cierto?
- Siempre le voy a agradecer a Erwin por haberme presentado a los empresarios (portugueses) que pudieron hacer la transferencia a Rumania, cuando aún no era técnico de la selección. La relación que tengo con Platiní es la misma de amistad que él tiene con todos los jugadores convocados. Mucha gente del periodismo habló cosas que no eran ciertas y que me afectaron.

- Pero vos te enfrentaste a toda la prensa y te negaste a dar declaraciones, ¿por qué fuiste tan radical?
- Acepto que me critiquen, pero que sea de manera profesional y objetiva, porque cuando lo hacen con maldad duele mucho. Mi familia sufrió demasiado en esos momentos de habladurías, sobre todo mi padre y mi madre, que no tienen nada que ver, pero lo sintieron. Uno puede aguantarlo, pero cuando se meten con tu familia es difícil.

- ¿Crees que la presión de la prensa y de la gente incidió para que no seas titular en los dos últimos partidos de las eliminatorias?
- Pienso que no, porque Erwin Sánchez tiene personalidad y lo demostró en las convocatorias, nadie le impuso algún jugador. Él siempre dice que no le debe nada a nadie y yo digo lo mismo, porque siempre luché para conseguir objetivos, y cada vez que me convoquen voy a estar, le pese a quien le pese. El que quiera que critique, pero voy a seguir poniéndole el hombro a mi país y al entrenador de Bolivia.

- ¿Sos del pensamiento de que hay jugadores para la selección y otros para los equipos?
- En Bolivia no podemos darnos el lujo de decir si hay o no jugadores de selección porque no hay mucho que escoger, como se da en Brasil y en Argentina, que tienen miles. Creo que en la selección están los mejores elementos y toda la gente sabe quiénes son los que destacan dentro del país y los que lo hacen fuera.

- ¿De qué tipo sos?
- Yo tuve la capacidad de jugar afuera, de ser campeón con Blooming, entonces cómo no voy a estar listo para jugar en la selección. Además, siempre defendí la camiseta nacional desde las categorías menores. Yo soy de selección y el que diga lo contrario, problema suyo.

- ¿Qué pensabas luego de jugar un partido con la Selección en el cual no habías respondido?
- Yo me analizaba y era consciente de lo bueno y lo malo que hacía y también entendía que la gente esperaba mucho más de algunos jugadores como yo, que de otros. Dejé todo, que no hayan dudas de eso, lo que pasa es que a veces las cosas no salen como uno quiere.

- ¿Te sentís en deuda con tu actuación en el equipo nacional?
- Sí, pero conmigo. Yo entiendo que la gente tiene derecho a decir si lo hago bien o mal, pero creo que la satisfacción de un futbolista es darse cuenta de que está dando todo para hacer lo correcto.

- ¿La crítica hacia vos fue un motivo más para quedarte?
- Todo suma. Quiero demostrar que están equivocados porque sé lo que puedo dar al equipo que me contrate y también a la selección.

- En el nuevo ciclo de Mojica en Blooming la hinchada celeste se ilusiona, pero hay personas que se preguntan si verán al mismo ‘gran’ jugador y capitán de 2004 y 2005...
- Por ahí no, la gente espera que sea el mismo, pero tal vez seré mucho más de lo que fui, porque el año y medio que estuve fuera maduré como persona y como futbolista. Hace una semana que empecé a entrenar, pero tengo unas ganas grandes de jugar, porque hace mucho que no lo hago continuamente. Sé que voy a disfrutar.

- En su momento se dijo que el nivel físico de los ‘legionarios’ era superior al de los jugadores del fútbol local, ¿vos te sentís mejor en ese aspecto?
- Sí, y no es que en otros países se entrene de otra manera, es la misma, pero allá te exigen mucha velocidad y agilidad mental. A eso se suma las ganas de cada jugador por ganarse un lugar y mostrarse para luego ser fichado por un equipo grande. Son esos aspectos que te hacen trabajar intensamente.

- Oriente y Blooming entraron en ‘guerra’ por contratarte, ¿por qué te decidiste por la academia?
- Fue una decisión difícil, porque Oriente me hizo una buena oferta y Blooming no hacía el esfuerzo necesario, entonces me tomé un tiempo para analizar con mi familia y luego la dirigencia celeste se pronunció. Creo que si Blooming no se hubiera esforzado ya estaría en Oriente.

- ¿Después de junio saldrás otra vez al exterior?
- No quiero adelantarme a nada, porque falta un torneo y muchas cosas pueden pasar. Tengo que ir paso a paso, disfrutando de jugar y haciendo las cosas bien. Si consigo lograr mis metas en este tiempo estoy seguro de que las oportunidades llegarán.

Sus frases

“Nunca se me pasó por la cabeza regresar a jugar en Bolivia, pero la verdad no quedaban muchas opciones”

“Erwin Sánchez no es mi representante. Él me presentó a los empresarios portugueses que me transfirieron”

“Me siento en deuda con la selección, pero más conmigo y no por la gente, porque siempre puse mi mejor esfuerzo”

“Acepto que me critiquen, pero no con maldad como lo hicieron algunos. Mi familia sufrió mucho por eso”

Perfil

Gualberto Mojica
Nació en Santa Cruz, el 7 de octubre de 1984 y desde los ocho años se formó en la Academia Tahuichi Aguilera. En 2001 fue transferido a Wilstermann, equipo en el que debutó en la Liga (ese mismo año) de la mano del técnico Ovidio Messa. Estuvo en el equipo aviador hasta 2003. Un año después Blooming lo contrató y compró su pase en $us 100.000. A mediados de 2006 fue vendido al Ecomax, de Rumania, que lo prestó a Paços Ferreira, el primer semestre de 2007. Luego volvió a la academia celeste.

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