lunes, 10 de septiembre de 2012

Carlos Arias ‘Doy gracias por ser un privilegiado’



Carlos Arias está de regreso en el fútbol boliviano. Se había marchado de Bolívar en 2010, sancionado por una agresión al árbitro Iván Gamboa. Estuvo en Israel (Maccabi Netanya entre 2010 y 2011) y luego en España (Córdoba, de 2011 a 2012). Tras varias semanas sin saber nada acerca de su futuro, y con el riesgo inminente de quedarse ‘colgado’ esta temporada, apareció Oriente Petrolero y lo ‘rescató’.

No es un detalle menor, porque el golero entrará en la historia por vestir las camisetas de los cuatro equipos más grandes del país.

— ¿Qué sensación siente al llegar a Oriente?

— La verdad, primero doy gracias a Dios por ser un privilegiado, porque voy a tener la oportunidad de jugar en otro club de los denominados grandes del país. Anteriormente tuve esa satisfacción en La Paz jugando en The Strongest y Bolívar; en Santa Cruz defendí a Blooming y ahora me toca ser arquero de Oriente, por lo que me siento contento.

— ¿Cómo han sido los primeros días con sus nuevos compañeros?

— Sinceramente me di cuenta de que me falta en la parte física, porque estuve tres meses inactivo, así que me está costando un poco, estoy sintiendo las cargas; pero es normal porque hace una semana recién comencé a trabajar. En todo caso, estoy convencido de que con el transcurrir de los entrenamientos voy a agarrar ritmo, por eso estoy trabajando a full.

— ¿Será un objetivo volver a la selección?

— Le escuché a Carlos Lampe (Bolívar) decir que con el retorno de Daniel Vaca (The Strongest) y Carlos Arias la lucha por llegar a la selección será más dura y creo que tiene mucha razón. Vamos a pelear el puesto o al menos por estar en la convocatoria. Somos cinco goleros con opciones y sólo hay espacio para tres, lo que creo que es muy positivo para el técnico mismo, porque cuando hay competitividad la tendencia es a mejorar. En el fútbol es sana la competencia entre compañeros.

— ¿A un mes de jugar contra Perú y Uruguay cree que puede volver al seleccionado?

— Todo va a depender de si juego rápido en Oriente. Si es así creo que tendría posibilidades; pero si no vuelvo a jugar pronto, tengo que ser consciente y saber que no voy a tener muchas opciones. Eso es normal, el arquero que no está jugando es muy difícil que pueda ser llamado, peor ahora para mí, a mis 32 años.

— ¿Y cómo está a sus 32?

— Me siento como si tuviera 20, aunque con gran madurez, y asumí con mucha responsabilidad este regreso al fútbol boliviano, consciente de que debo ser de los pocos jugadores que tienen el privilegio de estar en los clubes más grandes de nuestro fútbol.

— ¿Ve a Oriente con posibilidades?

— Oriente está acomodándose al desarrollo del campeonato. A pesar de estar invicto sólo ganó un cotejo, lo que obliga a recuperar esas unidades perdidas en casa. Como visitante creo que va a dar pelea porque se ve que el equipo tiene llegada. Hay que mejorar el aspecto de definición.

— ¿Cuánto va a servir su experiencia para buscar ser titular?

— Bueno, la experiencia juega, es un factor importante, pero no determinante. Aprendí que hay que competir por un lugar y con Sebastián Britos (el otro arquero) competiremos sanamente por el puesto y seguramente el técnico decidirá quién será el que ataje.

— ¿Cómo regresa al fútbol boliviano?

— Estoy tranquilo, ahora ya sé que voy a jugar, que estoy habilitado y que la incertidumbre ha quedado atrás. Tengo la tranquilidad mental como para continuar en el fútbol y, sobre todo, cuento con el apoyo de mi familia, que también halló paz porque sabe que nos quedaremos en el país.

— ¿Cómo encuentra al fútbol boliviano?

— Tiene que cambiar, pero éste es un proceso, no es de la noche a la mañana. Seguimos en los últimos lugares en el contexto internacional y para cambiar eso se debe realizar un trabajo organizado y planificado en divisiones inferiores: desde los cuidados, la alimentación, la parte táctica, trabajando de verdad como lo hacen los otros países. Por ejemplo, en España, cada arquero tiene su preparador personal. En divisiones inferiores hay que organizar torneos competitivos y no como sucede hoy, con clubes que ni siquiera se presentan a jugar en esos campeonatos porque saben que no son serios. Así se relega a niños y jóvenes.

— ¿Aparecieron nuevos arqueros?

— Hasta ahora seguimos los mismos. Los únicos que aparecieron son Carlos Lampe y Romel Quiñónez, que vienen en la última camada y seguramente serán titulares a futuro en la selección. Pero el surgimiento de nuevos futbolistas es con trabajo, con escuelas especializadas o con gente capacitada. En Bolivia, sólo los equipos profesionales tienen preparador de arqueros, no hay esos profesores para las divisiones inferiores y así no puede haber surgimiento.

— ¿Usted se dedicaría a formar arqueros?

— Sinceramente, eso es lo que quiero, transmitir todo lo que he aprendido. Lo pondré en práctica cuando llegue el momento, quiero contribuir de alguna manera al crecimiento de nuestro fútbol.


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