lunes, 17 de septiembre de 2012

Soliz se hizo futbolista en la calle



Nelvin Soliz se identifica plenamente con el Tigre. Se hizo jugador profesional en The Strongest y hoy por hoy es una de las figuras del club, con un vertiginoso ascenso. Tarijeño. Nació, creció y dio sus primeros pasos en el fútbol jugando en su barrio, allá en su tierra natal. Todo eso pulió cuando llegó a Achumani. “No fui a la escuela de fútbol porque me gustaba más jugar que entrenar. Tiempo después (ya como futbolista de The Strongest) aprendí la importancia de lo que es trabajar en las prácticas”.

Juega desde que tiene uso de razón. Cada noche iba a la cancha junto con sus primos y amigos; eso sí, sin descuidar las ta-reas del colegio. “En algunos casos me escapaba de mi mamá, porque ella pensaba que me distraía y no me daba el tiempo para acabar las cosas que me pedía que hiciera. Aunque luego ella me castigaba por desobediente”.

Le pedía a su hermano que organizara partidos para que él y sus primos jugaran. Desde los diez años compitió de torneo en torneo y tampoco faltaba a los desafíos del barrio. “Mi equipo se llamaba Brasil, porque nuestras poleras eran de ese color (amarillo). Nos gustaba ese equipo, el color, el nombre y jugué así muchos campeonatos”.

Aunque aún era chico, él era quien guiaba a su equipo, pero además se ocupaba de otras cosas: por ejemplo, compraba las poleras, se encargaba de las tarjetas, las inscripciones y hasta de los desafíos. Las calles del barrio San Jorge II fueron testigos mudos del nacimiento de uno de los jugadores referentes e identificados con The Strongest.

“La verdad es que me gustaba mucho el fútbol, por eso los domingos era habitual estar en la cancha y el resto de los días hacía lo imposible por jugar por las noches. Gran parte de mi aprendizaje lo hice en la calle, casi todo lo aprendí con los amigos”.

Tuvo temor de fracasar cuando llegó a La Paz, pero con el apoyo familiar y su empeño, logró quedarse. “Además estaba la frase de mi hermano, que me dijo: ‘donde quiera que vayas vas a triunfar’. Llegué a Achumani y me encontré al lado de jugadores a quienes veía en la tele. Estar en The Strongest, club al que estoy agradecido porque me dio la chance, es un progreso importante en mi vida”.

Llegó al Tigre a prueba, la superó y fue directo al primer plantel. Rubén Deleva, que en junio de 2006 era el gerente técnico, le vio condiciones y le hizo quedar. Todo fue rápido. El debut esperado tampoco tardó, fue el 22 de agosto de 2006, cuando el Tigre superó a Destroyers en La Paz.

“Recuerdo que me felicitaron, porque vieron que me fue bien. Corrí, corrí, corrí y eso les agradó. Yo estaba bien físicamente y eso me ayudó. Me sentí feliz, agradecí a Dios y hasta lloré de emoción. Mis familiares me llamaron al día siguiente, porque dicen que hasta en la misa del barrio habló el padre Luis, quien dijo que estaba orgulloso de que un chico de ahí hubiese debutado”.

A esta altura de la vida, cuando lleva apenas un trecho recorrido en el fútbol, ya es bicam-peón con The Strongest. “ La verdad que no hubo nada mejor que salir campeón con el Tigre. Yo soy hincha de este club. Pasión, amor y devoción, además de compromiso con el club, son muy grandes”.

Ya llegará el turno de ir a la Selección

Pendiente

No le obsesiona la selección, espera algún rato tener su oportunidad. “Está ahí, yo sé que puede llegar en algún momento”.

Amigo

Su mejor amigo y un hermano en filas atigradas, es Alejandro Chumacero. “Nos propusimos luchar por llegar lejos, no nos vamos a conformar”. También recuerda a Isaías Dury y Diego Bejarano.

En lotes

Soliz cuenta que cuando a él y sus amigos no les dejaban jugar en la calle, buscaban lotes vacíos donde improvisar una cancha de fútbol.

Ciclón

De niño era hincha de Ciclón, pese a que jugó en Independiente, que es el clásico rival de los albicelestes en la capital tarijeña.

Su hermano Rolando fue su DT personal en su tierra Tarija

Su hermano mayor Rolando Soliz, un zaguero que jugó a nivel profesional en Unión Central a principios de 2000, fue quien le inculcó a Nelvin las bases del fútbol y lo perfilo hacia el profesionalismo. “Aprendí la picardía de los partidos en la calle, dominar el balón, encarar al rival, saber tocar y pisar. Mi hermano me entrenaba y repasaba conmigo casi todo para mejorar muchas cosas, como pararme en la cancha, rematar con derecha, con la zurda y otros detalles”.

Soliz viene de una familia futbolera, porque su padre jugó al fútbol asociacionista en Tarija e incluso llegó a torneos de Argentina. “No tuve la opción de ver jugar a mi padre, pero mis tíos me cuentan que era muy bueno. De quien recuerdo un poco es de mi hermano mayor”.

Es el más antiguo del plantel

Lleva en el primer plantel seis años y meses, es uno de los jugadores más antiguos de la actual plantilla, junto con Alejandro Chumacero, el otro atigrado referente que desde muy “cachorro” se hizo en el club.

Dice que él sigue siendo el mismo de siempre, trata de cumplir su trabajo de la mejor manera, llegar en hora a las prácticas, entrenarse a fondo y jugar a conciencia los partidos.Considera que hasta el momento alcanzó cuatro hitos: los dos títulos nacionales y su participación primero en Copa Sudamericana y después en la Libertadores.

“La final en Sucre y después el último choque en Oruro del anterior torneo fueron los partidos que más recuerdo por lo que significaron y nos dieron; tampoco olvido aquél con Olimpia, la vez que jugué en Asunción, cuando fue mi debut internacional”. Aún está en su mente el haber enfrentado y ganado al Santos brasileño. “Estar frente a Neymar fue algo bonito y me motiva para seguir adelante”.



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