A pesar de llevar tres eliminatorias a cuesta y estar con 32 años, el defensor de Colón de Santa Fe tiene cuerda para defender al país, pero pide que todos los involucrados hagan algo para salir del pozo y dar condiciones a los jóvenes que vienen por detrás, aunque para Raldes la selección es para los mejores, sin importar la edad.
¿Cómo te vas tras otro fracaso de la selección?
Amargado, pero sobre todo preocupado. Esta situación me viene pasando hace más de 10 años, en los que venimos padeciendo y tropezando con los mismos problemas. Cada cuatro años comienza un nuevo proceso y te ilusionás, pero cuando termina te devuelven a la realidad, las carencias y deficiencias que tiene nuestro fútbol. Lo único que te queda es seguir mirando de frente y trabajar, con la esperanza de que algún día esto cambie, que los nuevos jugadores puedan conseguir cosas que nosotros no pudimos.
¿Por qué somos inferiores al resto de las selecciones?
Son muchos los factores. No tenemos buena base en las divisiones inferiores, algo que es importante para cualquier jugador, hablo de tener buena nutrición cuando son chicos. Acá, en nuestro país, esa etapa la saltamos, porque los clubes comienzan a agarrar a chicos de 18 o 19 años y esos siete u ocho años que perdiste no se pueden recuperar en dos o tres.
Ojalá que estos chicos que vienen dando sus primeros pasos en la selección mejoren individualmente en la parte física para que ellos puedan compensar el tema físico a nivel internacional, ya que ese es un déficit que tenemos cuando enfrentamos a rivales de otro nivel.
¿En qué sentido hay que trabajar?
Hay que planificar para las próximas eliminatorias. A los jóvenes que están apareciendo hay que mejorarles las condiciones de trabajo, en sus clubes y en la selección. Se tiene que jugar partidos amistosos internacionales. Dejemos de buscar culpables y trabajemos de una vez, eso va para mí, como jugador, y puede llegarle hasta el presidente del país, Evo Morales, el de la FBF, Carlos Chávez, y a los periodistas también. Sabemos que como bolivianos estamos cansados de ilusionarnos y frustrarnos siempre.
¿Dolió mucho ver un Hernando Siles casi vacío?
Es doloroso, porque cuando uno entra a la cancha lo primero que ve son las tribunas llenas de gente, banderas flameando y el apoyo con cánticos y eso te motiva, además, en La Paz siempre hemos tenido gran respaldo de la gente; sin embargo, también es entendible que los hinchas estén mal porque su selección no ha conseguido buenos resultados.
¿La dirigencia tiene culpa?
Todos, no solo ellos. Es el momento de sentarse y analizar lo que uno dio, cada quien en la función que cumple. Por ahí todos, dirigentes, jugadores, periodistas e hinchas dieron el máximo de su potencial, pero lo cierto es que no alcanzó, algo pasó en el camino que no permitió lograr objetivos. Yo puse el cien por ciento como jugador y no alcanzó, en algo fallé y eso debo ponerme a pensar para que no se vuelva a repetir. Esta situación de mea culpa la hicimos todos los seleccionados, así que ojalá que todos los que están inmersos en el fútbol nacional también lo hagan para empezar a trabajar de una vez en lo que viene y no dejar pasar el tiempo.
¿Qué conclusión haces del rendimiento de la selección en estas eliminatorias?
Pienso que jugamos mejor de visitante, aunque no conseguimos buenos resultados, pero en cuestión de rendimiento fue superior al que mostramos en condición de local. Eso es porque nosotros tenemos jugadores que marcan la diferencia en el llano porque militan en el exterior, en cambio eso no se pudo ver en la altura.
En su momento dijiste que los que juegan en la altura, tienen que marcar la diferencia...
Y lo sostengo, porque ellos viven, se entrenan y juegan ahí, pero también está el rival que se prepara bien y contrarresta a los que deben marcar la diferencia en nuestra selección. Uno espera que los que son figuras en el torneo local lo sean en las eliminatorias, pero eso es difícil.
¿Por qué te quejaste de la cancha del Siles?
Era inevitable, porque el estado del campo de juego no es ideal para jugar partidos internacionales y tampoco para los encuentros de la Liga. Pero no solo yo me quejé, también lo hizo el técnico nuestro y los visitantes. El problema es que el profesor nos pide que pongamos dinámica y precisión y eso es difícil cuando la cancha no es buena.
¿Te molesta que la prensa te pregunte seguido sobre tu retiro de la Verde?
No, recién cumplí 32 años y no he pensado en mi retiro del fútbol profesional, obviamente que el tema de la selección es aparte, porque es el técnico el que decidirá a quiénes convoca y si yo estoy en condiciones de aportar algo. Sé que esta profesión es corta y que el recambio se dará por naturaleza, es más, en los últimos tres o cuatro partidos se están viendo las caras nuevas.
¿Qué pensás del famoso recambio en la selección?
Soy de los que piensa que en la selección tienen que estar los mejores, no importa la edad. Por ejemplo, Hernán Boyero se naturalizó y se fue a jugar a Argentina donde le está yendo muy bien; y escuché que lo querían traer para la selección, pero es por su buen momento, no es por su edad, porque él tiene más de 30 años. Entonces, deben estar los que destacan en sus clubes, porque de esa manera se aportará.
¿Cómo te caen las declaraciones de los que piden un cambio radical de jóvenes por los ‘viejos’?
Vivimos en un país libre de opinión y cualquiera puede hacerlo. No es fácil, uno escucha a personas que creen que el fútbol es agarrar un chico que va por la calle y ponerle la camiseta, y no es así. A ese chico hay que alimentarlo bien y prepararlo y darle condiciones para que pueda enfrentar a rivales que se forman bien.
¿Da bronca no poder sacar ventaja de la altura?
Es una ventaja, no podemos negar eso. La altura hace que los rivales disminuyan su capacidad futbolística, pero lo preocupante es que no estamos sacando provecho de ese tema, mientras ellos han trabajado de manera científica para poder contrarrestar la altura y hacer frente en mejores condiciones. Chile, Paraguay, Venezuela y Argentina se preparan en cámaras hiperbáricas, además fortalecen el tema táctico con sistemas defensivos, con ocho o nueve jugadores defendiendo y con dos volantes o delanteros rápidos que te liquidan.
¿Es frustrante para los legionarios no cumplir el sueño de ir a un Mundial?
Es durísimo. A mi familia le dije que uno de los motivos por el cual quería seguir jugando fuera del país es porque soñaba con clasificar al Mundial de Brasil, porque había un cupo más y uno no sabe si la edad le alcanzará en definitiva, pero las cosas no se dieron y eso es triste. Van tres eliminatorias que llevo jugando y ver que no cumpliste el sueño de niño te deja por los suelos, pero ojalá que los chicos que vienen por detrás puedan cumplirlo.
¿Para la selección tenés cuerda?
Todavía no terminaron estas eliminatorias y falta mucho para que comiencen las próximas, por lo que ahora es muy pronto para hablar si estaré o no. No me voy a poner tiempo para eso, porque la selección fue lo mejor que me pasó, como lo es para cualquier futbolista, jugar para tu país es una vitrina en la cual te ven en todo el mundo, así que siempre que esté en buenas condiciones y el técnico me necesite, estaré a disposición.
¿Qué consejos le han dado los experimentados a los jóvenes?
Para empezar, ellos saben que el camino que tienen es largo, porque recién empieza, pero deben ser conscientes de que tienen que darse íntegros en el trabajo, sobre todo, de su físico, que es la principal carencia porque por una cuestión de biotipo, somos flaquitos, enanos, y esas cosas hay que contrarrestarlas con un trabajo a conciencia, dando el cien por cien en los entrenamientos y fuera de ellos también. No tiene nada de malo que trabajés en tu club y después te acostumbrés a ir al gimnasio por tu cuenta, eso ayudará a mejorar considerablemente. Los chicos deben pensar que el fútbol les va a cambiar la vida a ellos y a su familia, pero para eso hay que dejar todo e invertir un poco en uno mismo como jugador, porque tienen que aspirar en jugar fuera del país.
¿Qué pensás de que la selección no tenga ni siquiera una cancha propia para entrenarse?
Es una lástima, es la única en Sudamérica que no tiene un lugar propio para trabajar, no solo para la selección absoluta, sino también para la sub 15, sub 18 y las demás. Por eso cuando hablo de condiciones de trabajo, no me refiero a que le den mejor trato económico, hablo de que haya infraestructura, alimentación y esas cosas.
¿Qué tan importante ha sido Azkargorta?
Es un buen profesional y una gran persona, lástima que no le hayan dado las condiciones, como también no se la dieron a Erwin Sánchez y Gustavo Quinteros. Destaco de ellos que son trabajadores, pero nos les alcanzó, al igual que a nosotros, porque es muy difícil agarrar la selección y peor aún para los que vienen a hacerse cargo en la mitad de una eliminatoria y de paso deben hacer recambios.
No has sido titular en los últimos partidos de tu equipo, Colón, ¿será difícil recuperar tu puesto?
En mi club tengo que volver a entrenar duro, porque después de que estuve con la selección ante Venezuela (para el amistoso) perdí mi lugar y ahora hay que luchar para jugar, que es lo que uno siempre busca.
En Colón tenés contrato hasta la mitad del próximo año ¿lo vas a cumplir?
No sé, primero hay que ver cómo nos va hasta fin de este año y después nos sentaremos para analizar muchas cosas, sobre todo familiares, y después tomaremos una decisión que consideremos la mejor.
¿Estás presionado por la familia para volver a jugar en el país?
Lo que pasa es que ya son muchos años jugando fuera del país y hay momentos en que la familia te pide algunas cosas que se deben analizar porque no es un tema fácil, ya que esta es la profesión de uno.
Cada año que pasa se acerca el final ¿qué harás al retirarte del fútbol?
Técnico no voy a ser, no me llama la atención. Dirigente puede ser, quiero aportar con ideas, ya que mi experiencia en otros países me permitió conocer muchas cosas que acá faltan para mejorar el fútbol
EL PERFIL
Siempre fue un líder en la defensa
FECHA DE NACIMIENTO 20-04- 1981
EDAD 32 años
El defensor cruceño, comenzó su carrera profesional en Destroyers en 1998; luego de un par de temporadas pasó a Oriente Petrolero, equipo en el que se convirtió rápidamente en un referente, gracias a sus buenas condiciones. En 2003 fue transferido a Rosario Central, donde rayó a gran nivel hasta 2008. Luego jugó en Al-Hilal, de Arabia; Cruz Azul, de México, y Maccabi Tel Aviv, de Israel. Desde 2010 milita en Colón de Santa Fe (contrato hasta 2014). Tiene más de 70 partidos con la selección.
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