viernes, 11 de abril de 2014

Sergio Rogelio Castillo Arce: el boliviano que Guabirá repatrió para el fútbol



Su infancia y su juventud las pasó siempre jugando con un balón de fútbol en su natal Ledesma, provincia de Jujuy en Argentina. En los partidos en su barrio también participaban Ariel Burrito Ortega —que llegó a ser famoso en River Plate y el seleccionado argentino— y Pedro Guiberguis —un talentoso que en Bolivia jugó en Wilstermann y Bolívar—.

Guabirá trajo a Sergio Castillo a nuestro fútbol y el trámite para que jugara como boliviano fue sencillo, pues aunque nació en Argentina, sus padres eran bolivianos, tarijeños, aunque de muy jóvenes decidieron establecerse en el norte argentino en procura de hallar un mejor destino.

Era un volante mixto, de marca recia y de generación ofensiva. Visión y habilidad no le faltaban. Dice que era un jugador temperamental y que ponía mucha garra para defender la camiseta de sus equipos. “Me gustaba quitar el balón, no lo daba por perdido nunca, pero también tenía técnica, porque en el fútbol a quién no le gusta ir al ataque y hacer goles”.

Esas cualidades le ayudaron para mostrarse en Guabirá en 1995 gracias a los contactos que le hizo un amigo con el técnico Juan Carlos Carotti, quien dirigió al montereño ese año.Luego dio el salto a clubes considerados más grandes como The Strongest, Oriente y Wilstermann, y llegó a la selección en la que estuvo entre 1996 y 2001.

“El logro más importante en mi carrera como futbolista es el subcampeonato de la Copa América realizada en Bolivia (1997). Estar al lado de jugadores de talla le ponían a uno nervioso”. Advierte que el nivel ha bajado mucho respecto a lo que se mostraba en los tiempos en los que estuvo en las canchas. “Incluso eso se nota en Argentina”.

Un par de lesiones en el comienzo de 2005 le obligaron al retirarse. “Era una cuestión grave y dije ‘hasta aquí nomás’, debía ser inteligente, porque si seguía en el fútbol no iba a ser el mismo, no iba a rendir de la misma manera”.

Le ayudó a tomar la decisión una comparación de sus tiempos con los actores: “El futbolista es como un actor de teatro, en cada obra debe dar lo mejor de sí. Para mí hubiera sido fácil arreglar un contrato, no jugar y cobrar”. Se hizo hincha de Guabirá y dice que se siente triste por la situación del club en el torneo; sin embargo, también es optimista porque podrá mantener la categoría.

“Fue el club que me abrió las puertas al fútbol boliviano, me cobijó cuando llegué a Bolivia, jugué Copa Libertadores de América con él y la gente me recuerda bien por el aporte que hice”. Hoy vive en su Ledesma natal, donde emprendió una actividad personal vinculada al transporte de productos refrigerados hacia el interior de Argentina y a Bolivia.

No ha dejado por completo el fútbol, los fines de semana participa en un torneo de veteranos en el que también juega Guiberguis. Además está ligado a una escuela formativa y piensa mandar jóvenes a probar suerte en el país.

Perfil

Nombre: Sergio Rogelio Castillo Arce nació en Ledesma, Jujuy, el 26 de septiembre de 1970.

Familia: Su esposa es Soledad Rueda y tienen tres hijos: Sergio Emanuel, Soledad y Thiago.

Trayectoria: En Argentina jugó en Atlético Ledesma y Talleres de Córdoba. En Bolivia, en Guabirá, The Strongest, Oriente y Wilstermann.

Ocupación: Es propietario de una empresa de transporte de sustancias refrigeradas.


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