lunes, 22 de septiembre de 2014

Murió Saucedo Landa, figura de los 70



A los 63 años de edad, el sábado falleció en su natal Santa Cruz, Arturo Saucedo Landa. Fue uno de los notables jugadores bolivianos de la década de los años 70. Destacó en Oriente Petrolero y también en la selección nacional. En julio del año pasado sufrió un derrame cerebral. Desde entonces jugó el último partido de su vida.

Mauricio Saucedo, su hijo —también su “hechura” en el fútbol—, hizo dos goles para Universitario, el campeón boliviano, precisamente el sábado por la tarde-noche. Con el segundo de su cuenta le dio la victoria a su equipo sobre Petrolero, por la sexta jornada del torneo Apertura de la Liga. Sin pensarlo, homenajeó así a su padre, que horas después se fue.

Saucedo Landa fue un habilidoso puntero derecho. Más allá de Oriente, siempre se lo va a recordar, sobre todo, con la camiseta de aquella selección boliviana que en 1977 disputó las eliminatorias mundialistas y eliminó en primera fase nada más y nada menos que a Uruguay en un grupo que también compartía con Venezuela, aunque después cayó catastróficamente en la liguilla de Cali (Colombia), frente a Brasil y Perú.

Hace tres años, cuando cumplió 60 (nació el 4 de julio de 1951), él mismo recordó, en una entrevista concedida a Marcas de La Razón, cómo era jugando. “Era un puntero derecho hábil, rápido y de movimientos en todo el frente del área adversaria. Manejaba las dos piernas, tenía buena gambeta”. Los que lo vieron dicen que era difícil frenarlo.

Tuvo una trayectoria no muy larga en el fútbol, sin embargo valiosa y exitosa. Su estilo de juego hizo que en algún momento le llamaran “el Garrincha boliviano”. Algo tenía de ese gran ídolo del fútbol brasileño.

Saucedo Landa solo jugó en clubes de Santa Cruz y en la selección boliviana. Hizo una carrera de pocos años hasta que se cansó. Alguna vez contó que estuvo a punto de firmar con Bolívar. Con el entonces presidente Mario Mercado ya tenía todo arreglado, sin embargo, se truncó.

Empezó su carrera en Real Santa Cruz, pero llegó al profesionalismo con La Bélgica, que en esa época pagó por él una “fortuna”: 120.000 dólares (por esa transacción le llamaban “el camba caro”).

Luego fue prestado a Universidad, y más adelante llegó a Oriente Petrolero, el club de sus amores, con el que logro más éxitos. También jugó en Blooming, donde finalmente terminó su carrera futbolística.

Fue fundador de la Academia Escuela del Oriente, donde se dedicó a formar jugadores. Ahí se inició su hijo Mauricio, considerado hoy uno de los mejores mediocampistas del país, lo que alguna vez Saucedo Landa soñó y pudo hacerlo realidad.

Fue uno de los atacantes de la gran selección nacional de 1977

La cúspide de su carrera como futbolista fue cuando integró la selección nacional de 1977, aquella que dio el campanazo eliminando a Uruguay del Mundial de Argentina 1978.Bolivia ganó el grupo que compartía, además, con Venezuela, pero en la Liguilla de Cali ya no pudo frente a Brasil y Perú, y tampoco luego contra Hungría en el repechaje. Fue la vez que el país se ilusionó fuerte con la clasificación de la selección nacional al Mundial.

Una canción —“Defendé Bolivia, defendé el Mundial”— homenajeaba a los jugadores de entonces, entre ellos Arturo Saucedo Landa, “Tamayá” Jiménez, Meza, Aragonés, Angulo, Morales, Jimy Lima y Aguilar; Baldivieso, Campos, Saucedo además, Carlitos Jiménez, nuestro arquero y capitán”, cantaba la gente.

Llegó a la selección en 1972. Disputó un partido durante las eliminatorias para el Mundial de Alemania 1974. Y estuvo en cuatro encuentros en el camino rumbo a Argentina 1978. Saucedo jugó en total 12 encuentros luciendo la Verde y anotó un gol, el que abrió la ruta de la victoria (1-3) frente a Venezuela como visitante.

Alguna vez dijo de los jugadores de su época: “Proveníamos de barrios humildes, llegábamos al fútbol con hambre y con ganas de triunfar. Y creo que los dirigentes de antes debían ser condecorados cada año, porque siempre estaban pendientes de sus equipos y de las selecciones”.

‘Era un jugador de categoría’, lo recuerda ‘Tamayá’

Rafael Sempértegui

A fines de 1972, Bolivia participó en la denominada Minicopa de Brasil, unos partidos amistosos. Allí, la prensa local vio en acción a Arturo Saucedo Landa, a quien por su constante gambeta lo bautizó como el ‘Garrincha boliviano’.

Esa referencia de Saucedo fue recordada por su amigo y compañero tanto en Oriente como en la selección, el exdelantero Porfirio ‘Tamayá’ Jiménez, quien dijo que se trataba de un hábil delantero por derecha, ‘gambetero e individualista’.

“Me siento muy apenado porque con Arturo ingresamos casi juntos a la selección, estuvimos en la juvenil, en la preolímpica, en los Panamericanos y en la mayor. Fue un jugador de categoría, muy metido y encariñado con el fútbol”, rememoró Jiménez.

‘Tamayá’ recordó que Saucedo fue el primer ‘camba caro’ o el ‘camba 120’, así le llamaban por la elevada suma de dinero —para la época— que costó su transferencia de Real Santa Cruz a La Bélgica: 120.000 dólares.

“La gente le decía ‘camba caro’, pero recuerdo que se enojaba y unos años después le dijeron que ya no se moleste, porque quien lo había pasado era yo, y a mí me decían camba-480 (costó 480.000 dólares)”, dijo Jiménez. A Saucedo “hay que recordarlo como un gran jugador de Bolivia, uno de los mejores punteros derechos y también como una gran persona. Cuando entró en la selección, siempre hizo unos partidazos”.


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