lunes, 27 de abril de 2015

Diego Zamora: ‘Hay que perseverar y tener paciencia’

Diego Zamora se formó en Bolívar como arquero. Desde la escuela de fútbol pasó por todas las categorías y llegó hasta primera. Como no tenía chance de ser titular, nació la buena idea de cederlo esta temporada y actualmente juega en Nacional Potosí, donde no solo se ganó el puesto, sino que comenzó a mostrar dotes de gran guardameta. Hoy pasa uno de sus mejores momentos.



Diego Zamora se formó en Bolívar como arquero. Desde la escuela de fútbol pasó por todas las categorías y llegó hasta primera. Como no tenía chance de ser titular, nació la buena idea de cederlo esta temporada y actualmente juega en Nacional Potosí, donde no solo se ganó el puesto, sino que comenzó a mostrar dotes de gran guardameta. Hoy pasa uno de sus mejores momentos.

— ¿Fue buena la decisión de dejar temporalmente Bolívar y vincularse a Nacional?

— Creo que fue la mejor de- terminación que tomé y gracias a Dios se dieron las cosas, tal como esperaba. Fue una larga espera con trabajo y paciencia, así pude lograrlo, es decir pelear la titularidad. Uno trabaja día a día con la esperanza de atajar y de ahí en más tratar de conseguir objetivos inmediatos como ser el principal arquero del equipo.

— ¿Qué factores, desde tu punto de vista, fueron los principales?

— Perseverar, tener paciencia, sobre todo creer en que podía confiar en mi talento. Todo eso fue fundamental para poder tener una opción y ahora gozar de la continuidad en el equipo. Fueron días de mucha tensión, mucha ansiedad que había que controlar, y simplemente había que acatar las determinaciones del entrenador.

— Ahora que juegas y eres titular, ¿qué sientes?

— En principio me siento feliz por lo que me está pasan- do, pero también soy consciente de que esto recién empieza y existe mucho camino por delante, hay que continuar trabajando, mejorando, aprendiendo, porque partido que pasa es diferente. Aparte de rendir el examen los domingos o cada que se juega un cotejo, uno debe sacrificarse en la semana para poder ser tomado en cuenta.

— Bolívar piensa en tu retorno, ¿sería bueno regresar ya mismo?

— La verdad es que yo quiero mucho a Bolívar, fue el club que me vio nacer, que me dio la oportunidad de surgir y formarme. Ahora, por el momento, pienso en continuar trabajando, faltan varias fechas para la conclusión del campeonato y quiero seguir demostrando que puedo crecer más y hacer buenas cosas. Seguramente en su momento habla- remos con los dirigentes, tengo contrato aún con la Academia, sé que en mayo vence el de Nacional y si debo retornar lo haré, me presentaré.

— ¿Pero será factible pelear el puesto en la Academia?

— Por el momento quiero enfocarme en lo que resta del torneo, aunque está claro que donde uno vaya debe pelear lealmente el puesto. Esa experiencia la viví acá (en Potosí), y siento que esta coyuntura me ayudará mucho, entonces debo continuar con esa mentalidad de seguir mejorando en una posición en la que uno no deja de asimilar nuevas cosas. Este puesto es muy ingrato, día a día aprendes, pero la verdad es que te haces solamente si juegas y tienes continuidad porque lo demás no ayuda mucho. Ahora quiero ir paso a paso porque también deseo llegar a la selección nacional.

— ¿Es cierto que eres Atleta de Cristo?

— La verdad es que la fe que uno tiene en Dios ayuda mucho, Gracias a Dios pude lograr lo que estoy viviendo en este momento de mi carrera. La verdad ahora me siento fortalecido espiritualmente y veo los frutos en lo que me va sucediendo. Compartir y ser parte del grupo de Atletas de Cristo y asistir al culto del pastor Iván me ayudó bastante, y mucho más cuando el profesor Nery Quintana, aparte de prepararme para ser un buen arquero, me inculcó asistir a este grupo religioso. Le agradezco bastante por ambas cosas al profe. Muchos jugadores tienen la fe depositada en Dios y me siento feliz por poder ser parte de esta agrupación que ayuda bastante en la formación espiritual.

— ¿A qué arqueros admiras?

— Me gusta demasiado el golero del Real Madrid Iker Casillas, por su personalidad, por su forma de jugar, pues tiene un buen sentido de ubicación; además incidió bastante para que lo siguiera porque él también comenzó a temprana edad y para mí es mi espejo.

— ¿Te acuerdas cómo llegaste a Bolívar?

— A los 15 años me fui a la es- cuela del club, donde inició mi formación hasta el año pasado, cuando emigré porque creí que no iba a tener espacio en el plantel. Asistí a una prueba que hizo el profesor Ramiro Blacutt y luego de aquello Rodrigo Paz Pereira me dio una mano para poder conseguir esa evaluación.

Después me sumé a la escuela para realizar el trabajo en las divisiones menores hasta llegar a la preprofesional y después al primer equipo. Pero también mucho tuvo que ver la comprensión y ayuda de mi familia, mi papá Víctor Hugo Zamora, mi mamá Gina Roca, mis hermanos Víctor Hugo de 20 años, Fabio de diez y Joaquín de siete. Al parecer el expresidente Jaime Paz Zamora es mi tío abuelo.

— ¿Solo te vas a dedicar al fútbol o tienes en mente estudiar otra profesión?

— El fútbol es una pasión, pero creo que si hay opción de seguir estudiando hay que hacerlo. Me inscribí a la carrera de Comunicación Social en la Universidad Católica de La Paz, fui a algunas clases, pero no pude continuar porque tuve que incorporarme a Nacional Potosí. La idea persiste si vuelvo a La Paz, asistiré a las aulas porque me gusta mucho el deporte y la televisión, y quiero tener la profesión de periodista si se dan las condiciones, es otro de los sueños que tengo.


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