lunes, 4 de enero de 2016

El ‘Pollo Arias’ entra en el menú



El golero Carlos Arias está en este momento sin actividad en el fútbol y decidió ingresar en el negocio de la venta de pollos a la broaster en Santa Cruz. Hace tres meses abrió su primer restaurante al frente del ingreso principal al zoológico de esa ciudad. Con poco tiempo de existencia ya piensa en seguir creciendo y llegar a otras capitales.

No fue difícil la elección. En su Portachuelo natal su madre vende el producto desde hace 20 años y con el paso del tiempo ganó mucha clientela, por tanto las recetas y la sazón fueron transmitidas de primera mano y ahora son aplicadas en el restaurante de la capital oriental.

En el fútbol lo conocen como “Pollo” y su apodo cayó como anillo al dedo para el nuevo negocio. El restaurante el “Pollo Arias” se convirtió en una nueva alternativa de comida rápida.

“Decidí traer el negocio a Santa Cruz. Comencé hace tres meses y ahora estamos pensando en crecer, Dios mediante confío en que este año abriré dos sucursales. Mi madre me ayudó con todos los detalles del preparado, tiene todos sus secretos”, cuenta.

En un plato las presas van acompañadas de arroz, papa y plátano frito con un costo de 22 bolivianos, pero también hay una oferta económica a 16 bolivianos. Además vende las alitas de pollo. “Es más barato que cadenas conocidas en Santa Cruz. La competencia es fuerte, pero hay clientes para todo”, destaca.

Al margen del producto, tres son los ganchos con los que atrajo a los primeros clientes: el ambiente está decorado con motivos futboleros, están camisetas que lució el golero en su paso por The Strongest, Oriente, Petrolero, Blooming y Bolívar, como también del Córdoba de España y el Maccabi Netanya de Israel. Y de la selección nacional.

Segundo, hay fotografías de su carrera como futbolista y son infaltables los televisores para ver partidos de la Liga y del exterior. “Aparte de saborear un platillo, se habla de deporte”.

En tercer lugar están los amigos que hizo en el fútbol, que siempre van al restaurante a servirse algo. Los comensales tienen la posibilidad de encontrar a figuras de hoy y de ayer, y aprovecharse para tomarse unas fotografías. “Me fijo en que todos los detalles salgan bien, mi esposa está siempre en el local en la mañana, yo vengo en las noches. Todo el día nos preocupamos”.

La apuesta es fuerte en este desafío. Próximamente en la cartilla se incluirá las milanezas, ensaladas y el pescado frito. “Están bonitas las ideas, estamos creciendo a ritmo veloz y eso es un aliento para seguir adelante”.

Quiere retirarse del fútbol jugando

En agosto del año pasado, Carlos Arias declaró a Marcas Plus que si no firmaba contrato con ningún club iba a retirarse del fútbol y dedicarse a otra actividad.

No se dio esa posiblidad y abrió un restaurante, pero “el bichito sigue picando” y anunció su intención de jugar y despedirse del fútbol como debe ser, en una cancha y con gente en las tribunas.

Está habilitado en el club Real Pari, uno de los representantes cruceños clasificados a la segunda ronda del Nacional B Copa Simón Bolívar; por tanto, si llega a un acuerdo y consideran que puede ser un aporte, jugará.

Tampoco ha descartado algún club de la Liga y su nueva actividad no es un obstáculo para dejar la ciudad de Santa Cruz.

“Lo que más quiere un futbolista es retirarse jugando, no quiero que se recuerde mi mala salida de Oriente”, sostiene Arias en referencia a que se lesionó en el primer torneo de 2015, perdió su condición de titular y el club decidió no renovar el vínculo contractual y eligió otros guardametas.

“En enero mi negocio estará consolidado y marchará solo, por tanto no descartaré ofertas”.

No descuida la parte física, cuenta que trabaja con un entrenador personal y considera que las técnicas de arquero no se olvidan y que en 20 días puede estar listo.

En febrero cumplirá 36 años y asegura que sigue con pilas cargadas.

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