lunes, 25 de enero de 2016

Wilder Arévalo ya es un jugador retirado



Wílder Arévalo Ramírez (Cochabamba, 30 de abril de 1980) ya es un futbolista retirado. Su deseo era hacerlo jugando en Wilstermann, el club del que es hincha y en el que debutó profesionalmente en 1998, pero no pudo ser. Esperó hasta el año pasado para cumplir con ese sueño, pero al no presentarse la oportunidad decidió en el inicio de este 2016 ponerle punto final a su destacada carrera profesional de poco más de 15 años, y dedicarse a la dirección técnica, cuyo título profesional lo obtuvo en 2012.

“Al inicio de este año decidí que ya soy un jugador retirado, pero siempre que tenga la oportunidad voy a volver a jugar, así que no puedo decir que soy un exfutbolista”, comentó desde Cochabamba Arévalo, quien estuvo vinculado a tres clubes en la Liga Profesional: Wilstermann (1998-2004), donde debutó profesionalmente antes de cumplir los 18 años, The Strongest (2005-2009), y Aurora (2010-2012).

Posteriormente jugó en el Nacional B Copa Simón Bolívar en García Ágreda de Tarija en 2012-2013, y su último club fue la Empresa Minera Huanuni, al que estuvo vinculado hasta principios de 2014, disputó el hexagonal final del torneo nacional asociacionista y no volvió a jugar.

Su carrera profesional fue esa, aunque sus inicios en el fútbol se remontan a 1988 cuando a los ocho años empezó a asistir a la Escuela Integral del Lloyd Aéreo Boliviano, una escuela de fútbol que no existe más. “Estuve hasta los 14, después pasé a la preprofesional de Wilstermann y de ahí al primer plantel en 1998”, recuerda.

“Ya tengo 35 años, he agarrado ritmo como entrenador con mi escuela de fútbol (Futvalle), he dirigido un club (CER) de la categoría No Aficionados B de la Asociación de Fútbol de Cochabamba, y la verdad ahora quiero dedicarme completamente a ser director técnico”.

Estuvo cerca de cumplir el sueño de despedirse en Wilstermann; es más, existía un principio de acuerdo para vincularse al rojo para la temporada 2015-2016, “pero cuando llegó (Julio) Baldivieso al club, puso trabas para mi retorno”.

Queda el consuelo, sin embargo, de que recibió llamadas de varios clubes para volver a jugar, “porque todavía hay fuerzas y condiciones. Me han llamado de Potosí, hubo la posibilidad de San José; pero como te digo yo quería retirarme en Wilstermann, no se ha dado pero ni modo, las cosas son así”.

También decidió descartar esas posibilidades, ya que después de retornar a la llajta y jugar en Aurora “mis hijos (Fabiana y Santiago) ya están establecidos en lo que es el colegio y la escuela. Mi esposa (Carola) tiene un gabinete de fisioterapia. Y lo de mi escuela de fútbol que era un proyecto pensado hace mucho tiempo, lo tenía que hacer sí o sí y ahora está consolidado”. Sin soberbia y sin falsas modestias considera que ha sido uno de los volantes de contención “con más claridad que haya habido en el fútbol nacional”.

Admite que “la selección boliviana ha sido una deuda en mi carrera”, pese a que a los 18 años fue a un partido de Copa Paz del Chaco contra Paraguay cuando el técnico era Héctor Bambino Veira, después fue llamado en un par de oportunidades más. En su mejor momento, cuando era capitán de The Strongest, “por un tema personal con (Carlos) Aragonés en Wilstermann, nunca me convocó”.

Director técnico titulado de la ENSF desde 2012

Paralelamente a sus últimos años de futbolista, Wílder Arévalo empezó a estudiar la carrera de técnico en la Escuela Nacional Superior de Fútbol (ENSF) y en 2012 obtuvo el título de entrenador profesional. Inició los estudios en 2010 cuando era jugador de Aurora, porque otro de sus sueños, al margen de decir adiós al fútbol profesional en Wilstermann, fue tener su escuela de fútbol, aspecto que ha consolidado al fundar la Futvalle en agosto de 2014. “Soy técnico titulado, he hecho un par de cursos también para seguir preparándome”.

Su primera experiencia como técnico fue en 2013 dirigió al club CER (Centro Educativo Recreativo), “que es auspiciado por el Inter de Milán Campus. Es un proyecto para una obra social. Donde están chiquitos de 15-16 años, hemos formado a varios, uno ya ha jugado el Nacional B”. Le fue bien, cuenta, porque el equipo llegó a disputar el descenso indirecto y estuvo cerca de ascender. En la Futvalle —inaugurada el 5 de mayo de 2014—, también le va bien. Trabaja junto a Diego Bengolea y Christian Vallejo.

“Tenemos niños desde los cuatro años hasta los 16. Este año vamos a incursionar en la Asociación en las categorías Sub- 7, Sub-9, Sub-11 y Sub-13. También estamos con un proyecto para adquirir un club en la Primera A o en la B que pueda darles rodaje a mis chiquitos de 15 y 16 años. Tengo gente que tiene futuro, que pinta para grande”.

Siguiente paso, dar el salto a un club de primera

Ya retirado del fútbol profesional y tras haber dado los primeros pasos en la dirección técnica en su escuela de fútbol y en la categoría aficionados de Cochabamba, el siguiente paso en la carrera de Wílder Arévalo “es incursionar en un equipo de primera división”.

Su cuerpo técnico está conformado. Él, obviamente, es el técnico; Diego Bengolea y Christian Vallejo, los asistentes técnicos; y Ronald Angulo, el preparador de arqueros. Todavía no cuentan con un preparador físico. “El año pasado ya hemos mandado un proyecto serio para Wilstermann, que me lo han pedido y en cualquier momento voy a tener la oportunidad de dirigir”.

Mientras ese objetivo se cristaliza, la intención es continuar con su capacitación como DT. A mitad de año espera hacer un curso en el exterior, si es posible en México, donde existen muchas posibilidades. “Después tengo planificado, para 2017, hacer un viaje por Italia, así que vamos a tratar de capacitarnos lo más posible; pero ya queremos lanzarnos a primera división con mi cuerpo técnico”.


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