viernes, 5 de febrero de 2016

Galarza: Un ícono del arco en el fútbol boliviano



Después del trágico accidente de Viloco (26 de septiembre de 1969), en el que pereció todo el plantel de The Strongest, la directiva volvió a armar el equipo para 1970, una de sus primeras incorporaciones fue el joven paraguayo, Luis Esteban Galarza, quien luego marcó época y se constituyó en una leyenda viva como arquero del fútbol profesional boliviano.

Luis se enfrentó en varios clásicos a su hermano mayor Arturo —quien ya jugaba en Bolívar—. El portero atigrado se naturalizó boliviano en 1973 y más adelante fue convocado a selecciones nacionales en Eliminatorias y Copa América.

El popular Lucho o Mono —como le decían en la cancha— es uno de los símbolos gualdinegros porque fue titular indiscutible durante 19 años, luego jugó en San José en dos temporadas históricas, donde formó uno de los mejores equipos de su historia con el mundialista argentino de 1978 Daniel Valencia, Pedro Rioja, Dionisio Gutiérrez, Juan Ernesto Lezcano, Silvio Rojas, Roberto Dinamita Pérez, Juan Carlos Sánchez y Wálter Vikingo Maladott, entre otros.

En el arco stronguista y de San José cumplió campañas memorables y supo ganarse el cariño y el respeto de la afición boliviana. También defendió las camisetas de Always Ready, Wilstermann, Bolívar, Independiente Petrolero de Sucre y Blooming.

Galarza es respetado y estimado por los hinchas que lo vieron jugar, en cancha demostró coraje al margen de sus cualidades técnicas.

Se identificó rápido con el estilo futbolero de The Strongest, donde es considerado uno de sus valores históricos, en varios equipos en los que estuvo trabajó junto a Ricardo Fontana, Eligio Martínez, Luis Iriondo, Juan Peña, Ovidio Messa, Jorge Lattini, Eduardo Angulo, Mario Concha Argarañaz, Telmo Paredes, entre otros. Su hijo mayor Sergio siguió la dinastía Galarza en el arco durante 20 años y también Luis, el menor.


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