lunes, 17 de octubre de 2016

Ferrufino: "El fútbol en Bolivia está patas arriba"



Marcos Rodolfo Ferrufino Estévez, el extécnico que dejó San José el viernes 30 de septiembre, ahora se apresta a realizar otro viaje de actualización en Argentina y con posibilidad en Brasil, donde pretende visitar al técnico de la Canarinha, Adenor Leonardo Bacchi (Tite), que lo invitó en 2013 a realizar seguimiento del trabajo que hace en ese país.

El estratega dijo que dirigirá 10 años más. Siempre frontal y sin tapujos, mantiene sus críticas contra los entrenadores extranjeros y también dispara a la falta de sentimiento de profesionalismo en la actual camada de jugadores.

Por qué Marcos Ferrufino va y vuelve en San José. Lo contratan a veces como el salvador y al poco tiempo lo terminan echando, ¿qué pasa?

Muchos intereses económicos, por ahí, Ferrufino no se mete a esas cosas y prefiere seguir mirando de frente con las manos limpias. A mí me buscaron cuando San José estaba para el descenso, así que fui, más allá de lo económico, regresé por el cariño a la gente, a mi tierra, porque el club estaba en una mala posición. Ahora preferí irme tranquilo y no tuve interés de salir por la plata, porque San José estuvo peleando cosas importantes en el anterior torneo y casi logramos clasificarnos a una Copa Sudamericana.

¿Qué dificultad encontró en esta nueva etapa?

Sacamos alguna gente con quienes el presidente tuvo algunos roces y creo que cometimos ese error, porque esos jugadores eran esenciales en esta etapa, pero armamos un plantel acorde a la economía del club. Era difícil traer jugadores, yo me moví con algunas personas para que me ayuden, necesitábamos dos jugadores más que no se contrataron por el motivo económico. Como era un equipo nuevo requeríamos de más tiempo.

¿Por qué San José ya no es el equipo poderoso y temible de años anteriores?

No hay gente con ambición como uno quiere. Todos quieren cuidar sus espaldas menos Ferrufino; yo me siento tranquilo por mi trabajo, soy profesional con todas las limitaciones que hemos tenido, que no puede darse en un club profesional, pero las hemos afrontado.

¿Por qué en el equipo no hay mucha gente de Oruro? No se los promociona o definitivamente no hay talentos...

No se animan a ser realmente profesionales, siempre le reclamé al jugador orureño que debe preocuparse más. Muchos tenían buenas condiciones, pero ellos no se preocuparon, pese a los consejos que se les dio para que se superen. Parece que no hay ese interés real en la gente orureña y son pocos los que aprovechan las oportunidades que se les brinda.

En 2007 ganó su último torneo (Clausura), han pasado casi 10 años y no hay títulos, ¿a qué se debe?

Hemos tenido tres subcampeonatos, y uno más con Real Potosí, que lamentablemente por muchas razonas, tal vez porque me quejo de muchas cosas, en los últimos partidos salieron las sanciones contra los más emblemáticos jugadores y acabaron perjudicando. Acá en Bolivia no se puede comprobar nada, hay muchas cosas que uno sabe, pero lamentablemente se tiene que callar. Existe de por medio el interés económico que uno termina enterándose a través de los mismos dirigentes y periodistas; uno lo vive desde ahí adentro.

¿Usted considera que Bolivia tiene chance todavía de llegar a Rusia 2018?

Yo no quiero ser como todos los bolivianos, por eso no utilizo la palabra matemáticamente. Quiero ser un hombre realista y la verdad es que estamos a años luz de otros países. Uno tiene que pisar tierra firme y no hacer una ilusión que no se va lograr. Con lo que está peor el fútbol boliviano, no sé si saldremos de este pozo o seguiremos en el mismo.

¿Cómo califica la campaña de Julio César Baldivieso y si cree que su salida le hizo bien o mal a la Verde?

Si a mí me contratan como técnico, y yo sé que tengo cinco días para trabajar, estoy en la posición de aceptar o no. Entonces, si acepto, no tengo que quejarme, poner excusas, debo tratar de hacer algunas cosas, que como técnico tengo las ideas para aprovechar los cinco días.

Julio se equivocó, por ahí en poner muchas excusas, tiene su carácter como lo tengo yo, pero de otra manera. Se complicó con los jugadores, aunque el jugador boliviano también a veces quiere ser profesional solo con técnicos de afuera, porque el trato es diferente. El extranjero viene, entrena un turno, hace parrilladas, muchas libertades y eso le gusta al jugador boliviano, trabajar menos y ganar más.

¿La selección mejoró con Ángel Guillermo Hoyos?

Si tuviera la labia que tienen los extranjeros, yo también estuviera dirigiendo afuera. Yo comenté en el partido contra Perú y Chile, que igual íbamos a volver a nuestra realidad y hemos vuelto. Podemos sacar resultados como lunares, pero después vamos a volver a nuestra realidad, debemos de dejar de salvar el momento. En los equipos que estuve, pude traerme gente de experiencia, por ahí sacar dos o tres resultados para estar vigente pero no es mi idea, la idea es la renovación, sino hasta caminando yo puedo seguir jugando. Eso me preocupa.

¿A Ferrufino le gustaría dirigir la selección, está capacitado para hacerlo?

Uno siempre se siente capaz, siempre me capacité, el año pasado hice un curso en Argentina de tres meses con el Ministerio de Educación; quise empezar algo diferente en San José, pero no te dejan, hasta los periodistas te buscan resultados y la gente ni qué se diga.

El fútbol en Bolivia está de patas arriba, estamos empezando por la cabeza y no por los pies.

Algunos consideran que Xabier Azkargorta fue quien hizo un gran trabajo con la Verde...

Para las eliminatorias del Mundial de Italia 90, ya estaban jugando Marco Antonio Etcheverry, Erwin Sánchez, Julio Baldivieso, Luis Cristaldo, Marco Sandy, la renovación ya estaba en marcha. En realidad uno debe agradecerle al profesor Jorge Habegger que vino a dejar enseñanzas, porque fue un buen profesional. Hay cosas que uno debe aprender de esos técnicos que dejaron algo acá.

¿La selección debería jugar también en otros estadios del país, o La Paz no se debe mover como sede natural?

No sé, La Paz fue siempre nuestra sede, hemos sabido aprovechar no solo las selecciones, sino los equipos profesionales en copas internacionales, pero algo cambio. O algo estamos haciendo mal nosotros porque nos hemos estancado, o los otros países han mejorado para estar aquí en la altura, y ya no es problema venir a jugar acá. Pero La Paz siempre será una ventaja, porque hicimos la prueba en Santa Cruz en una eliminatoria y no nos fue bien.

Usted formó parte del proceso para las eliminatorias de 1993. ¿Por qué no fue al Mundial del 94?

Choqué con el técnico, no solo por lo futbolístico, sino por defender al compañero, al jugador y por ahí hay cosas que han sucedido. Tenía que volver para las eliminatorias, en esa parte debo agradecer a don Xabier (Azkargorta), porque yo le dije formalmente a solas, y él siempre reconoció que en ese momento no estaba equivocado, después por otras razones extras no estuve en esa selección, pero no me arrepiento; hubiese sido lindo jugar un Mundial, pero jugarlo de esa manera, tampoco no me hubiese sentido satisfecho.

¿Por qué ya no salen nuevas promesas en el fútbol nacional?

Uno quiere encontrar la explicación, porque en su momento se vio a varios jugadores. Cuando jugué había juveniles de un nivel altísimo, por ahí la motivación por el dirigente que quería, que amaba al fútbol, creo que hasta por un par de zapatos de fútbol uno iba a entrenarse. Había más sentimiento. Ahora cuando hay más comodidades no hay ese interés de jugar al fútbol, siendo que la profesión te da más dinero.

¿El nivel del fútbol boliviano está tan bajo?

Ya no estamos trabajando en divisiones menores, porque antes, poco después que empecé (1981), desapareció la segunda, la tercera y la cuarta división, y esas categorías le daban jugadores a los equipos. Uno iba al estadio y se veían partidos preliminares de esas divisiones, todo eso incidió. La academia Tahuichi también dejó de sacar jugadores, porque solo trabaja hasta la sub 15 y después ya no quieren ser responsable de muchas cosas.

Las cosas cambiaron en nuestro país, ahora vemos las divisiones menores que se juegan en la mitad o en el cuarto de una cancha. Estuve observando campeonatos de la Primera A y de la B y son bajísimos de nivel, esas cosas me preocupan. Uno tiene una mentalidad pero solo no se puede hacer nada.


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