miércoles, 19 de diciembre de 2018

Alcides Peña: ‘No vine a mentir ni a robar en The Strongest’



Alcides Peña no respondió como le hubiera gustado en The Strongest, primero por una lesión en la rodilla derecha que le molestó casi durante seis meses y después porque no recibió la confianza del entrenador César Farías.

No obstante del mal paso, le gustaría, si se presenta la oportunidad, seguir en el Tigre.

Hincha confeso de Oriente Petrolero, se quedó con las ganas de convertir su gol 100 como jugador profesional con la camiseta atigrada.

— ¿Cómo empezó tu carrera profesional?

— Me formé en la Academia Tahuichi y en 2006 Oriente, club del que soy hincha, compró el 50% de mi pase. En 2010 fui campeón con Oriente y desde ese año hasta 2015 (jugó la Copa América de Chile) siempre fui llamado a la selección.

En 2013 fui a Arabia Saudita, estuve unos tres meses, pero no jugué, hubo problemas y volví a Oriente hasta mediados de 2016. Pasé al Bucaramanga de Colombia, estuve un año y para el segundo semestre de 2017 retorné a Oriente, me lesioné y este año vine a The Strongest.

— ¿Cuál fue la lesión que sufriste y por qué demoró tanto la recuperación?

— El último partido que jugué con Oriente fue contra Bolívar (18 de octubre de 2017) y ahí sufrí un impacto fuerte en la rodilla derecha, en ese momento no lo sentí tan fuerte; pero a medida que los días fueron pasando me empezó a molestar y no podía entrenar porque se me inflamaba.

— ¿Oriente no te ayudó para tu recuperación?

— El presidente (Ernesto Álvarez) me sacó del club con engaños, esa es la palabra, porque me dijo que estaba todo arreglado con Wilstermann. Fui a Cochabamba, le dije (a la gente de Wilster) que me molestaba la rodilla y no firmé el contrato, volví a Santa Cruz, pero ya había rescindido con Oriente.

— ¿Cómo se dio la posibilidad de venir a The Strongest si estabas lesionado?

— Yo había mejorado y eso se reflejó en mis redes sociales, por eso nuevamente me llamó Wilster, pero también The Strongest. Fui a Cochabamba porque había hecho un compromiso, pero no llegamos a un acuerdo, así que de ahí me vine directamente a La Paz.

— ¿Y la lesión?

— Hicimos todos los estudios necesarios para saber por qué me dolía la rodilla, por qué se me inflamaba, y no se encontró nada. Nos reunimos con los dirigentes y acordamos que mientras yo no esté al 100% el contrato no corría. Fui consciente de la situación, no venía a mentirle ni a robarle a nadie y acepté el reto de quedarme.

— ¿Y cuándo ya estuviste para jugar en el Tigre?

— Me presenté el 3 de marzo a entrenar, entonces estaba de técnico el profesor Carlos Ischia, hablé bien con él, me dijo que tuviera paciencia y que él me iba a esperar, pero se fue al poco tiempo. No pude recuperarme, por eso es que me fui a Santa Cruz a hacer un trabajo específico. Volví, empecé a entrenar casi con normalidad, pero lamentablemente otra vez me molestó y decidí ir a Argentina para saber por qué se me inflamaba y si era necesario estaba decidido a operarme.

— ¿Qué pasó allá?

— Me vio el doctor Gerardo Godoy, médico de Boca, y me dijo que no era necesario operar y lo único que tenía que hacer era fortalecer los músculos de las piernas porque habían perdido mucha masa. “Cuando suceda eso vas a ver la mejoría y vas a estar muy bien”, me animó. Me colocaron unas inyecciones en la rodilla, me dio una medicación y volví. Empecé con el fortalecimiento, pero el primer torneo no lo pude jugar.

En el receso me preparé en Santa Cruz para volver a la pretemporada, ya casi estaba al 100% y aunque podía tomar otra decisión (ir a otro club), volví porque me dijeron que el profe me iba a tomar en cuenta; pero desde ese momento ya debería empezar a cobrar.

— ¿Y eso cuándo fue?

— Los primeros días de julio nos presentamos, hice buena pretemporada, pero sentía molestias. Me mentalicé en que el dolor pasaría. Nos fuimos de pretemporada a Perú y el profe (César Farías) me fue dando minutos. En cada partido amistoso (en total fueron cinco) jugaba 10 o 15 minutos y así fui agarrando confianza, fuerza y llegó un día que ya no sentía dolor, para nada, ya estaba prácticamente recuperado, lo único que me faltaba era ritmo futbolístico.

— ¿Cuántos partidos jugaste con el Tigre?

— Estuve solo en tres. Jugué con Real en la fecha 5; el segundo fue el clásico al que entré faltando 20 minutos y si bien estaba sin ritmo quedé contento por haber entrado a un partido muy difícil; y después contra San José jugué unos 30 minutos, jugué un buen partido, pese a que perdimos. Algunos compañeros me felicitaron, también mi papá me llamó para decirme que lo hice bien.

— Pero después de ese partido ya no jugaste.

— Mi papá cuando me llamó me dijo que “seguramente el profesor te va a dar más confianza ahora”, pero sucedió todo lo contrario porque no volví a entrar más.

— ¿Hablaste alguna vez del tema con Farías?

— La verdad que no, una vez hablamos bien pero era para pedirle permiso para irme a Santa Cruz a hacer un tratamiento, pero para hablar de fútbol poco y nada.

— ¿Tuviste algún problema con él?

— Nunca y eso es bueno, jamás me llamó la atención. Uno aprende en el fútbol que cuando un técnico ni siquiera te mira o te putea es porque no te quiere, porque el técnico que te putea es porque quiere el bien para vos, sino no le importa si mejoras o no.

— ¿Cómo calificas tu paso por el Tigre?

— Bueno, positivo, aprendí muchísimo, hay una gran familia que es lo más importante, desde que llegué el grupo me recibió bien, siempre esperó que yo esté al 100% para aportar.

— ¿Si hubiera una posibilidad te gustaría quedarte?

— Con lo poco que hice los hinchas me tienen mucho aprecio. Yo no leo las redes, pero son los colegas que me dicen que la gente me quiere, de esa parte estoy agradecido, porque no hay gente que me haya insultado o que quiera que me vaya, pero eso no depende de mí sino de la dirigencia y obvio por agradecimiento la primera opción la tiene The Strongest.

— ¿La idea es volver al rendimiento máximo?

— Exactamente, ese es mi propósito, volver a sonar y fuerte en el fútbol. Lo que más quería en este paso en The Strongest era gritar mi gol 100 —hizo 98 para Oriente y uno para el Bucaramanga—, pero lastimosamente no pudo ser; pero donde vaya ese va a ser el primer objetivo, también volver a ser considerado como uno de los mejores jugadores nacionales y regresar a la selección.

Perfil

Nombre: Alcides Peña Jiménez.

Nació: Santa Cruz, 14 de enero de 1989.

Familia: Alcides e Isabel (padres); Salidey, Helen y Yandira (hermanas); Nineth (esposa); Kiara y Luanna (hijas)

Clubes: Oriente Petrolero (2006-2016), Atlético Bucaramanga (2016-2017) y The Strongest (desde marzo de 2018).


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