sábado, 16 de febrero de 2019

Adrián, de las pelotas de nailon al Binacional

La historia de Fernando Adrián Rodríguez en el fútbol es singular: comenzó como todos, el fútbol era un juego de niños, en su caso salía a patear el balón con sus amigos a la esquina de las calles 25 de Mayo y Ladislao Cabrera en su Cochabamba natal. Años después llegó al profesionalismo y, tras jugar en la máxima categoría boliviana, acaba de ser contratado por el peruano Deportivo Binacional, un club con origen en el Desaguadero y que el año pasado llegó por vez primera a la categoría principal, se clasificó a la Copa Sudamericana y tendrá como rival en primera fase nada más y nada menos que al Independiente de Avellaneda, de Argentina.

De chico, Adrián —es su apellido paterno— acompañaba a su madre al salón de belleza donde ella trabajaba, mientras la esperaban él y su hermano Sergio salían a la calle a jugar y cuando no había pelota buscaban bolsas nailon y las llenaban con papel para no quedarse sin jugar. Así hicieron amigos de su edad con los que se enfrascaban en interminables desafíos hasta entrada la noche.

Binacional está relacionado con Bolivia, fue fundado en la Ciudad Binacional de Desaguadero. Los tricleteros, trabajadores que se ocupan del traslado de gente y mercadería por el paso fronterizo, fueron los fundadores en 2010. Lo que en principio fue diversión y camaradería entre peruanos y bolivianos se hizo pasión y la dirigencia decidió apuntar fuerte y estableció el club en Puno, aunque también juega en Arequipa.

De un día para otro cambió el destino futbolístico de Adrián. Gracias a los 14 goles que anotó en 2018 para Real Potosí, varios clubes del país pusieron su atención en él y Always Ready se adelantó y lo contrató. Sin embargo, apareció lo de Perú y el futbolista logró que su nuevo club lo cediera por una temporada.

“Es una linda opción de jugar cerca de Bolivia, voy a tratar de hacer bien las cosas y mejorar lo hecho el año pasado en Real Potosí, que por esa producción es que se fijaron en mí. Acepté porque en su primer año en la categoría principal ganó boleto para la Copa Sudamericana y en marzo jugaremos contra Independiente de Argentina”, cuenta con emoción.

No es un dato menor enfrentar a un grande de ese país. “Esos partidos los mira mucha gente”, añade.

Una vez que acordó su transferencia, se fue directo hasta Arequipa y rápido se integró a la tarea de pretemporada en su nuevo equipo.

En dos partidos de preparación ya hizo goles. “Pude concretar en los amistosos, eso me da confianza, me siento preparado para afrontar los retos que vienen. Nos estamos preparando con los compañeros y agarrando ritmo para ser tomados en cuenta por el director técnico”.

En Deportivo Binacional la apuesta es fuerte por mejorar lo hecho el año pasado y además hacerse conocer en el contexto de la Conmebol.

“Uno cuando trata de mejorar como profesional siempre mira las cosas buenas y las pone en práctica, por ejemplo aquí se maneja con mucho cuidado el tema de la alimentación de los atletas, también cuando uno es nuevo y llega del exterior los compañeros ayudan para que se sienta cómodo. Igual pasa con el técnico que siempre aconseja y se maneja con una relación normal de respeto al grupo y de los jugadores hacia él”.

Su contrato es por un año, luego deberá volver a Always Ready, pero ya se planteó el reto de seguir en el exterior y tal vez saltar a un club más grande de Perú.

“Hice una buena temporada en 2018 aunque las cosas se pusieron muy difíciles para Real Potosí, felizmente con la unidad del grupo logramos que se mantuviera en la categoría principal”.

El año pasado Real tuvo dos presidentes, dos equipos y futbolísticamente no le fue bien. Finalmente pudo quedarse y arreglar sus problemas.

Adrián no evita pensar también en la selección boliviana. Está informado que Eduardo Villegas asumió el mando técnico y afirma que otro de sus sueños es jugar la Copa América.

“Es un sueño ser convocado y jugar, ojalá se pueda dar, pero tengo que trabajar mucho para que el entrenador se fije en mí”, concluye.

Su madre le tiñe el cabello


Fernando Adrián y su hermano Sergio, también futbolista y que milita en Always Ready, tienen un característico tinte de cabello que se lo hacen en el salón de belleza Pamela, ubicado en la Avenida 25 de Mayo y Ladislao Cabrera de Cochabamba, propiedad de su madre, Esperanza Rodríguez.

El goleador dice con orgullo que, en cuestión de peluquería y tintes, su madre es la única que toca el cabello de la familia.

“Desde niño me llamó la atención lo que hacía mi mamá, por eso le pedimos que nos hiciera los tintes y se volvió una tradición tener el cabello teñido. Es algo que nos caracteriza a los dos hermanos futbolistas”, confirma Fernando.

Cuenta que el nombre del salón es por su hermana mayor.

“A algunos les gustará, a otros no, pero nos sentimos muy complacidos porque ya es parte de nosotros”.

Asegura que cuando tenga descansos largos en su club, de inmediato regresará al país. “De Puno a La Paz son cuatro horas y de ahí a Cochabamba está cerca, entonces, iremos rápido por el salón para seguir con los tintes”, se ríe.

Fernando Adrián Rodríguez nació en Cochabamba, el 26 de noviembre de 1989, este año cumplirá 30. Se casó con Génesis Rada, con quien tienen un hijo de nombre Ezequiel. Sus padres son Eloy y Esperanza.

Su formación futbolística la hizo en la escuela de Wilstermann, donde ingresó a los cinco años y estuvo hasta los 17, de ahí dio el salto a las divisiones juveniles de Aurora, donde lo vio Marco Antonio Sandy y le recomendó al entonces técnico de la Academia, Jorge Habegger para que le diera una oportunidad. “Estuve dos años en el club (2009 a 2010) y debuté a nivel profesional”.

Volvió a Aurora, donde pasó varios años.

Su “destape” como goleador se dio en Atlético Bermejo, club con el que se clasificó hasta semifinales de la Copa Simón Bolívar.

“Hice muchos goles y eso despertó el interés de Real Potosí que me llevó en 2018 y no defraudé. Atlético Bermejo es el único club donde jugué con mi hermano Sergio”, el actual volante de Always Ready.

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