sábado, 6 de junio de 2020

Marcos Barrera incrementa las cargas diarias de trabajo físico

Trotes por las mañanas y paseos en bicicleta por los cerros aledaños al Complejo del club The Strongest en Achumani ha incluido en su rutina diaria de entrenamientos el defensor central de Always Ready Marcos Barrera.

La flexibilización de la cuarentena en La Paz le ha permitido salir del “encierro” de más de dos meses y medio entrenado en su casa y recibiendo instrucciones por videoconferencias.

No obstante que desde el lunes se tienen algunas libertades, para salir de su domicilio cumple de manera rigurosa las medidas de bioseguridad dictadas por las autoridades: uso de barbijo, guantes, alcohol en gel, entre otras, para cumplir con las tareas extras, que han sido sugeridas por el cuerpo técnico del club.

“Como vivo en Achumani, me voy por los cerros a andar en bicicleta, es cansador pero es lindo cuando llegas arriba, admiras todo el paisaje”, comenta Barrera, quien por casualidades de la vida, vive justo al frente del Complejo atigrado.´

Físicamente está bien, no ha aumentado de peso en el tiempo de cuarentena rígida y ha evitado comer en exceso.

Las actividades que ha añadido a su cotidianidad en los últimos días significan un respiro, “mentalmente te libera un poco, porque la verdad ya estoy cansado de esta situación”.
Ansias

Ya tiene ganas de volver a los entrenamientos, reunirse con sus compañeros y que también el torneo Apertura se reanude. Además –bromea- “mi señora (Victoria) ya quiere que me vaya un rato, que no esté tanto tiempo en la casa, estaba acostumbrada a que los fines de semana no la moleste y tenga un poco de paz”.

El cuidado de la salud de su familia es prioridad, por la pandemia y también porque su esposa está embarazada por eso no viajó a su país. “La verdad no queríamos tomar riesgos en viajar, ir a pasar la cuarentena a Argentina y después volver, así que preferimos quedarnos acá y estar tranquilos”.

Su segunda hija nacerá a mediados de agosto en La Paz. También su primogénito (Valentino) es paceño, nació en 2012 cuando jugaba en el Tigre.

Al final, se refiere a la deuda que San José tiene con su persona. No habla de montos y tampoco quiere perjudicar a la institución. “Los chicos la están pasando mal y ojalá que todo se solucione, San José merece estar bien como Bolívar, The Strongest, Always. Se dicen muchas mentiras para a hacer escapar a los inversores, pero esperemos que venga alguien responsable”.

(04/06/2020)

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