La dirigencia de Barcelona Sporting Club, de Ecuador, tiene como costumbre homenajear a sus leyendas futbolísticas antes de un partido oficial. Ayer, antes de jugarse el Clásico del Astillero entre el Barça y Emelec, era el turno del cruceño Marco Antonio Etcheverry, sin embargo, no fue posible porque el Diablo no viajó a Guayaquil, argumentando problemas personales. “El agradecimiento por la invitación a los dirigentes del club. Decirles que no se pudo dar que llegue para el clásico por algunos inconvenientes, está listo mi pasaje. Coordinaremos para que llegue en estos días y podamos armar una fiesta”, dijo el exjugador en un video difundido por la página oficial de Twitter del Barcelona ecuatoriano.
Antes de “caerse” este homenaje a la leyenda cruceña, que consiguió el título con el Barcelona en 1997, el presidente de ese club, José Francisco Cevallos, anunció durante más de una semana sobre la llegada del exfutbolista y eso desató “locura” en la hinchada del cuadro amarillo. Sin embargo, horas antes del compromiso, los simpatizantes recibieron la noticia de que el Diablo no iba a estar en el estadio del Barcelona para recibir una distinción por parte de los directivos del club de Quito, lo cual generó cierto desánimo.
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