a vida de Erwin Sánchez ha sido de constante lucha. A sus 10 años fue becado a la Academia Tahuichi Aguilera. La abuela de Erwin era nana de Roly Aguilera, y un día de esos le contó que tenía un nieto que sólo pensaba en jugar al fútbol allá en al barrio 12 de Octubre, en Santa Cruz de la Sierra.
Y Roly aceptó gustoso, de contar con el nieto de una de las personas de su confianza. Sánchez hacía de las delicias de los hinchas del fútbol en la cancha de Nuevos Horizontes en su tradicional zona del centro de Santa Cruz, ubicado entre el tercer y cuarto anillo. Luego de destacar en la Tahuichi, dio sus primeros pasos en Destroyers, donde tras un par de temporadas con el trío de oro que compartió con Marco Antonio Etcheverry y Mauricio Ramos, dio el salto al club Bolívar, de la mano del dirigente Javier Ortuño, quien finiquitó su pase con Lorgio Blanco.
En 1990 dio el salto al fútbol europeo, cuando fue transferido al Benfica, donde estaba dirigiendo el sueco Sven Goran Eriksson, quien recomendó su contratación. Estuvo un año, hasta que en 1991 pasó al Estoril, donde luego de una temporada pasó al Boavista de Porto, donde tuvo una rutilante carrera que llegó a su punto más alto cuando en el año 2001 se coronó campeón de la mano de Jaime Pacheco. Luego le tocó dirigir al Boavista el año 2003, donde después de ocho meses, decidió retornar a Bolivia, a Oriente Petrolero donde concluyó su carrera como jugador.
Y Roly aceptó gustoso, de contar con el nieto de una de las personas de su confianza. Sánchez hacía de las delicias de los hinchas del fútbol en la cancha de Nuevos Horizontes en su tradicional zona del centro de Santa Cruz, ubicado entre el tercer y cuarto anillo. Luego de destacar en la Tahuichi, dio sus primeros pasos en Destroyers, donde tras un par de temporadas con el trío de oro que compartió con Marco Antonio Etcheverry y Mauricio Ramos, dio el salto al club Bolívar, de la mano del dirigente Javier Ortuño, quien finiquitó su pase con Lorgio Blanco.
En 1990 dio el salto al fútbol europeo, cuando fue transferido al Benfica, donde estaba dirigiendo el sueco Sven Goran Eriksson, quien recomendó su contratación. Estuvo un año, hasta que en 1991 pasó al Estoril, donde luego de una temporada pasó al Boavista de Porto, donde tuvo una rutilante carrera que llegó a su punto más alto cuando en el año 2001 se coronó campeón de la mano de Jaime Pacheco. Luego le tocó dirigir al Boavista el año 2003, donde después de ocho meses, decidió retornar a Bolivia, a Oriente Petrolero donde concluyó su carrera como jugador.
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