Fue uno de los mejores de la selección Sub-20 en el torneo de Uruguay, lo que le permitió que Universitario de Pando ponga sus ojos y el sueño del debut profesional llegue antes de lo que pensaba. Cree que en el país hay que darle más importancia a las divisiones inferiores.
¿Cómo calificas la actuación de la selección Sub-20?
— Uno siempre sale con la ilusión de hacer una buena campaña, pero nos encontramos con falencias que influyeron en el terreno de juego. Nuestra realidad es clara, nos falta mayor preparación, mayor roce internacional, pese a que nosotros jugamos antes algunos partidos de preparación en la Argentina.
— ¿Cuánto sirvieron esos partidos?
— Nos ayudaron a adquirir algo más de confianza, pero no es suficiente, debemos buscar participar en más competencias internacionales antes de intervenir en los torneos oficiales.
— ¿Qué le falta al jugador juvenil para mejorar?
— Uno mejora cuando llega a un club, le corrigen posturas, movimientos, le enseñan conceptos, pero nos falta tener mayor competencia, local e internacional. De qué sirve que uno se prepare todo el año para competir, cuando no hay torneos donde jugar, muchas veces hasta decae la motivación.
— ¿La formación de valores en el fútbol nacional es la correcta o qué se debe hacer?
— Uno llega a un club con sus condiciones naturales; en mi caso llegué a Bolívar en 2013, pero ya tenía una base porque salí de la Academia Tahuichi, mi ficha pertenece a esa institución donde jugué desde los nueve años en todas las categorías para luego ser promovido a Callejas y competir en el torneo asociacionista; pero los clubes deben incidir más en el trabajo en estas categorías para que realmente se dé un proceso, también tener buenos terrenos de juego, contar con centros de entrenamiento que te permitan mejorar y crecer a diario. Bolívar nos proporciona algunos de estos aspectos, la dirigencia también está pendiente de nuestra educación, porque uno entiende que debe rendir en ambos frentes: el deportivo y el estudio.
— ¿El debut a nivel profesional se puede dar más rápido de lo que pensaste?
— Sí, al parecer las cosas están orientadas en ese sentido, ahora estoy trabajando en Universitario de Pando y ojalá pueda tener minutos en el terreno de juego este fin de semana, ya que el técnico Claudio Marrupe me está tomando en cuenta. Esperemos que se pueda dar pronto, para mostrar todo lo que uno sabe, aprender nuevas cosas, madurar en lo personal. Realmente no esperaba que la chance llegara tan pronto.
— ¿Aún sueñas con vestir la casaca de Bolívar?
— Yo llegué a La Paz con ese propósito, cuando el profesor Óscar Villegas me observó en un torneo nacional Sub-18 de clubes, cuando jugaba en Callejas. Entonces hablaron con la Academia Tahuichi y posibilitaron mi incorporación al equipo preprofesional, pero a estas alturas veo difícil esa situación, ya que en junio se termina mi contrato y los directivos de Bolívar aún no me dijeron nada para ampliar o renovarlo. Igual el club representará mucho para mí, porque me permitió llegar a la selección, ahora estoy a punto de debutar en el fútbol profesional, o sea gran parte de mis sueños y objetivos están por cumplirse.
— ¿Tu buena actuación permitió que te contacten empresarios?
— Se me acercaron dos empresarios, un español y un uruguayo para pedirme mis datos, pero nada más. En el país también conversaron conmigo José Carlo Fernández y Juan Manuel Peña, aquello ya significa algo y uno sobre todo se motiva para continuar mejorando, no me ilusiono porque sé que todavía debo seguir el proceso de saltar al fútbol profesional.
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