Caleb Cardozo, el excapitán de Aurora, está feliz. Aquel refrán popular que dice: “Después de la tormenta sale el sol” ha encajado de maravilla en este pequeño espacio abstracto, en el que el jugador se convierte en gran protagonista del relato.
La lesión sonora que sufrió en noviembre de 2016, cuando incluso tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente de la cabeza, quedó atrás. En los archivos también han quedado el sinsabor de la familia, la impotencia de Caleb y la preocupación de su mujer. En aquel momento, todo era incierto y el temor con relación a la recuperación del futbolista era grande.
Ahora, totalmente sobrepuesto y con las ganas de comenzar un año lleno de satisfacciones, el cochabambino, de 27 años, por fin ha logrado lo que tanto ambicionó: volver a la Liga. El lunes se integrará al plantel de Oriente Petrolero, club en el que “jamás” creyó estar.
“Nunca pensé fichar para Oriente. Daré el 100 por ciento . Mi familia está contenta. Ayer, (por el miércoles) se concretó todo. Era mi objetivo”, contó Caleb, quien se confiesa como un cristiano fiel a los designios del Creador.
“Precisamente esta semana puse todo en sus manos. Gracias a Dios se dio”. Viajará solo a Santa Cruz. Se adaptará a su nuevo departamento y luego, cuando las cosas estén acomodadas, su mujer y su hija irán a su encuentro.
“Gracias”, es la palabra que repite constantemente y que va dirigida al Aurora, entidad que lo abrazó y ahora lo ayuda a emprender un nuevo rumbo.
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