jueves, 1 de marzo de 2018

Jhasmani Campos: ‘Es un carnaval el tema de la dirigencia en el fútbol boliviano’



Jhasmani Campos, uno de los refuerzos de The Strongest para 2018, opina del club y de sus aspiraciones en los torneos de la Liga y la Copa Libertadores.

Conocido en el fútbol nacional, incluso por su paso por la selección boliviana, llegó al atigrado proveniente de la liga de fútbol de Tailandia, aunque ésta no fue la única que disputó en el fútbol del exterior.

Se refiere también al mal momento que atraviesa el fútbol boliviano a partir de los manejos dirigenciales y espera que las elecciones de abril en la Federación Boliviana (FBF) signifiquen un punto de inflexión a nivel de organización, que la nueva dirigencia otorgue mayor importancia a divisiones inferiores y a la necesaria infraestructura.

— ¿Es especial haber jugado en Bolívar y ahora estar en The Strongest?

— Ya lo dije antes, es muy lindo para mi carrera haber pasado por los dos clubes que considero son los más grandes de La Paz y de Bolivia, así que estoy disfrutando del momento de estar al otro lado de la vereda.

— ¿Para qué está este Tigre con la llegada de grandes jugadores (nueve refuerzos) y la base del plantel del año pasado?

— El plantel se armó pensando en salir campeón, creo que no hay otra mentalidad, porque este club así lo exige, la dirigencia ha realizado un gran esfuerzo para armar un equipo competitivo, aunque no arrancamos como se esperaba a nivel de resultados; pero se va mejorando y esto es un proceso. Hemos llegado varios jugadores nuevos y otros importantes se fueron, tenemos un entrenador nuevo (Carlos Ischia), con otra idea, entonces empezar algo nuevo no es tan fácil. Tenemos grandes jugadores para pelear el torneo y hacer un gran papel en la Libertadores.

— Hablando de Copa, ¿ya se ha empezado a analizar a los rivales o todavía es algo prematuro?

— Es un poco prematuro, pero sabemos de la jerarquía de los otros equipos del grupo. Estamos viendo los amistosos de Peñarol, por ejemplo. Sabemos lo que es Libertad, el club argentino (Atlético Tucumán) que viene demostrando que va a dar pelea. Nosotros tendremos el primer partido de local frente a Peñarol (15 de marzo) y esperamos llegar de la mejor manera porque hay que ganar, no podemos equivocarnos en La Paz y obviamente buscar puntos afuera.

— ¿El primer objetivo es llegar a octavos de la Copa?

— Vamos a ir paso a paso, nosotros no podemos decir hasta dónde vamos a llegar, obviamente todos los equipos van a dar pelea, todos soñamos con poder jugar una final, lo que para un equipo boliviano sería histórico, pero es paso a paso. Sabemos de lo complicado de jugar la Copa.

Jhasmani en familia junto a su esposa brenda y sus hijos Isabella y Fabricio. Foto: Jhasmani Campos

— ¿Qué sensación te deja haber jugado en cuatro países diferentes?

— He tenido la fortuna y la suerte de haber conocido distintas culturas, haber jugado en distintos países: Catar, Arabia Saudita, Kuwait y Tailandia. Soy un agradecido con el fútbol, con mi carrera, con mi familia que ha estado en todo momento conmigo. He conseguido cosas importantes y espero seguir cosechando cosas lindas en The Strongest.

— En los países que has jugado, cómo es el nivel de fútbol respecto al nuestro?

— No soy mucho de comparar, las diferencias me las quedo para mí. Hay gente que dice que en esos lugares el fútbol no existe o que hay un bajo nivel, pero creo que esa gente se equivoca porque en Arabia, en Kuwait el fútbol es muy competitivo, existen inversiones millonarias en varios de los clubes, llevan jugadores de Europa, africanos, de Asia, entonces el fútbol se ha hecho competitivo. Aparte, en organización nos ganan 50 a 1, porque organizan el fútbol de una manera que al jugador le dan todas las condiciones, los campos son excelentes, la televisión se ocupa de que el fútbol se muestre en todo el mundo, cada club tiene su estadio. No quisiera comparar, pero creo que en esos lugares las condiciones están por encima de nuestro país.

— ¿El futbol boliviano no se maneja bien, la dirigencia no hace bien su trabajo?

— Si vale el término es un carnaval el tema de la dirigencia en el fútbol boliviano, el manoseo que se le hace al futbol es una pena, uno como futbolista lo ve, lo siente desde adentro. Las canchas son tremendamente malas para ofrecer un espectáculo bueno al público, para que la televisión pueda invertir; pero no hacemos nada, la dirigencia no hace nada, simplemente va, se sienta, discute y se pelea entre sí, mientras el fútbol sigue hundido y no avanza.

— ¿Crees que las elecciones de abril en la Federación tienen que ser el paso inicial para el cambio?

— Tendría que cambiar, en sus manos está el poder dar mejores condiciones a los clubes, a las divisiones inferiores y trabajar en infraestructura; pero mientras lo que ofrecen no se convierta en hechos la cosa va a seguir igual y vamos a seguir hablando de lo mismo todo el tiempo.

— ¿El tema dirigencia también afecta el trabajo de la selección?

— Los jugadores siempre lo decimos, tratamos de cuidar nuestras palabras porque hay gente que escucha, hay niños, sentimos rabia, personalmente hasta decepción, porque cuando uno quiere trabajar y se debería dar continuidad a un técnico, ya están pensando en cambiarlo o cambian el presidente, entra uno nuevo y tiene otra idea y quiere cambiar al DT, le hacen contratos por meses, entonces no tiene seguridad.

La selección no tiene un campo deportivo propio, tuvimos una reunión con el Vicepresidente (Álvaro García Linera) no hace mucho, poco antes de terminar la eliminatoria para Rusia, se comprometió a hacernos la casa de la selección aquí en La Paz, pero no se ha escuchado nada después, ojalá que la Presidencia se pronuncie y pueda cumplir con lo que prometió.

— ¿La nueva dirigencia tendría que ocuparse sobre todo de infraestructura, divisiones inferiores y en dar mejores condiciones de trabajo a la selección?

— Primero habría que trabajar en infraestructura, porque el país está muy por debajo de otros, incluso en Centroamérica tienen mejores condiciones que nosotros. En muchos países nos respetan, pero las condiciones para el jugador no existen, los chicos están abandonados, no hay futbolistas jóvenes que salgan en cantidades, son a cuenta gotas, no se forman jugadores y esa es la triste realidad.

Ojalá que el nuevo presidente se ponga la mano al pecho y trate de cambiar este mal momento que vivimos y que también lo sufrimos como futbolistas.

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