EL DEBER
Metía goles para todos los gustos, era hábil con las dos piernas y de sus cabezazos ni qué hablar, eran como un potente ‘chutazo’ que hacían inflar las redes contrarias. Juan Carlos Sánchez, a quien nos referimos, fue desde comienzos de la década de los 80 y principios de los 90, goleador durante cinco temporadas en la Liga del fútbol profesional boliviano.
Juan Carlos ‘Pinocho’ Sánchez era un especialista en los tiros libres. Señala que unos 110 goles de sus 264 convertidos en partidos oficiales de la Liga boliviana fueron con pelota parada. Además contabiliza 25 tantos en torneos de copas Libertadores y uno con la selección boliviana, que fue logrado ante su par brasileño en el mismísimo estadio Morumbí, con el que la escuadra nacional empató ante los cinco veces campeones mundiales.
Es de hacer notar que Juan Carlos también convirtió 106 goles jugando para Gimnasia y Esgrima de Jujuy, donde militó entre 1972 y 1979, año en que llegó al país para enrolarse en Guabirá.
Pero su mayor ‘gloria’ son los seis goles convertidos en un partido de la Libertadores. Es un récord a escala continental, que lo tiene desde el 7 de abril de 1985. Ese día, jugando para Blooming, se ‘ensañó’ con el Deportivo Italia de Venezuela, en el estadio ‘Tahuichi’. Ese año fue el máximo anotador del torneo con 11 tantos.
Para lograr esta hazaña, asegura que contó con la complicidad de grandes jugadores que en ese tiempo militaban en la academia y nombra a Silvio Rojas, Milton Melgar, el brasileño Fernando Reveliz y Roly Paniagua.
Esa marca estuvo cerca de ser igualada el 22 de marzo de 2000, cuando el argentino Alfredo Moreno se quedó a un gol de igualarlo. Le encajó cinco tantos precisamente a su ex club Blooming en el triunfo de Boca Juniors por 6-1, partido jugado en Buenos Aires.
Algo para la anécdota fue cuando el goleador decidió dejar el fútbol profesional en 1988, e inmediatamente se enroló en el club ‘Carlos Pérez’ de la Mutual de ex Jugadores de Santa Cruz. Debido a sus buenas actuaciones, es tentado por San José de Oruro para volver nuevamente a la Liga, club con el que logró nuevamente a ser el máximo goleador con 20 tantos en la gestión 1989.
La fractura de un brazo en un choque con un arquero, precipitó su alejamiento definitivo de las canchas en 1992.
Perfil
De jugador a entrenador
Juan Carlos Sánchez Frías nació el 1 de septiembre de 1956 en Formosa (Argentina) en el hogar de los esposos Omar Raúl Sánchez, que llegó a jugar en River Plate, y Pastora Frías. Casado con Candi Correa, tiene cuatro hijos: María René, Noelia, Carlos y Carla Silvestre. En la capital norteña se dedica a la dirección técnica de la escuela Norte Integrado. Fue entrenador de Guabirá, asistente técnico en Blooming y también de las selecciones bolivianas sub 17 y sub 20.
Metía goles para todos los gustos, era hábil con las dos piernas y de sus cabezazos ni qué hablar, eran como un potente ‘chutazo’ que hacían inflar las redes contrarias. Juan Carlos Sánchez, a quien nos referimos, fue desde comienzos de la década de los 80 y principios de los 90, goleador durante cinco temporadas en la Liga del fútbol profesional boliviano.
Juan Carlos ‘Pinocho’ Sánchez era un especialista en los tiros libres. Señala que unos 110 goles de sus 264 convertidos en partidos oficiales de la Liga boliviana fueron con pelota parada. Además contabiliza 25 tantos en torneos de copas Libertadores y uno con la selección boliviana, que fue logrado ante su par brasileño en el mismísimo estadio Morumbí, con el que la escuadra nacional empató ante los cinco veces campeones mundiales.
Es de hacer notar que Juan Carlos también convirtió 106 goles jugando para Gimnasia y Esgrima de Jujuy, donde militó entre 1972 y 1979, año en que llegó al país para enrolarse en Guabirá.
Pero su mayor ‘gloria’ son los seis goles convertidos en un partido de la Libertadores. Es un récord a escala continental, que lo tiene desde el 7 de abril de 1985. Ese día, jugando para Blooming, se ‘ensañó’ con el Deportivo Italia de Venezuela, en el estadio ‘Tahuichi’. Ese año fue el máximo anotador del torneo con 11 tantos.
Para lograr esta hazaña, asegura que contó con la complicidad de grandes jugadores que en ese tiempo militaban en la academia y nombra a Silvio Rojas, Milton Melgar, el brasileño Fernando Reveliz y Roly Paniagua.
Esa marca estuvo cerca de ser igualada el 22 de marzo de 2000, cuando el argentino Alfredo Moreno se quedó a un gol de igualarlo. Le encajó cinco tantos precisamente a su ex club Blooming en el triunfo de Boca Juniors por 6-1, partido jugado en Buenos Aires.
Algo para la anécdota fue cuando el goleador decidió dejar el fútbol profesional en 1988, e inmediatamente se enroló en el club ‘Carlos Pérez’ de la Mutual de ex Jugadores de Santa Cruz. Debido a sus buenas actuaciones, es tentado por San José de Oruro para volver nuevamente a la Liga, club con el que logró nuevamente a ser el máximo goleador con 20 tantos en la gestión 1989.
La fractura de un brazo en un choque con un arquero, precipitó su alejamiento definitivo de las canchas en 1992.
Perfil
De jugador a entrenador
Juan Carlos Sánchez Frías nació el 1 de septiembre de 1956 en Formosa (Argentina) en el hogar de los esposos Omar Raúl Sánchez, que llegó a jugar en River Plate, y Pastora Frías. Casado con Candi Correa, tiene cuatro hijos: María René, Noelia, Carlos y Carla Silvestre. En la capital norteña se dedica a la dirección técnica de la escuela Norte Integrado. Fue entrenador de Guabirá, asistente técnico en Blooming y también de las selecciones bolivianas sub 17 y sub 20.
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