El jugador Ronald García declaró ayer que hace siete años, cuando se produjo su traspaso de Bolívar al Alverca de Portugal, fue engañado. Aseguró que el club europeo pagó por él un millón 800 mil euros, que al cambio de entonces eran unos dos millones de dólares. Acusó a quienes estuvieron a cargo de la negociación —los dirigentes de la “Academia” paceña y su empresario Casey Correia— de haberle mentido y hecho creer que la operación fue sólo por un millón de dólares.
El futbolista decidió decir su verdad, que contrasta con la del ex presidente de Bolívar Mauro Cuéllar Caballero, quien ayer sostuvo que la transferencia de “Nacho” fue por un millón de dólares, y no por tres millones de dólares, como denunció la actual dirigencia “celeste”.
Según él, la carta que lleva su firma, del 31 de enero de 2001, dirigida “A quien corresponda”, mediante la que informa acerca de la aceptación del club Bolívar por la transferencia de García por el monto de tres millones de dólares, en realidad sólo fue “un documento de intenciones, una expresión de deseos” como las que firmó en otros casos, de jugadores a los que la entidad pretendía transferir hasta por cinco millones de dólares.
“Si esas cartas de expresión de deseos se hubieran hecho realidad, Bolívar ya tendría unos 20 millones de dólares”.
Contó que el traspaso de García “fue complicado” porque primero hubo una opción en Inglaterra, luego otra en España y ambas se cayeron, y apareció la de Portugal, donde el Benfica “no quiso hacer la transacción y apareció el Alverca”, y con éste se acordó un monto muy inferior a las reales pretensiones de la “Academia”.
Cuéllar exhibió una copia del contrato con ese club portugués, escrito en ese idioma, a través del cual se certifica el costo de un millón de dólares de la transacción. El documento, elaborado en papel membretado de la “Academia”, no lleva ningún sello y tampoco los nombres de quienes firman por Bolívar y Alverca.
Sin embargo, la rúbrica que aparece en la casilla del club boliviano (Acción hizo una comparación con otro documento del propio Bolívar) corresponde al entonces vicepresidente “celeste” Mario Aramayo Roa, quien fue uno de los dirigentes que acompañaron a García a Portugal cuando éste fue a pasar la revisión médica.
Aramayo explicó ayer que sólo viajó a Lisboa “a hacer tratativas de la transferencia, preacuerdos, pero no recuerdo cuál fue la suma que se manejó. El arreglo final fue de presidente a presidente. Por tanto, yo no supe por qué monto se realizó la transferencia”.
De acuerdo con Cuéllar, del millón de dólares que fue el total de la transferencia, el 20 por ciento, es decir $us 200.000, fue pagado al empresario Correia. Los restantes $us 800.000, que en realidad fueron $us 830.000 (“porque Alverca pagó en euros y la diferencia con el dólar subió un poco la suma”), se depositaron en una cuenta, aunque no dijo si ésta era de Bolívar, y $us 400.000 sirvieron para pagar a la Academia “Tahuichi” Aguilera, propietaria del 50 por ciento de la ficha del futbolista.
El presidente ejecutivo de “Tahuichi”, Rolando Aguilera Gasser, confirmó que esa entidad recibió ese monto; sin embargo, dijo que nunca pudo tener acceso a la documentación de la transferencia de “Nacho”.
Cuéllar aseguró que los dirigentes de “Tahuichi”, los del Alverca, el futbolista y la familia del jugador estaban al tanto de las negociaciones. “Estoy dando mi versión y tienen (los periodistas) cuatro oportunidades para probarla. Yo estoy diciendo la única verdad que tengo a través de los documentos”.
En opinión del ex presidente de Bolívar, “sería bueno que ahora hable ‘Nacho’”, quien justamente este martes recalcó que fue engañado.
Mauro Cuéllar también sostuvo que “por supuesto” los otros 430.000 dólares ingresaron en las arcas del club.
De acuerdo con las denuncias de los actuales dirigentes de la “Academia”, ningún monto por la transferencia de García está registrado en el balance del año 2001 ni en posteriores. Cuéllar respondió, consultado al respecto, que no tiene idea. “Yo no sé, no tengo idea. Toda la documentación debe estar ahí (en el club). Lo de ‘Nacho’ fue una cuestión pública, no fue de la noche a la mañana, fue un proceso de tramitación en el que intervinieron varias personas”.
El actual vicepresidente de Bolívar Jorge Iturralde preguntó “¿por qué Cuéllar tiene en su poder documentos que en el club no hay?”, en alusión al contrato con el Alverca, y recalcó que “es una demostración de que no dejó casi nada en el club y todos los documentos de los manejos faltos de transparencia que hizo se los llevó a su casa”.
Como lo hizo con el “caso Botero”, por la transferencia de este delantero al Pumas de México, en el que quedó demostrado que el club “azteca” pagó 1.200.000 dólares y no sólo 700.000 dólares como sostenían los anteriores dirigentes; Bolívar abrirá una investigación en el “caso García” para llegar “hasta las últimas consecuencias”.
La otra mirada
SEGÚN BOLÍVAR
La dirigencia de Bolívar se mantiene firme en su versión. La carta enviada por Cuéllar, el 31 de enero de 2001, con destino Lisboa, es la aceptación del club por la transferencia de García por el monto de tres millones de dólares. Además se pregunta dónde fue a dar ése u otro monto por el traspaso, pues no existe documentación alguna del ingreso en las arcas de la entidad ni de los gastos que se hicieron con esos recursos.
SEGÚN CUÉLLAR
Cuéllar recalcó que como esa carta hizo otras con la intención de vender jugadores de la “Academia” a precios más convenientes para la entidad. Pero en el caso particular de la enviada el 31 de enero de 2001 hay un detalle: la carta del empresario Correia, mediante la cual le indicaba a Cuéllar los términos del documento de aceptación, termina de la siguiente manera: “Mañana lo vamos a llamar después de la recepción del fax con el presidente y director general del club para invitarlo oficialmente a venir más que probable para asistir al partido del domingo”. ¿A qué presidente y a qué director general se refería Correia si, como dijo Cuéllar, su carta no tenía un destinatario fijo?
SEGÚN “NACHO”
El jugador declaró que los recibos encontrados entre los documentos de Casey Correia corresponden a un depósito por 1.800.000 euros, es decir unos dos millones de dólares al cambio de entonces. La dirigencia de Bolívar cree que en ese monto no estaban incluidos los 900.000 dólares que Cuéllar autorizó que se pague directamente al empresario, con lo que la suma total ascendería a casi tres millones de dólares.
SEGÚN ARAMAYO
El actual vicepresidente de la Liga y ex vicepresidente de Bolívar admitió ayer que viajó a Lisboa hace siete años para manejar algunos aspectos de la transferencia de García. Negó conocer detalles de la operación o que él hubiera participado en la firma de algún contrato. “Eso fue de presidente a presidente”, afirmó. Sin embargo, su rúbrica aparece en el documento, por un millón de dólares, presentado ayer por Cuéllar.
¿SON LO MISMO?
García confirmó ayer que ser del Benfica o el Alverca en 2001 (posiblemente hoy también) “era lo mismo”, pues el segundo era una especie de “sucursal” del famoso club lisboeta. Hace siete años, el presidente de Bolívar declaró lo siguiente: “Parece que todo está hecho para que García se quede en Portugal, en el momento existen conversaciones entre el Alverca y Benfica. Me encuentro a la espera de una llamada para que me puedan oficializar el acuerdo entre estas dos instituciones”.
¿QUÉ SE HIZO CON EL DINERO?
De los dos millones de dólares, según la versión del jugador, 400.000 dólares fueron para la Academia “Tahuichi”. Del millón 600 mil dólares restantes no hay ningún detalle, pues García reveló que, aparte, el Alverca le pagó a él un 10 por ciento, que lo recibió del empresario Correia, monto calculado como si la operación hubiese sido sólo por un millón de dólares