Seis millones de dólares impidieron a Marcelo Martins jugar en Europa. Varios periodistas brasileños que acompañaron al ariete nacional a Potosí aseguraron que su pase está cotizado en 18 millones de dólares y que no hubo acuerdo con la Fiorentina de Italia, porque ofrecía “sólo” 12 millones de dólares.
En Belo Horizonte la gente lo quiere y se descuenta que partirá más temprano que tarde. Su posible vinculación a la Fiorentina ilusiona a Martins, pero aclaró que no le quita el sueño: “Hay una gran chance espero que madure, por ahora mi mirada está en Cruzeiro”.
Esa ilusión no tiene destino final, aunque el propio Martins reconoció que en Inglaterra y España también se interesan por sus goles. “Los directivos del club se encargan de ese tema, yo pienso en el Cruzeiro y en dar lo mejor de mi fútbol”.
Ser el máximo goleador de la actual versión de la Copa Libertadores de América es una gran vitrina, por eso en los partidos del torneo que disputa con el Cruzeiro ha sido implacable, ya suma ocho.
“Ser el goleador es una gran alegría en lo personal y una satisfacción para mi equipo. El estar como máximo anotador en esta primera fase me abre las puertas para emigrar al fútbol de otro continente, mi sueño es llegar más allá de lo que he logrado”, confiesa Martins.
La pregunta se cae de madura y él explica cómo un boliviano es capaz de triunfar en el fútbol brasileño, uno de los más competitivos de la región. Esa respuesta no tiene secretos ni se deja a la casualidad, tiene una definición clara: trabajo.
“En el equipo todos trabajamos para un solo objetivo: sacar buenos resultados y eso se está dando en el plantel. A esto se suma que somos jóvenes y veloces”, precisa el goleador.
Con esa confianza, el atacante piensa que Cruzeiro puede llegar muy lejos en la actual Libertadores. “Trabajamos con esa mentalidad, el equipo tiene buenos jugadores, en el torneo logramos resultados importantes como fruto de nuestro esfuerzo y del trabajo que dejamos en cada partido”, reitera.
Cuando llegó a Potosí, para jugar contra Real, Martins fue uno de los jugadores más ovacionados y reconocidos.
Él respondió siempre con amabilidad, firmando autógrafos, tanto en el hotel como en el ingreso al estadio Víctor Agustín Ugarte.
Conoció Potosí y se llevó una grata impresión. “Llego por primera vez a esta hermosa ciudad, la gente me trató muy bien y me llevo una gran impresión de su pobladores, estoy muy agradecido por su amabilidad”, dijo.
Reconoció que sintió frío en la Villa Imperial, pero aclaró que no fue motivo para no quedar encantado con la calidez de la gente. “Sentí mucho frío, pero cuando ya se pisa suelo potosino te agrada, es una ciudad muy tranquila, con gente muy respetuosa, yo y mis compañeros nos sorprendimos de este detalle”.
En Potosí, el atacante ratificó lo que había mencionado de la altura. “No me afectó para nada, cuando uno está preparado convenientemente rinde en la cancha, el mito de la altura es más subjetivo”, sentenció.
Martins acotó que esto se vio en el partido ante Real Potosí, “para nosotros no hubo altura, ninguno sintió nada, sólo me reclamaron por ser una ciudad muy lejana y por el transporte”. A pesar de la goleada, se fue con la misma gallardía, volverá a jugar por la selección en los partidos de eliminatoria. “Estoy siempre dispuesto a venir. El último partido con Venezuela fue positivo, demostramos que podemos sacar buenos resultados jugando en casa y fuera”. Potosí, Guido Tórrez Sossa
De perfil...
Marcelo Martins
Fecha de nacimiento y lugar: 18 de junio de 1987, Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).
Estatura: 1,87 m.
Año del debut y club: 1983, Oriente Petrolero.
Trayectoria: Oriente Petrolero, Vitoria de Bahía, Cruzeiro de Belo Horizonte. Jugó en la selección Sub-20 de Brasil en un torneo no oficial en Japón y fue convocado a la Selección de Bolivia, donde disputa las eliminatorias al Mundial 2010.
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