lunes, 10 de septiembre de 2018

Ramiro Ballivián “Estoy donde quiero estar”

Hace una semana, el jugador atigrado Ramiro Ballivián publicó unas fotos suyas ayudando a su familia en la cosecha de coca.

“Siempre es bueno ir a la casa para desconectarse un poco, siempre es bueno ir a trabajar, ayudar a la familia en lo que uno hace día a día, es una forma de vida. Los que somos productores de coca seguro me van a entender, porque cuando vos vas allá sí o sí tienes que salir de la casa para poder ir a ayudar a la familia a cosechar”, señaló Ballivián, según publicó el programa Máquina Deportes en su cuenta de facebook.

La foto en cuestión se viralizó, según confirmó el jugador, entrevistado luego por Deportes El Diario.

“La verdad cuando dieron libre, publiqué una foto en mi estado y me quedé sorprendido por tanta sorpresa que causó en muchas personas, en mis compañeros…”, fue lo primero que dijo.

Luego, aclaró que “es algo normal para nosotros los yungueños, para los que fuimos a la escuela de coca. Para un yungueño la hoja de coca es sagrada. Si vos te metes con la hoja de coca te metes con su vida, yo lo digo normal porque vos creces bajos esos términos”.

DED: ¿Cómo era el día a día en los yungas?


RB: Uno ve a su mama ir cada mañana a cosechar cuando vas a la escuela. El cuaderno, lapiz, las abarcas de goma, los kichutes, guardapolvo, todo sale del trabajo diario que hacemos los yungueños produciendo y cosechando la coca, es una forma de vida, es algo tan normal para mi, por eso me sorprendió tanta llegada de lo que publiqué. Es algo que he hecho siempre para ayudar día a día a mi familia.

-¿Es duro?


Es un trabajo muy duro, ser cocalero es muy duro, hay que levantarse a las seis de la mañana, es sacrificado también.

-¿Es algo muy particular, un jugador de fútbol a veces se olvida de las raíces, encuentro en vos algo distinto?


Suele pasar, a veces uno siente un poco de vergüenza en muchos casos, ser hijo de aymara o quechua, pero no hay que olvidarse de lo que uno es.

-¿Vamos atrás 18 años, tienes 8 años y qué hacías?

Recuerdo a mi madre es que se levantaba, hacía ruido con las ollas, por cocinar con fogón. Ella se levantaba para cocinar para que todos salgamos a cosechar. Uno de niño va con su mantel, con su agua, su fiambre y un aro, para ir a cosechar e ir a ayudar a la mamá, luego a las seis de la tarde para ir a descansar y luego ir a jugar.

-¿De qué parte de los yungas eres?

Yo soy de Coripata, es una zona cocalera, la gente vive de la producción de la coca. Si vas un día normal, el pueblo está vacío, todos produciendo coca.

-¿Qué pasó cuando partes de los yungas?

Uno siempre tiene muchos sueños, cada persona tiene algo que quiere cumplir, el mío era jugar en The Strongest. Soy hincha del Tigre, el sueño era jugar en The Strongest, equipo del que toda la familia es hincha. En el cocal todos escuchabamos la radio. Hay yungueños bien stronguistas y bien bolivaristas. Gracias a Dios lo pude cumplir. Pero no salí directo a La Paz, fui a Cochabamba y luego a Sucre pero mi mente siempre estaba en pensar en la oportunidad de jugar en el Tigre, cuando se dio no dudé y me vine.

-¿Es lo que pensabas?

Momentos gratos, momentos duros como en el amor. Creo que en The Strongest he sufrido bastante y como dice mi esposa, es como el amor, estás donde siempre quisiste estar, enamorado y te da alegrías y tristezas. No me arrepiento, me pegaron bastante, uno tiene que aceptar las críticas, en mi vida nadie me ha regalado nada. Cumplí mi sueño y es lo que más feliz me hace.

-¿Meter el gol de la final, otro sueño cumplido?

Si, sueño cumplido pero hubiera sido mejor si salíamos campeón. Para mi ha sido espectacular (deja caer una lágrima?.

-¿Por qué lagrimeas?

Uno se emociona, la familia sufre cuando te va mal, es la que sufre. Es esa especie de amor, siempre quise estar acá y no se daban las cosas como uno quiere. Se me viene a la mente todas las cosas que he pasado. Pero el destino fue bueno, el destino dicta y siempre de donde saliste salió algo bueno. A uno le cuesta salir de donde es, en el campo vas, trabajas y ganas el día a día. Y uno cuando está por salir dice con qué me voy a enfrentar, con qué cosas voy a chocar, que distinto es al campo. Salir del campo a la ciudad, muchos no consiguen acomodarse a la dinámica, gracias a Dios que tuve a mi hermano (Martín) que me ayudó y mira estoy en La Paz, son los momentos más felices de mi vida, conocí el Rafael Mendoza y te hablo como hincha, cada día que entrenó es con una felicidad grande, estoy donde quiero estar. (ADRIÁN ZALLES)

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