– Lo tomo con tranquilidad, porque hice un análisis de los 13 años de carrera que llevo y la verdad es que tuve una regularidad, que es importante para un deportista. En los tres equipos que estuve, en Blooming, The Strongest y Bolívar siempre conseguí cosas grandes. Fui campeón con Blooming y con Bolívar; subcampeón con The Strongest y clasificamos a la fase importante en la Copa Sudamericana al eliminar a la Liga de Quito, por 3-0, en su casa. Siempre estoy peleando cosas grandes.
– ¿A qué se debe este buen nivel?
– Primero, quiero darle gracias a Dios, porque siempre me ayuda en el trabajo que realizo. Cada día uno tiene que trabajar más y acostumbrar a la gente para rendir bien y esforzarse más para mantener la regularidad que siempre tuve.
– ¿Cuándo cumplirás tu sueño de jugar en el exterior?
– No sé. Uno no sabe qué es lo que le depara el futuro. Uno tiene que vivir día a día intensamente; dar lo mejor de uno cada día que pasa, porque uno no sabe si va a despertar al día siguiente.
– ¿A qué se debe el cambio de la numeración en tus camisetas?
– Cuándo falleció mi papá, me dejó un vacío inmenso en el corazón y decidí jugar con el número 55, porque ese año nació mi papá. Y si juego con el 29 es porque esa fecha (29 de marzo) falleció. El número 15 fue por un marketing del club y nada más. Pero el 29 será el número oficial y nunca más lo moveré. La foto que llevo en el pecho de él nunca la voy a sacar, porque le gustaba el fútbol y siempre estará en la cancha conmigo. Él siempre me apoyó en la tierra y desde el cielo siempre me sigue ayudando.
– ¿En los jugadores de hoy existe el amor por la camiseta o por el dinero que cobran?
– Lo que pasa tiene que ser así, si te casas con uno eres fiel. En mi persona, cuando estuve en un equipo siempre me entregué al máximo y por eso he mantenido la regularidad. Al equipo que me ha contratado, siempre le he respondido y por algo confían.
– Los 30 años, ¿es buena edad para un arquero?
– Uno va aprendiendo mucho con cada gol que le hacen, porque sabes qué error cometiste y cómo tienes que ubicarte en la próxima jugada. Existen excepciones, que algunos arqueros a los 20, 21, 22 y 23 años son figuras mundiales, como con una varita mágica. Pero la mayoría madura y mejora.
– ¿A qué arqueros sigues para mejorar tu nivel?
– Siempre me gustó Peter Smaikel, de Dinamarca; Óscar Córdoba, de Colombia y el finado Manuel Tórrez, ellos fueron mis referentes y traté de aprender mucho de ellos. Con Manuel vivimos un año en Blooming y aprendí de él la forma de trabajar y esforzarse al máximo. Y también cómo la gente le crucificó por un partido, porque recibió cinco goles en un clásico al atajar con el pulgar roto y a veces la gente es muy exitista. Tuve que tomar con calma y mantener el equilibrio.
– ¿Cuál es tu máximo sueño?
– Siempre cuando estás en un equipo grande tienes que ganar títulos todos los años, mínimo un campeonato. Siempre está ahí la responsabilidad y eso es lindo en el fútbol.
– ¿Cómo calificas tu participación en Bolívar en los dos años en que eres parte?
– Siempre seré un agradecido con los tres equipos por los que he pasado, Blooming, The Strongest y hoy Bolívar, porque los tres me dieron mucho y aprendí cosas grandes.
– ¿Con qué tapadas, de tus mejores, te quedas?
– Tuve muchas, pero me quedo con la tapada que le hice a Leo Messi cuando me la quiso picar en el estadio Siles y ganamos por 6-0 a la Argentina. En los dos partidos que le enfrenté tuve varios mano a mano con Messi y le pude ganar, eso me queda como bonito recuerdo.
– ¿Qué significa enfrentarse a figuras mundiales?
– Es otra cosa, otra jerarquía, muchas personas desean, pero gracias a Dios somos pocos los que hemos tenido esa oportunidad para vivirla.
– ¿Cómo observas la realidad del fútbol boliviano?
– Todo tiene que cambiar de a poco. Todo el mundo sabe que el problema que tenemos es que no aparecen nuevos valores y eso es por la falta de promoción de las divisiones inferiores. Todos saben dónde está el mal, pero nadie hace nada por cambiar esta realidad.
– ¿Por qué está bajo el nivel, en la Liga y la selección?
– Efectivamente no estamos a la par de otros países, los últimos torneos internacionales dan prueba de ello. Los periodistas saben de esto, pero tampoco se meten a fondo para revelar el problema para que la gente pueda saber las cosas que pasan en el interior. Los hechos siempre quedan a medias.
– ¿Qué males puedes identificar en el fútbol nacional?
– Faltan las divisiones inferiores, que es lo básico. Un ejemplo, Venezuela trabajó en las categorías menores y en la última eliminatoria peleó la clasificación hasta el final.
– A tu juicio, ¿quién debería ser el presidente de la FBF?
– No me meto en esto, porque no sé cómo se maneja. Sólo puedo hablar de jugar fútbol y nada más.
– ¿Los dirigentes actuales deben continuar o dar lugar al cambio?
– No me gusta meterme en cosas que no sé, porque no sé cómo manejan sus estructuras dentro de la Federación. Si supiera, daría una opinión. Prefiero callar.
– ¿Por qué existe cierta inestabilidad en el fútbol boliviano? Bolívar cumple económicamente con sus jugadores, pero otros no.
– Hay estabilidad económica en Bolívar, La Paz FC, Real Potosí, Blooming, Real Potosí y Aurora. Tal vez no existe lo mismo en otros clubes, pero cada cual es dueño de negociar de la forma que le parezca. La economía en varios clubes mejoró, ofrecen contratos que sí pueden pagar. Si existen equipos que pagan más que otros, es porque tienen más dinero y más hinchada.
– ¿Se tiene que dar más apertura a los jugadores extranjeros que a nacionales en el fútbol actual?
– Mira, cada uno tiene derecho a trabajar. Los nacionales y extranjeros tenemos derecho al trabajo en cualquier lado. No nos olvidemos que existen compañeros jugando afuera y trabajando. Y no se tiene que cerrar en ese sentido.
– ¿Cómo ves el futuro de la selección nacional?
– Lo veo bien, porque los mayores que jugamos en la anterior eliminatoria fuimos Leonel Reyes con 34 años y yo con 29 años. El resto tenía entre 23 y 24 años, y ya saben esos jugadores cómo se juega un torneo de calidad, conocen la presión que existe en La Paz y en el exterior. La selección va a estar mejor en la próxima eliminatoria.
– ¿Qué hacer para clasificarse al Mundial Brasil 2014?
– La única vía es trabajar, trabajar y trabajar. Si estamos mal es porque necesitamos más días de entrenamiento que las otras selecciones. Trabajar y jugar varios partidos amistosos que son importantes para ir midiendo y ver en qué termómetro llegas a una competencia internacional.
– ¿Tiene que existir recambio de jugadores?
– Para mí, el jugador que tenga 40 años y pasa por un buen momento, tiene que ser llamado a la selección. El jugador que tenga 18 años, pese a la inexperiencia, pero hace un gran campeonato, tiene que ser convocado a la Verde, porque en la selección tienen que estar los mejores.
– ¿Por qué entrenador te inclinas para la selección, un extranjero o nacional?
– Eso me tiene sin cuidado, porque se tiene que trabajar. Al que venga hay que apoyarlo desde todos los estamentos.
– ¿La selección tiene que seguir jugando en La Paz o irse al interior del país?
– La selección tiene que jugar en todos los lados. La Verde no es solamente de La Paz, sino de Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre, Tarija, Beni, Pando y Santa Cruz. La selección es de toda Bolivia y sería bueno que otra gente, de otro departamento, pueda verla.
– ¿En el Mundial de Sudáfrica 2010 a quién vas para campeón?
– Brasil, porque es Brasil, cinco veces campeón del mundo y siempre en estos eventos cuando las papas queman se agranda y saca esa jerarquía que tiene, esa mística, esa camiseta que ganó tanto.
– ¿Qué jugador será la estrella del Mundial?
– Ahí me pillaste, porque escucho de Messi y Cristiano Ronaldo, pero siempre aparece un diamantito por ahí y esperaremos que sea así.
– ¿Es un Mundial diferente?
– Son encuentros apretados con mucha marca, a veces los equipos se olvidan del arco rival y más se dedican a defender y ganar por 1-0. Espero que mejore y ojalá pueda haber partidos de ida y vuelta, dignos de un Mundial de fútbol.
Arias aspira a ser alcalde de su tierra, Portachuelo
El guardameta de la selección nacional se inició a los 13 años en el fútbol, en su pueblo natal Portachuelo, en el equipo de su padre: Deportivo Obrero. Luego se fue a los cursos de verano para arqueros de la Academia Tahuichi Aguilera, donde su primer maestro fue el ex arquero Erwin Frey.
“Estoy agradecido con Frey y Carlos Aragonés, porque ellos en mi juventud marcaron mucho y me guiaron para estar en este nivel futbolístico”, detalla el guardameta de Bolívar.
En la Academia Tahuichi Aguilera disputó el campeonato Sudamericano de 1995 y el Mundialito Paz y Unidad en 1996. Debutó en primera división de nuestro fútbol a los 17 años (01/11/ 1997), en Blooming.
Salió campeón con Blooming en 1998 y 1999, jugó la Copa Libertadores el 2000. Al año siguiente se puso la camiseta de la selección nacional en la eliminatoria al Mundial 2002 y actúo hasta Sudáfrica 2010. El 2003 actuó en The Strongest, luego volvió a Blooming y desde el 2008 ataja en el arco de Bolívar, múltiple campeón nacional.
En la población cruceña de Portachuelo, el arquero de la selección tiene su familia, pero no creó su escuela de fútbol porque todavía ejerce la profesión.
“Cuando deje de jugar, me gustaría candidatear para ser alcalde y hacer obras para la niñez y la gente de Portachuelo. En mi tiempo libre voy a mi tierra, porque viven allí mi madre y mi familia”.
Arias dice que practicará esta disciplina hasta cuando el fútbol se lo permita. “Debe ser difícil jugar tantos años. Yo voy 13 años y no me hallo fuera de una cancha. En mi tiempo libre me gustaría ser preparador de arqueros de algún equipo de las divisiones inferiores de la selección nacional y me gustaría enseñar lo que he aprendido en los 13 años de actividad”, finalizó.
– ¿A qué se debe este buen nivel?
– Primero, quiero darle gracias a Dios, porque siempre me ayuda en el trabajo que realizo. Cada día uno tiene que trabajar más y acostumbrar a la gente para rendir bien y esforzarse más para mantener la regularidad que siempre tuve.
– ¿Cuándo cumplirás tu sueño de jugar en el exterior?
– No sé. Uno no sabe qué es lo que le depara el futuro. Uno tiene que vivir día a día intensamente; dar lo mejor de uno cada día que pasa, porque uno no sabe si va a despertar al día siguiente.
– ¿A qué se debe el cambio de la numeración en tus camisetas?
– Cuándo falleció mi papá, me dejó un vacío inmenso en el corazón y decidí jugar con el número 55, porque ese año nació mi papá. Y si juego con el 29 es porque esa fecha (29 de marzo) falleció. El número 15 fue por un marketing del club y nada más. Pero el 29 será el número oficial y nunca más lo moveré. La foto que llevo en el pecho de él nunca la voy a sacar, porque le gustaba el fútbol y siempre estará en la cancha conmigo. Él siempre me apoyó en la tierra y desde el cielo siempre me sigue ayudando.
– ¿En los jugadores de hoy existe el amor por la camiseta o por el dinero que cobran?
– Lo que pasa tiene que ser así, si te casas con uno eres fiel. En mi persona, cuando estuve en un equipo siempre me entregué al máximo y por eso he mantenido la regularidad. Al equipo que me ha contratado, siempre le he respondido y por algo confían.
– Los 30 años, ¿es buena edad para un arquero?
– Uno va aprendiendo mucho con cada gol que le hacen, porque sabes qué error cometiste y cómo tienes que ubicarte en la próxima jugada. Existen excepciones, que algunos arqueros a los 20, 21, 22 y 23 años son figuras mundiales, como con una varita mágica. Pero la mayoría madura y mejora.
– ¿A qué arqueros sigues para mejorar tu nivel?
– Siempre me gustó Peter Smaikel, de Dinamarca; Óscar Córdoba, de Colombia y el finado Manuel Tórrez, ellos fueron mis referentes y traté de aprender mucho de ellos. Con Manuel vivimos un año en Blooming y aprendí de él la forma de trabajar y esforzarse al máximo. Y también cómo la gente le crucificó por un partido, porque recibió cinco goles en un clásico al atajar con el pulgar roto y a veces la gente es muy exitista. Tuve que tomar con calma y mantener el equilibrio.
– ¿Cuál es tu máximo sueño?
– Siempre cuando estás en un equipo grande tienes que ganar títulos todos los años, mínimo un campeonato. Siempre está ahí la responsabilidad y eso es lindo en el fútbol.
– ¿Cómo calificas tu participación en Bolívar en los dos años en que eres parte?
– Siempre seré un agradecido con los tres equipos por los que he pasado, Blooming, The Strongest y hoy Bolívar, porque los tres me dieron mucho y aprendí cosas grandes.
– ¿Con qué tapadas, de tus mejores, te quedas?
– Tuve muchas, pero me quedo con la tapada que le hice a Leo Messi cuando me la quiso picar en el estadio Siles y ganamos por 6-0 a la Argentina. En los dos partidos que le enfrenté tuve varios mano a mano con Messi y le pude ganar, eso me queda como bonito recuerdo.
– ¿Qué significa enfrentarse a figuras mundiales?
– Es otra cosa, otra jerarquía, muchas personas desean, pero gracias a Dios somos pocos los que hemos tenido esa oportunidad para vivirla.
– ¿Cómo observas la realidad del fútbol boliviano?
– Todo tiene que cambiar de a poco. Todo el mundo sabe que el problema que tenemos es que no aparecen nuevos valores y eso es por la falta de promoción de las divisiones inferiores. Todos saben dónde está el mal, pero nadie hace nada por cambiar esta realidad.
– ¿Por qué está bajo el nivel, en la Liga y la selección?
– Efectivamente no estamos a la par de otros países, los últimos torneos internacionales dan prueba de ello. Los periodistas saben de esto, pero tampoco se meten a fondo para revelar el problema para que la gente pueda saber las cosas que pasan en el interior. Los hechos siempre quedan a medias.
– ¿Qué males puedes identificar en el fútbol nacional?
– Faltan las divisiones inferiores, que es lo básico. Un ejemplo, Venezuela trabajó en las categorías menores y en la última eliminatoria peleó la clasificación hasta el final.
– A tu juicio, ¿quién debería ser el presidente de la FBF?
– No me meto en esto, porque no sé cómo se maneja. Sólo puedo hablar de jugar fútbol y nada más.
– ¿Los dirigentes actuales deben continuar o dar lugar al cambio?
– No me gusta meterme en cosas que no sé, porque no sé cómo manejan sus estructuras dentro de la Federación. Si supiera, daría una opinión. Prefiero callar.
– ¿Por qué existe cierta inestabilidad en el fútbol boliviano? Bolívar cumple económicamente con sus jugadores, pero otros no.
– Hay estabilidad económica en Bolívar, La Paz FC, Real Potosí, Blooming, Real Potosí y Aurora. Tal vez no existe lo mismo en otros clubes, pero cada cual es dueño de negociar de la forma que le parezca. La economía en varios clubes mejoró, ofrecen contratos que sí pueden pagar. Si existen equipos que pagan más que otros, es porque tienen más dinero y más hinchada.
– ¿Se tiene que dar más apertura a los jugadores extranjeros que a nacionales en el fútbol actual?
– Mira, cada uno tiene derecho a trabajar. Los nacionales y extranjeros tenemos derecho al trabajo en cualquier lado. No nos olvidemos que existen compañeros jugando afuera y trabajando. Y no se tiene que cerrar en ese sentido.
– ¿Cómo ves el futuro de la selección nacional?
– Lo veo bien, porque los mayores que jugamos en la anterior eliminatoria fuimos Leonel Reyes con 34 años y yo con 29 años. El resto tenía entre 23 y 24 años, y ya saben esos jugadores cómo se juega un torneo de calidad, conocen la presión que existe en La Paz y en el exterior. La selección va a estar mejor en la próxima eliminatoria.
– ¿Qué hacer para clasificarse al Mundial Brasil 2014?
– La única vía es trabajar, trabajar y trabajar. Si estamos mal es porque necesitamos más días de entrenamiento que las otras selecciones. Trabajar y jugar varios partidos amistosos que son importantes para ir midiendo y ver en qué termómetro llegas a una competencia internacional.
– ¿Tiene que existir recambio de jugadores?
– Para mí, el jugador que tenga 40 años y pasa por un buen momento, tiene que ser llamado a la selección. El jugador que tenga 18 años, pese a la inexperiencia, pero hace un gran campeonato, tiene que ser convocado a la Verde, porque en la selección tienen que estar los mejores.
– ¿Por qué entrenador te inclinas para la selección, un extranjero o nacional?
– Eso me tiene sin cuidado, porque se tiene que trabajar. Al que venga hay que apoyarlo desde todos los estamentos.
– ¿La selección tiene que seguir jugando en La Paz o irse al interior del país?
– La selección tiene que jugar en todos los lados. La Verde no es solamente de La Paz, sino de Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre, Tarija, Beni, Pando y Santa Cruz. La selección es de toda Bolivia y sería bueno que otra gente, de otro departamento, pueda verla.
– ¿En el Mundial de Sudáfrica 2010 a quién vas para campeón?
– Brasil, porque es Brasil, cinco veces campeón del mundo y siempre en estos eventos cuando las papas queman se agranda y saca esa jerarquía que tiene, esa mística, esa camiseta que ganó tanto.
– ¿Qué jugador será la estrella del Mundial?
– Ahí me pillaste, porque escucho de Messi y Cristiano Ronaldo, pero siempre aparece un diamantito por ahí y esperaremos que sea así.
– ¿Es un Mundial diferente?
– Son encuentros apretados con mucha marca, a veces los equipos se olvidan del arco rival y más se dedican a defender y ganar por 1-0. Espero que mejore y ojalá pueda haber partidos de ida y vuelta, dignos de un Mundial de fútbol.
Arias aspira a ser alcalde de su tierra, Portachuelo
El guardameta de la selección nacional se inició a los 13 años en el fútbol, en su pueblo natal Portachuelo, en el equipo de su padre: Deportivo Obrero. Luego se fue a los cursos de verano para arqueros de la Academia Tahuichi Aguilera, donde su primer maestro fue el ex arquero Erwin Frey.
“Estoy agradecido con Frey y Carlos Aragonés, porque ellos en mi juventud marcaron mucho y me guiaron para estar en este nivel futbolístico”, detalla el guardameta de Bolívar.
En la Academia Tahuichi Aguilera disputó el campeonato Sudamericano de 1995 y el Mundialito Paz y Unidad en 1996. Debutó en primera división de nuestro fútbol a los 17 años (01/11/ 1997), en Blooming.
Salió campeón con Blooming en 1998 y 1999, jugó la Copa Libertadores el 2000. Al año siguiente se puso la camiseta de la selección nacional en la eliminatoria al Mundial 2002 y actúo hasta Sudáfrica 2010. El 2003 actuó en The Strongest, luego volvió a Blooming y desde el 2008 ataja en el arco de Bolívar, múltiple campeón nacional.
En la población cruceña de Portachuelo, el arquero de la selección tiene su familia, pero no creó su escuela de fútbol porque todavía ejerce la profesión.
“Cuando deje de jugar, me gustaría candidatear para ser alcalde y hacer obras para la niñez y la gente de Portachuelo. En mi tiempo libre voy a mi tierra, porque viven allí mi madre y mi familia”.
Arias dice que practicará esta disciplina hasta cuando el fútbol se lo permita. “Debe ser difícil jugar tantos años. Yo voy 13 años y no me hallo fuera de una cancha. En mi tiempo libre me gustaría ser preparador de arqueros de algún equipo de las divisiones inferiores de la selección nacional y me gustaría enseñar lo que he aprendido en los 13 años de actividad”, finalizó.
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