A pesar de la baja temperatura con la que amaneció Sucre, Marco Antonio “Diablo” Etcheverry le puso el calor al Día del Niño, compartiendo momentos de distracción con los infantes y comprometiendo su apoyo para dirigirlos en futuras competencias nacionales.
Aunque es un ídolo de otra generación, la presencia del “Diablo” revoloteó a los niños que se encontraban en la plazuela Aniceto Arce en una de las actividades en conmemoración a su día.
Etcheverry, que hace más de una década dejó el fútbol activo, se olvidó de los años que tiene encima y se sumó a los festejos como un niño más.
Visitó los distintos stands armados en la plazuela, compartió con los infantes y luego se subió a la tarima para regalar balones, juguetes, bicicletas y golosinas a todos los presentes.
Abrazos y choque de manos fueron las muestras de afecto que los niños capitalinos le brindaron a uno de los máximos exponentes que tuvo el fútbol nacional; mientras que jóvenes e incluso adultos, que tuvieron la oportunidad de verlo jugar, no dejaron pasar la oportunidad para sacarse una foto a su lado.
El “Diablo”, que desde hace dos años dejó la formación de niños futbolistas, anunció que pretende volver a hacerlo, ya que es una de las actividades que más satisfacción le ha producido desde que dejó de jugar a la pelota.
Podría volver a hacerlo el próximo año, cuando dirija a las selecciones de Sucre en la Copa de Fútbol 2018, organizado por la Academia Tahuichi Aguilera .
Antes de dejar la ciudad, Etcheverry fue comprometido por el Gobierno Municipal para ser el padrino y entrenador de las selecciones capitalinas que asistirán a dicho certamen. “Me encantaría ayudarlos en todo lo que pueda”, manifestó el “Diablo” al recibir la invitación.
La Copa Tahuichi se desarrollará en Santa Cruz y está convocada para equipos y selecciones desde los siete hasta los 18 años de edad, tanto en damas como en varones.
Por otra parte, Etcheverry no descartó la posibilidad de pugnar en un futuro no muy lejano a la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol.
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