Romero confesó que siempre busca estar en comunicación con sus compañeros, sobre todo con quienes conforman la línea defensiva.
Admitió que es un privilegio vestir la camiseta de Destroyers, con el que tiene el objetivo de llegar a la primera división en corto plazo. Por ahora, defiende sus colores en el torneo de Promoción y Reservas de la Liga. “Vengo entrenando duro día a día para que Dios mediante el ‘profe’ José Peña me tenga confianza y suba a la profesional”, afirmó.
Dio sus primeros pasos en el equipo JM de futsal del colegio Fe y Alegría, dando el salto a la escuela Potrero de Campeones, en la que aprendió los conceptos básicos del fútbol. Luego fue campeón en Santiago (Chile), Belo Horizonte (Brasil) e Iquique (Chile); por otro lado jugó tres meses en la reserva de Oriente Petrolero.
Como parte del crecimiento que experimentó en el deporte rey cuenta que formó parte de la filial de Barcelona en Estados Unidos.
“Mi primer recuerdo es con la pelota en los pies y siempre yendo a buscarla con las manos”, declaró.
En Bolivia admira al retirado Sergio Galarza, a quien calificó como un “señor arquero” y un “gran líder” dentro de la cancha. A nivel internacional sigue la trayectoria del español Iker Casillas, quien milita en el Oporto de Portugal.
Entre sus planes a futuro está el de integrar alguna selección boliviana juvenil, pues considera que llegar a la Verde es el anhelo de todo futbolista en el país.
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