Carlos Conrado Jiménez

El arquero es un puesto en el que un jugador puede ser héroe o villano en cuestión de segundos. Pese a esta verdad inefable, Carlos Conrado Jiménez supo destacarse en el fútbol profesional boliviano en los equipos donde militó, tanto en el país como en el exterior, así como también en la selección nacional.
Siendo aún muy niño, Jiménez sabía que su destino estaba bajo los tres palos; primeramente en los partidos informales que jugaba en las polvorientas calles de Santa Cruz, a comienzos de la década de los 60, y luego ya en su juventud en Real Santa Cruz, club en el que se enroló cuando aún estaba en el colegio Cástulo Chávez. Sus ídolos de siempre fueron Griseldo Cobo y José Issa.
Una vez que salió bachiller se tuvo que trasladar hasta Sucre, donde inició sus estudios en la Facultad de Odontología de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.
Allí, a la par de sus estudios, Jiménez también le dio lugar a su otra pasión, el fútbol, militando en Universitario, que ahora se encuentra como puntero en el torneo de la Liga Profesional del Fútbol Boliviano.
Desde ahí comenzó a destacarse, ya que el equipo salió campeón chuquisaqueño y participó en un torneo nacional.
De ahí dio el salto hacia su consolidación en el puesto, al ser contratado por Chaco Petrolero de La Paz en 1971, que se había clasificado para la Copa Libertadores de América.
Aquí es necesario aclarar que Carlos Conrado decidió ir a La Paz y no a Santa Cruz, donde era pretendido por varios clubes, debido a que allí podía continuar con sus estudios universitarios de odontología.
Luego de estar por tres temporadas en el club petrolero, Jiménez pasó a Bolívar de la misma capital paceña, club en el que lograría sus máximas glorias, formando parte de una pléyade de grandes jugadores como Ricardo Troncone, ‘Pepe’ Solórzano, Édgar Vaca, Pablo Baldiviezo, Luis Gregorio Gallo, Pacho Góngora, Jimmy Lima, Jaime Rimassa, Viviano Lugo, ‘Tanque’ Díaz, Erland Araoz y Carlos Aragonés.
Hay que hacer notar que, salvo algunas excepciones, este equipo era la base de la selección boliviana. A veces hasta 13 deportistas de la academia paceña formaban parte del combinado absoluto.
Con el club celeste asistió a cuatro Copas Libertadores -dos antes en Chaco- y fue golero titular de la selección, casi sin faltar a ninguna convocatoria entre 1972 y 1981, salvo cuando estuvo lesionado.
En 1979, y luego de cumplir una excelente campaña en las eliminatorias para el Mundial de Argentina, habiendo dejado en el camino a Uruguay y Venezuela, la Confederación se inventó un torneo que se jugó en Cali (Colombia) y donde el equipo boliviano sufrió la debacle. Jiménez, a pesar de tener una grave lesión, jugó como titular en el primer partido contra Brasil, en el que volvió a resentirse y tuvo que ser sustituido. La selección perdió 8-0 contra Brasil y 5-0 contra Perú, y la prensa no tuvo piedad con los seleccionados, pero principalmente con él, porque supuestamente dejó ‘vendido’ al combinado verde.
Después de un tiempo en el ostracismo y tras ser operado, retornó para cuidar la valla bolivarista. El 79 volvió a ser convocado a la selección y nuevamente fue titular.
En 1980 estuvo una media temporada en Blooming y en 1981 se fue a Brasil, donde jugó en Coritiba -club que representa a la ciudad de Curitiba- por espacio de un año y medio. Aparte de jugar, hizo unas pasantías a raíz de su carrera universitaria.
Pese a ser pretendido por el Sao Paulo, dejó el fútbol en 1982 a la edad de 33 años. Ahora se dedica a su profesión.

• Figura • Recibiendo como capitán la bandera boliviana, de manos del general Hugo Banzer













Perfil

Un velasquino de pura cepa
Carlos Conrado Jiménez Hurtado nació en San Ignacio de Velasco el 10 de febrero de 1948. A la par de su carrera futbolística, Carlos Conrado nunca dejó de estudiar; es más, se fue primero a Sucre porque había la Facultad de Odontología en la capital chuquisaqueña. Luego a La Paz, donde terminó sus estudios, y finalmente a Brasil, más propiamente Curitiba, donde hizo su especialización. Actualmente es jefe de la carrera de Odontología en la Udabol.

Grave lesión que lo dejó con un estigma
Carlos Conrado Jiménez recuerda, con un dejo de tristeza, una grave lesión, mal diagnosticada, que lo dejó mal parado en ese tiempo y que aún en la actualidad no logra eludir.
Fue en el mundialito de Cali, donde a la selección nacional le tocó enfrentar a Brasil y Perú, por dos cupos al Mundial de Argentina.
Carlos se lesionó en un entrenamiento casi un mes antes de ese torneo. El médico le dijo que era rotura de ligamentos y que con un yeso, en unas cuantas semanas iba a estar bien.
Se volvió a lesionar en un amistoso jugado un día antes de partir a Cali, pero igual se fue con la selección a Colombia. A pesar de la hinchazón de la rodilla entró con triple venda al Pascual Guerrero para enfrentar a los brasileños. En los primeros 12 minutos el partido iba 0-2 y en una pelota que le devolvió Jimmy Lima quedó tendido en el piso y fue reemplazado por Ismael Peinado. Al final el resultado fue Brasil 8 - Bolivia 0.
El periodismo y toda la opinión pública cargaron contra él. “Cómo yo, que era un tipo entrador me iba a arrugar”, asegura el guardameta. Al mes fue operado en La Paz por una triple lesión en la rodilla.



• Capitán • Minutos antes de enfrentar a Cruzeiro de Brasil en un partido de fogueo antes de las eliminatorias 78













Anécdotas y algo más

Decisión al vuelo
Luego de estar dos años en Brasil, integrando el Curitiba, Jiménez fue tentado por el Sao Paulo. Tenía que contactarse con el club al pasar por esa ciudad de venida a Bolivia. Tomó el teléfono, pero no le habló al titular paulista y se embarcó hacia Santa Cruz; ahí acabó su carrera futbolística.

Galardón
El Colegio de Odontólogos de Bolivia tiene instituido el premio Carlos Conrado Jiménez, debido a su destacada trayectoria, el que es entregado al mejor deportista a escala nacional en las olimpiadas que se realizan anualmente entre los profesionales dentistas de todo el país.

Alcaldesa hincha
Jiménez estuvo en Sucre y coincidió en un lugar con la alcaldesa Aideé Nava; él fue a saludarla porque sólo la había visto a través de la TV, después de estrechar su mano y despedirse, le dijeron a la alcaldesa quién era y casi corrió para estar otra vez a su lado, diciéndole que era su hincha.

De lleno en la odontología
El doctor Carlos Conrado Jiménez ahora está dedicado íntegramente a su profesión. Es jefe de la carrera de Odontología en la Universidad de Aquino Bolivia (Udabol) y tiene su consultorio en el que atiende a su clientela por las tardes.
Fue presidente del Colegio de Odontólogos de Santa Cruz, por casi 10 años, durante dos gestiones, en las que se alcanzaron grandes logros, como la construcción de su sede, ubicada en el tercer anillo externo, en la zona noroeste de la ciudad, que cuenta con todas las comodidades para un ente colegiado y donde también se dictan cursos de posgrado para los profesionales, que de esa manera evitan viajar al extranjero para conseguir una especialización.