¿Qué influyó más en la decisión de Botero?

Cuando hoy se conozca la nómina de jugadores convocados a la Selección Nacional para enfrentarse con Venezuela y Chile, el nombre de Joaquín Botero no aparecerá. Las razones son conocidas. Por lo menos, mínimamente. El goleador renunció y nadie —ni el técnico Erwin Sánchez, ni sus propios familiares— le convenció para retroceder en la decisión.

Hoy, el futbolista se escuda en el silencio. Dijo lo que, a su juicio, correspondía. Y calló.

Llamativamente, otros actores de la trama tampoco abundaron en el tema. Daría la impresión de que la “Verde” cuenta con varios Botero, cuando todos saben que no es así, más allá, por cierto, de la marca histórica que involucra al ex Bolívar.

¿Qué se esconde detrás de todo? Acción de La Prensa encaminó una investigación y reunió algunos elementos tan nuevos como reveladores.

La punta del ovillo es posible situarla en México. Es claro que el Correcaminos invirtió en la contratación de Joaquín una suma nada despreciable para un club de Segunda División, más aún en tiempos de crisis global. De hecho, el atacante nacional gana un salario mensual básico no menor a 25.000 dólares.

Aparte, la situación deportiva del plantel no es del todo buena. Precisa a todo su potencial humano para intentar el ascenso, luego de fracasar en la primera parte del año, en la que ni siquiera logró clasificarse a la liguilla final.

Cuando Botero regresó a México tras la excepcional victoria sobre Argentina (en la que él, cómo no, tuvo mucho que ver), recibió felicitaciones por doquier. No sólo eso. También la invitación a una reunión con dirigentes de la entidad, los que —a pedido expreso de la dirección técnica— tenían un planteamiento preparado.

Es que ya no era posible tolerar que uno de los futbolistas mejor pagados de la planilla, y uno de los más importantes por su aporte dentro de la cancha, “desapareciera” casi dos semanas por atender el llamado del seleccionado de su país y perjudicara los intereses del club.

Según trascendió, Correcaminos metió presión. Le habría propuesto cierto tipo de tratamiento económico para cuando Botero dejara el club para incorporarse a la Selección, cuidándose, eso sí, de no ir en contra de la norma FIFA. Al goleador el asunto comenzó a darle vueltas en la cabeza. Lo conversó con Gary, el hermano que oficia como su representante. Coincidieron en una estrategia que iba a ser desplegada ni bien regresara a Bolivia para disfrutar de algunos días de vacación.

El delantero —fortalecido luego de su última actuación y por la chapa de máximo anotador histórico— plantearía a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) un acuerdo reservado: percibir un bono adicional, al margen del habitual de presentación y eventuales premios, que compensara una probable reducción de su salario mexicano.

La FBF recibió la petición y la rechazó de plano. Carlos Chávez no quiso saber de un egreso adicional y le hizo saber al futbolista, aparentemente vía Alberto Lozada, gerente general, que era imposible siquiera negociarla.

Lozada, consultado ayer al respecto, negó la existencia de tal propuesta. “No sé nada, no conozco”, respondió. Recordó que ningún club del mundo, por norma FIFA, “puede descontarle” el salario a un jugador cuando lo cede a su Selección. “Están obligados, hay normas que regulan eso, no se les puede descontar. En caso de hacerlo, el jugador podría denunciarlo y la FIFA sancionaría al club. Pero ésta no es una decisión en la que haya tenido que ver el club, sino es personalísima de Botero”, según Lozada.

José Luis Malibrán, director deportivo de Correcaminos, aseguró ayer a Acción que su club en ningún momento presionó al futbolista para que renunciara a la Selección Nacional.

“De ninguna manera. Nosotros estábamos totalmente de acuerdo con que él acudiera a su Selección. Fuimos muy respetuosos con el reglamento, pero sobre todo con el jugador, porque esto es recíproco: él, al momento de entrar a jugar, lo da todo por el equipo, y nosotros tenemos que darle todo el apoyo para que siga en su Selección”.

Más allá de las palabras oficiales, y de que no haya nadie en ese ámbito para confirmar la versión que aquí se maneja, otras fuentes contaron el resto de lo que ocurrió hace unas semanas.

Botero asumió que no le quedaba más que dar un paso al costado y otorgarle prioridad a su club mexicano, que además es el que muy bien le paga. Y comunicó la medida a la dirigencia. Ésta, aún desconcertada, la traspasó al entrenador Erwin Sánchez y le endilgó la misión de conversar con el jugador para generar un retroceso en la determinación.

El director técnico no sólo fracasó en el intento. También vivió un disgusto porque Joaquín apeló a la memoria para recordarle ciertas prerrogativas que gozó cuando, en su etapa de integrante del equipo, viajaba desde Portugal. Para qué. Entre ambos, según fuentes bien informadas, la charla adquirió tonos de discusión y la despedida resultó fría y distante, pese a que no faltó un circunstancial apretón de manos.

Que el otrora integrante de Pumas de la UNAM y San Lorenzo de Almagro vive una relación sentimental que le ha puesto “pajaritos” en la mente puede ser cierto, pero no es la razón esencial que justifique la deserción. Tampoco la mentada desmotivación. Botero desea preservar sus entradas en Correcaminos, por lo que jamás denunciaría al club que le paga, y, después, volver a un equipo de Primera. Al margen, en su fuero interno considera que la opción clasificatoria de Bolivia es, a estas alturas, mínima.

La Selección se ha quedado sin su hombre más eficaz en los arcos rivales. Se marchó como el goleador histórico, con 20 dianas en 47 partidos.

La nómina

Para las 10.30 de hoy ha sido convocada la conferencia de prensa, en la que la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y el cuerpo técnico de la Selección Nacional anunciarán la nómina de convocados para la doble fecha de eliminatorias que se avecina, contra Venezuela y Chile.

La frase

Ya no se tocó el caso de Botero, porque es una decisión personalísima de él y la respetamos. No estamos de acuerdo, creemos que pierde mucho él como jugador y pierde mucho la Selección, pero al final debemos respetar su adiós por ahora. Ojalá recapacite en el futuro”

Alberto Lozada

Gerente de la FBF

“Tiene su lugar ganado en el Correcaminos”

Joaquín Botero tiene contrato con Correcaminos hasta fin de año. No se marchará del club, salvo que, como está acordado, aparezca una tentadora oferta de alguna entidad de Primera División.

Algunas especulaciones, sobre su posible partida por supuesta disconformidad por parte de la dirigencia, fueron desmentidas ayer por el director deportivo del club, José Luis Malibrán.

Correcaminos no logró clasificarse a la liguilla final del torneo de Segunda División mexicano (Primera A) y eso le costó la cabeza al técnico Joaquín del Olmo, quien abogó por la contratación de Botero. El nuevo, el hondureño Raúl Martínez Sambulá, lo tiene en sus planes.

Malibrán atendió ayer, vía telefónica, el requerimiento de Acción. Primero se refirió a la decisión de Botero, de abandonar la Selección Nacional.

¿Cómo tomó el club la renuncia de Botero a la Selección?

Nosotros, la verdad, somos muy respetuosos en ese aspecto. Siempre hemos respetado a Joaquín, a quien queremos mucho, porque es un profesional dentro de la cancha y afuera también. Lo hemos apoyado mucho en el sentido de que lo hemos dejado ir con su Selección, incluso desde Bolivia hablaron conmigo para que lo soltáramos un poco antes, y nosotros accedimos. Tuvimos una buena relación de trabajo y de amistad. A lo mejor a mí me gustaría verlo en su Selección, pero es una decisión personal y hay que respetarla.

¿Afecta a los intereses del club el hecho de que no juegue más en la Selección Boliviana?

No, nosotros buscamos el rendimiento dentro del equipo. Lo otro sería una motivación extra para él sobre todo. Pero no la necesita, él dentro de la cancha deja todo, sobre la base de eso nos mantenemos contentos. El hecho de tener un seleccionado es un extra.

¿Cederlo a las convocatorias de la Selección afectaba a su club?

Tuvimos un partido muy importante y lo tuvimos que ceder, nos hizo falta, pero es parte de los convenios que hay y del reglamento que marca la FIFA; es parte del compromiso que nosotros adquirimos al tener un jugador de esa categoría. Sabíamos que lo teníamos que ceder en algún momento, y si tocaba la buena o la mala suerte de jugar un partido importante, ni modo. Sí nos afectó, pero fuimos conscientes de que había que cumplir con la norma.

¿No presionó Correcaminos para que Botero no jugara más con la Selección Boliviana?

No, de ninguna manera, nosotros estábamos totalmente de acuerdo en que él acudiera a su Selección, fuimos muy respetuosos con el reglamento, pero sobre todo con el jugador, porque creo que es recíproco, él al momento de entrar a jugar daba todo, y nosotros tenemos que darle todo el apoyo para que siga en su Selección.

Yo le pregunté por qué había tomado esa decisión, y él no dio ninguna explicación, sólo dijo que estaba decidido. Por supuesto, no intentamos convencerle de nada. Me imagino que la pensó muchísimo y como directiva de su club la respetamos.

¿Cuál es la situación de Botero en Correcaminos?

Botero tiene contrato con nosotros hasta fin de año; si por ahí sale algún club del extranjero que lo pida, él puede ir de común acuerdo con nosotros, todo está bien clarito. Por el momento no hay nada. Si se da, es un derecho que él tiene.

¿Están conformes con la actuación del jugador?

Sí, él tiene su lugar aquí ganado, y no hay ningún problema. Su rendimiento es bueno y estamos muy contentos, porque es un tipo que se entrega en la cancha y juega para el equipo.