Un día como hoy, hace 19 años, falleció Víctor Agustín Ugarte, uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del fútbol boliviano.
El ‘Maestro’, uno de los máximos referentes en las décadas del 50 y 60, por su exquisita técnica, no pasó todavía al olvido. Dos ex figuras del fútbol boliviano, Wilfredo Camacho y René Rada, describen con elogios su estampa deportiva.
¿Quién era Ugarte?
René Rada: Para mí ha sido el mejor jugador boliviano de todas las épocas. Fue un jugador muy brillante. Tenía muchas cualidades que lo han hecho grande, era honesto y muy buena persona, humilde y accesible a todo; entonces eso le valió para que haya llegado a un lugar donde otros no han podido llegar, pese a tener también excelentes condiciones para la práctica del fútbol.
Wilfredo Camacho: Para mí ha sido un personaje dentro nuestro fútbol. Lo conocí como ‘Maestro’ y lo sigo respetando de esa manera. En esa época era el mejor jugador de Bolivia.
Después de él surgieron jugadores que han sobresalido, como ‘Chichi’ Romero, ‘Diablo’ Etcheverry, ‘Platiní’ Sánchez y otros que han ido a jugar afuera y eso me alegra mucho, pero Ugarte era algo más.
Me acuerdo que cuando Ugarte estaba jugando en San Lorenzo yo tenía 12 años y todavía no jugaba fútbol, inicié mi carrera durante el servicio militar. Para mí, significa mucho en el fútbol boliviano, y que el sobrenombre de ‘Maestro’ le ha caído como anillo al dedo.
¿Qué recuerdos tienen de él?
Rada: Tengo grandes recuerdos, porque él vivió muy cerca de mi casa, en el barrio Chacaltaya, estaba alojado en la casa de Walter Paiva, donde estaban hospedados la mayoría de los jugadores de Bolívar.
De vez en cuando venía a jugar con nosotros con pelota de trapo (la ‘tejeta’) en una cancha improvisada en la Chacaltaya, ahí lo conocí cuando era chico y ni pensaba ser jugador de fútbol, pero él ya era de la primera de Bolívar. Son años que lo he conocido, para mí y quienes han vivido por aquí ha sido una alegría conocerlo porque aparte de que jugaba y era exquisito en hacer técnicas, nosotros hemos aprendido algo de eso, creo que se ganó el apodo de ‘Maestro’ por esas dotes que tenía para manejar el balón.
Camacho: Entre mis recuerdos está que casi siempre lo marcaba a él porque jugaba de 8 y yo de volante. Tuve la grata satisfacción de estar en varios seleccionados con él, a partir de 1957.
En las concentraciones de la Selección, él se distinguía porque se le ocurría hacer algo y lo hacía. Nosotros usábamos buzos verdes y él tenía blanco, y todos preguntaban quién es ese de buzo blanco y respondíamos: “el ‘Maestro’ Ugarte”.
¿Cómo era dentro y fuera de la cancha?
Rada: Dentro la cancha era el mejor, brindaba alegría, satisfacción y espectáculo, era un jugador completo, la gente disfrutaba de todo lo que hacía dentro la cancha de fútbol, tenía muchas condiciones, a uno lo hacía vivir.
En la vida personal, siempre estábamos jugando en la Chacaltaya, era un amigo más para nosotros. Después se fue a vivir a otro lado.
Camacho: En la cancha siempre ha sido muy participativo, era un buen armador y un buen definidor. Mucha gente no lo ha debido ver tirar los penales, a veces se ponía de espalda y remataba de taco, otras veces se daba la vuelta y tiraba un puntazo, pero tenía su estilo y sus salidas.
Fuera de la cancha tenía sus cosas, como era el ‘Maestro’, hacía como él quería.
Un hecho que se me viene a la mente es que cuando yo era capitán de la Selección del 63 estaba tramitando la pensión vitalicia. Un día me llamaron del Senado para llevar la lista de los beneficiarios, llegué y comencé a dictar y cuando di el nombre de Víctor Agustín Ugarte, me dijeron “profesor, bórrelo de la lista”, me sorprendí y pregunté por qué y me explicaron que hace años que él ya estaba cobrando (sonríe), esas cosas tenía Ugarte...
¿Qué anécdotas recuerda de él?
Rada: Haber jugado con él en la Selección del 63. Él venía constantemente por la zona porque tenía su enamorada que era hermana de un amigo del barrio, entonces nosotros le sacamos provecho, le decíamos “jugaremos” y aprendíamos algunas características de juego, pero infelizmente no se llegó a casar con ella por circunstancias de la vida.
Camacho: No estaba muy ligado a él, pero sí hubo un tiempo que cuando administraba el estadio Luis Lastra, él vivía por ahí cerca, entonces siempre venía a moverse, a dominar el balón y su forma de manejar el balón era indescriptible, y eso lo pueden corroborar quienes han tenido la dicha de verlo en persona.
Me acuerdo una vez cuando Bolívar jugó un partido contra Millonarios, esa vez él hizo maravillas con la pelota, pero más lo hizo para el público y le cuento como ha sido esto: En la delegación de Millonarios había un exhibidor de dominio de pelota y dio cerca de 10 o 12 vueltas el estadio sin dejar caer la pelota al piso, yo estaba en la gradería con otros compañeros de Municipal a quienes nos pidieron colaborar, yo jugué unos 10 minutos cuando se hizo el lesionado Ramón Guillermo Dos Santos para que yo entrará, fue un gran gesto de un amigo. Pero resulta que Ugarte como lo vio al tipo que hacía malabarismo y se ganaba aplausos, comenzó a dominar la pelota, se sentó e hizo sus piruetas, jugueteó entre el hombro derecho y la pierna izquierda, intercalado y cruzado, era todo un espectáculo y también se ganó el hurra, hurra, se levantó y se fue tranquilo y aplaudido. Eran cosas del ‘Maestro’.
Tenía un excelente dominio de balón, un día conté hasta 400 técnicas y después dije con éste me canso porque no sé cuántos más haría y me resigné solamente a mirarlo. Era increíble.
¿Era renegón o tranquilo?
Rada: Como todo jugador, tenía momentos de euforia y otras de bronca, pero no sabíamos cuándo estaba renegando ni cuándo estaba muy tranquilo, pero generalmente era un buen hombre.
Camacho: Tenía sus momentos y motivos. En la cancha habían roces, choques y reaccionaba, por ejemplo he debido recibir más patadas de las que he dado (sonríe). Él era tranquilo. Con él siempre estaban Mario Mena y Guillermo Santos, era poco amiguero Ugarte.
¿Tenía alguna cábala?
Rada: No puedo decir si tenía o no alguna cábala. Yo tenía mi grupo de barrio y andábamos por otro camino.
Camacho: No he sido muy próximo al ‘Maestro’, entonces no puedo decir si tenía o no una cábala.
¿Cómo era su lado bueno y el lado malo?
Rada: Era una persona buena, no era egoísta, muchas cosas compartía, algunas veces ayudaba, incluso cuando le pedíamos que haga ‘técnicas’ no se hacía el grande o se molestaba, agarraba la pelota y demostraba sus cualidades y nosotros como changos lo mirábamos muy atentamente para sacarle algunas cosas.
Algo malo, en todo el tiempo que convivimos como amigos no le he visto hacer algo malo.
Camacho: Lo bueno que tenía era lo que jugaba bien al fútbol, algo malo no le observé.
Fue compañero de la Selección que ganó el Sudamericano el 63, aportó bastante con su fútbol y su carisma.
19 AÑOS han pasado desde el día que falleció el futbolista Víctor Agustín Ugarte Oviedo (24 de febrero de 1995). El ‘Maestro’ nació en Tupiza (Potosí) el 26 de mayo de 1926.
“El ‘Maestro’ era una calidad de persona, tanto dentro como fuera de la cancha.
René Rada / Ex futbolista
“El título de ‘Maestro’ que le dieron a Ugarte lo tenía muy bien merecido.
Wilfredo Camacho / Ex jugador
Humilde
René Rada Calderón, de 75 años, afirmó que Víctor Agustín Ugarte se ganó el mote de ‘Maestro’ porque “era un artista en el dominio de balón y un buen profesor para enseñar a los niños y jóvenes”.
Recordó que cuando compartió vestuario con Ugarte, en Bolívar en la década de los 60, “no era extravagante como sabía ocurrir con otros jugadores que tenían menos calidad y condiciones, especialmente los extranjeros, él estaba presto a ayudarte y eso era una de sus tantas virtudes que siempre lo recordamos quienes hemos tenido la dicha de haberlo conocido y visto jugar”.
Comentó que cuando estaba en la cuarta especial de Bolívar, y Ugarte en la Primera, “era un orgullo poder verlo jugar, porque nos daba lecciones de dominio de balón, nos ha dejado buenas enseñanzas que, en lo personal, jamás las voy a olvidar porque muchos de nosotros aprendimos muchas cosas”, resaltó el ex jugador.
Se ganó el cariño de sus compañeros
Wilfredo Camacho, uno de los goleadores de la Selección Boliviana del 63, recuerda con gratitud que “los goleadores de la Selección del 63, como un justo y merecido reconocimiento, le regalamos una motocicleta al ‘Maestro’”.
Contó que después de recibir los premios por el título se organizó una rifa, cuyo premio era una motocicleta, “yo le compré 100 boletos al ‘Maestro’ porque lo queríamos despedir de la forma que se lo merecía, y así fue, después quedamos satisfechos todos con ese sentimiento que le habíamos demostrado”.
Dijo que el fútbol boliviano de hoy “necesita 20 ‘Maestros’ Ugarte para salir del lugar donde se encuentra, porque hay gente capaz pero les falta amor a la camiseta y humildad, ojalá hubiera 20 por lo menos y tendríamos mejores esperanzas de festejar títulos”.
Recalcó que la fundación de la Liga fue el acabose del fútbol boliviano, porque “la promoción de valores se ha cerrado, poca importancia le dan a las divisiones menores, encima se han olvidado de las asociaciones donde se forman jugadores. Espero que esto cambie para mejorar nuestro fútbol”, finalizó.
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