En el barrio había muchos lotes baldíos, eran utilizados como canchas de fútbol. Aquel espacio era bien aprovechado para jugar con sus compañeros, todos mayores que él. Esa habilidad con la pelota, le permitió antes de sus 8 años, ingresar al Club "Enrique Happ", principalmente motivado por uno de sus primos.
Fue aceptado. El club era organizado, no solo tenía sus canchas con material de trabajo, sino también recibía material deportivo como sobre alimentación, bajo la dirección de dedicados directores técnicos.
"Lo recuerdo bien a don Enrique Happ (judío-alemán) y agradezco a Dios por haberlo conocido, además que llegó en la época que estaba ahí", indicó.
Eduardo debutó de zaguero central, si bien era un poco flojo al principio, explotaba su talento con la pelota. Ingresó al colegio Maryknoll de donde salió bachiller.
Pasaron los años y su tío Mario Guzmán permitió que se pruebe en Petrolero de Cochabamba. Tenía 18 años, su club Enrique Happ lo vendió para que Eduardo pueda estar en el fútbol profesional. Su partido debut fue contra Bamin de Potosí, ganaron 3-1 y jugó con la casaca 3.
No fue muy complicado el debut, porque ya tenía roce internacional, al ser convocado en una selección juvenil que jugó en Venezuela y luego fue parte de la Selección Juvenil Boliviana para jugar el torneo "Juventudes de América".
"El debut en la Liga Profesional fue lindo, porque fue un sueño hecho realidad jugar en la primera división, sin que haya pretendido querer eso. Jugaba al fútbol porque me gustaba, me divertía, amaba más que ahora el fútbol porque era niño, era joven, entraba a los estadios agarrando el maletín de un jugador de petrolero, como si fuéramos el hijo o el sobrino", recordó.
Después de Petrolero pasó a varios equipos de la Liga, como The Strongest donde salió campeón por primera vez, Blooming, San José donde fue capitán y campeón en 1995, Wilstermann y se retiró como futbolista del Club Independiente Petrolero de Sucre.
"Llego a San José el 93, teníamos competencia con equipos chilenos y Bolívar en la Libertadores. El 94 me fui a Bolívar y el 95 retorné a San José. ´Cata´ Roque pide mi presencia y como había vivido acá dije que era bueno. Se arma un equipo con menos figuras que el 92, pero con muchos más obreros y la euforia del público orureño era alta. Salimos campeón con San José y fue maravilloso", afirmó.
Su dote de buen jugador lo llevó desde 1981 hasta que se retiró casi a todas las selecciones bolivianas, desde juvenil hasta la mayor.
"Por el fútbol dejé de estudiar la carrera que había elegido como era Derecho, la dejé en el segundo año y en el periodo que jugaba no previne. Si hubiese estado estudiando quizá me habría enganchado a mi carrera, es algo que quedó pendiente en mi vida personal y el compromiso que había con mis padres", señaló.
TÉCNICO
Cuando terminaba su carrera como futbolista, definió ser entrenador. Pero antes de ello, decidió hacer el curso de entrenador. Planificó irse a la Argentina, pero le informan que en La Paz se abrió el Instituto Superior de Entrenadores de Fútbol (ISEF).
Aprovechó esa oportunidad, simultáneamente es invitado a ser técnico de Independiente de Sucre y San José, pero no le fue bien, aspecto que reconoció porque sentía que no estaba aún preparado y los clubes no eran muy organizados, tanto administrativa como económicamente.
"Se podría entender como un fracaso, pero no lo asumí así, porque tenía una visión más amplia para trabajar de mejor manera. No fue algo que me debilitó o me provocó un bajón. Con la capacitación que tuve, encontré un punto de inflexión, me fortaleció el curso con mi conocimiento de campo trasladado a la dirección técnica", aseguró.
Pese a estar en esos dos equipos, aún no se sentía director técnico, porque consideró que los dirigentes contratan a los técnicos para que tomen decisiones, decidir por poner a algún jugador en el campo o hacer algún cambio.
En el 2006, Eduardo es llevado a The Strongest, equipo que le permitió convertirse en un técnico de verdad.
"Vamos a jugar a Santa Cruz. Yo tenía 35 años, Coelho fue mi compañero de equipo, pero jugaba tan mal que no hacía pie en la cancha. Lo cambio a los 20 minutos del primer tiempo, era una locura seguramente para los relatores, los dirigentes, para todos, pero lo cambié porque en ese periodo Blooming dirigido por ´Tucho´ Antelo, ya nos ganaba 1 a 0. Mi equipo se para con el cambio, Coelho se sale por el otro lado, seguro me insulta no sé, pero esa decisión originó que ahí me sienta entrenador, porque mi equipo jugó bien. Finalizado el partido, Antelo se me acerca y me dice, ´el cambio que hiciste nos fregó´", indicó.
En el 2006, Universitario lo tuvo como entrenador y fue en el 2008 la primera vez que salió campeón con un equipo en la Liga. Le dieron los dirigentes todas las condiciones para lograr ese objetivo, no solo económicas, sino también de tomar decisiones con el equipo, sin que nadie interfiera.
"En algún caso agarraba la mano de un jugador y le explicaba en los entrenamientos que tenía que hacer un recorrido o movimiento por allá. Me permitía hacer eso porque eran jóvenes y recién habían ascendido a la Liga, pero ahora no lo puedes hacer con un jugador profesional", recordó.
Añadió que la realización como entrenador es que los jugadores plasmen en la cancha lo que en el entrenamiento se hace.
Tras Universitario vino Wilstermann, jugaba el descenso indirecto cuando lo contrataron. Ganó los partidos contra Ciclón y al año siguiente, lo llevó a campeón.
Posteriormente, el turno fue The Strongest, estaba en un mal momento en la Liga, ocupaba el puesto 11. Cuando asumió la dirección en ese equipo paceño, en su contrato hizo anotar un premio si salían campeones. Los dirigentes no creían esa petición porque el equipo estaba abajo en la tabla. Sin embargo, Eduardo se propuso y con una "buena mano" llevó al "tigre" a campeón y por tres veces consecutivas.
En el 2010 fue invitado a ser técnico de la Selección Boliviana de manera interina. "No me gustó, pero en el interinato me di cuenta de la desorganización de la Selección en ese periodo, porque hubo algún partido que jugábamos contra México en San Francisco, pero no nos dieron los jugadores porque simplemente no quisieron algunos clubes y ahí empieza más el desorden dirigencial, porque cada club hacía lo que quería", afirmó.
SAN JOSÉ
Desde el 2011, Eduardo fue invitado a San José, pero no había oportunidad de llegar. Hasta que en este año, Martínez lo convenció para hacerse cargo del equipo.
"Lo hablamos mucho con el profe Jaime Jiménez y cada vez que comentábamos del fútbol, decíamos que tenemos que ir a San José. Llegué con las mayores aspiraciones, porque siento que en Oruro hay una energía, no sé si son los minerales, pero hay una energía de la tierra, es buena, es positiva, lo he sentido como futbolista y en las calles, también uno se fortalece con ese positivismo y cariño de la gente, y cuando tienes que trabajar en la cancha lo haces en un 100 por ciento, así me siento como técnico por ese cariño y la energía que irradia Oruro", afirmó.
Su propósito es salir campeón con San José, debido al proceso que realizó con el equipo y por el empeño que los jugadores le ponen en esta etapa.
EL FUTURO
Entre sus aspiraciones, está en dirigir fuera del país, para posicionar a la dirección técnica nacional en un buen sitial. Pero su desafío también está en dirigir la Selección Boliviana, siempre y cuando le den un proceso de cuatro años para hacerlo.
Eduardo señaló que si bien el fútbol nacional no está en un buen momento, son los entrenadores quienes pueden aportar a su mejoramiento, en base a capacitación, aspecto que no es imposible. e
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