Desde el 9 de mayo de 1995, cuando Lorgio Álvarez debutó en el triunfo de Blooming sobre San José (3-0), pasaron 23 años y la semana pasada el futbolista alcanzó los 500 partidos en Primera División, registro no habitual, un recordman en vigencia en el fútbol boliviano.
El dato de los 500 cotejos corresponde al estadígrafo Víctor Quispe Perca, quien además precisa que Álvarez jugó más en Blooming, con 279 actuaciones, luego en Bolívar (129), Oriente (73) y finalmente en Destroyers (20).
— ¿Cómo se siente con más de 20 años en Primera?
— Estoy bien físicamente, agradecido con Dios que me brinda salud, estar sano y me da el privilegio de hacer lo que más me gusta, que es jugar. Y a medida que pasa este campeonato, desde que volví este año, me siento mejor. No olvidé que vengo de un año y nueve meses de estar parado.
— ¿Qué significa haber jugado 500 partidos?
— Es el resultado de muchas cosas, creo que es todo un proceso, que lo cumplí en base a disciplina, dedicación, cuidados y entrega. Solo soy un agradecido a todos los clubes en los que jugué y me recibieron de la mejor manera.
— ¿En algún momento pensó que alcanzaría esa cifra?
— No, no, para nada, ni idea. Cuando tienes 17 años y debutas en el fútbol, ese rato solo piensas en hacerlo bien y en tener la oportunidad para afianzarte. Obviamente a lo largo de los años uno siempre quiere conseguir objetivos: jugar todo lo que presente, llegar a la selección, ir a jugar afuera, pero nunca te imaginas llegar a 500.
— ¿Qué momentos especiales le marcaron?
— Muchos, por supuesto todos los títulos que he ganado en los diferentes clubes, además de vestir la casaca nacional e ir a jugar afuera del país. Pero lo que siempre tengo en mente es haber cantado el Himno de Bolivia en varias ocasiones, eso no tiene precio y nunca lo olvido.
— ¿Algún compañero o DT especial en su carrera?
— Sí, seguro, muchos compañeros, pero si tengo que citar a uno es seguramente a Ronald Raldes, con quien he compartido equipos, selección y además que tenemos una larga amistad de vida. Y un entrenador que me marcó y me dio pautas esenciales de vida, sobre todo de joven y a veces tu cabeza está en otra, es Carlos Aragonés.
— Pablo Escobar dejará el fútbol, ¿en su caso no está tomada la decisión?
— Había escuchado eso de Pablo, primero felicitarlo por la brillante carrera que hizo en el Tigre y además yo creo que fue un referente del fútbol boliviano, sobre todo para los chicos, que deben saber que jugar hasta los 40 es producto de mucho esfuerzo y disciplina, no es por el carnet.
— ¿Cuánto más estará ligado al fútbol activo?
— Hasta que Dios lo permita, porque a veces uno se equivoca al decir cuánto tiempo más va a jugar. Yo me equivoqué en 2015 al anunciar mi retiro. El fútbol es una profesión que cuesta dejar, si uno sigue jugando es porque hay salud, posibilidades y trataremos de jugar hasta donde se pueda. Yo me siento aún capaz y fuerte de continuar. No juego porque soy Lorgio Álvarez, sino porque sigo trabajando con esfuerzo día a día, me alimento bien, descanso mejor y trabajo con todo.
Álvarez junto a sus tres hijos en Santa Cruz. Foto: Lorgio Álvarez
— ¿Basta con tener buena salud y vida sana?
— Bueno, hay que admitir que los años no pasan en vano. Uno no tiene la dinámica de antes, pero un jugador mayor aporta criterio y serenidad al juego, esos son elementos distintos a la intensidad que un joven puede aportar.
— ¿Por qué volvió luego de despedirse?
— Me animé a jugar otra vez porque el técnico y el presidente de Destroyers me invitaron a principio de temporada. Yo estaba trabajando con los niños de mi escuela y ahora que volví dejé aquella actividad por el momento, además que ya empecé a estudiar para técnico.
— ¿En qué quedó su escuela para formar a los niños y adolescentes?
— El proyecto está con pausa temporal porque considero que antes debo capacitarme muy bien, hacer el curso de entrenador. Me falta un año más para graduarme, apunto a actuar con responsabilidad y prepararme adecuadamente. Una cosa es ser futbolista y otra ser entrenador. El fútbol tiene una alta exigencia en cualquier nivel, ya sea de jugador o entrenador, y uno debe estar preparado para asumir esas exigencias y responsabilidades. Ahora no hay tiempo para formar niños, porque hay que entrenar en el día a día. Creo firmemente en que no es bueno seguir a medias.
— ¿Por qué aún cuesta renovar al fútbol boliviano?
— Pasa por la formación, pocos clubes invierten en la parte formativa como Bolívar, Oriente, Blooming, lastimosamente los demás no. Además, las hinchadas son resultadistas, quieren salir campeones ya nomás, sin analizar el armado del equipo. Los chicos no tienen ese proceso para que los lleven poco a poco hasta la Primera. No hay torneos juveniles, se juntan a nivel de selecciones menores 20 días antes de un torneo cuando debieran venir de verdaderos procesos.
— ¿En Destroyers cómo tratan a los jóvenes?
— Pedimos a la dirigencia que les dé su lugar, pero también queremos que los chicos se den al 100 por ciento, solo así se podrán lograr resultados. Ellos deben trabajar motivados, conscientes de que en cualquier momento tendrán la oportunidad. Pero en general, estos años vi y comentamos con los mayores que algunos jóvenes jugadores terminan de entrenar y ya agarran su celular y a chatear, no los vemos metidos y eso debe cambiar allá donde estén.
— ¿Será por eso que como Ud. hay otros mayores que aún juegan?
— Sí, no soy el único que sigue jugando, seguimos muchos mayores como Pablo Escobar, Ronald Raldes, sigue Darwin Peña, Carlos Saucedo, José Alfredo Castillo, son jugadores de buen nivel y goleadores. No hay la renovación esperada por esos factores que hablamos siempre. Ahora se están dando los primeros pasos con César Farías con rodaje a jóvenes que juegan cotejos en el exterior y con gente joven.
— Citó el trabajo de Farías, ¿sabe algo de la labor de Sixto Vizuete?
— Sé que con la Sub-20 se hizo una gira por diferentes países, esperemos que dé sus frutos, que los jóvenes tengan muchos minutos y se sigan fogueando. Jugar fuera del país tiene cosas positivas, se forma un grupo, los chicos van adquiriendo responsabilidad, cariño por la casaca verde, se hacen fuertes, y no hay cosa más importante que jugar en la selección y representar al país.
Perfil
Nombre: Lorgio Álvarez Roca, nació en Santa Cruz, el 29 de junio de 1978.
Hijos: Luis Alberto (18), María Fernanda (17) y Matías (9).
Clubes: Blooming, Oriente, Bolívar, Destroyers; Cerro Porteño e Independiente de Avellaneda.
Selección: Desde 2001 jugó Eliminatorias y Copas América.
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