El Deber
En El Carmen, la zona del kilómetro 9 de la antigua carretera al interior del país, realizó sus primeros ‘pininos’ en el fútbol un muchacho de físico menudo, pero con mucha habilidad. Era Lorgio Antelo, ‘Bocha’ para sus compañeros y también para la afición deportiva.
Admirador del brasileño Zico y del argentino Ricardo Bochini, Lorgio siempre trató de emular el buen trato al balón que le daban por entonces esas dos ‘lumbreras’ del fútbol.
Su juego siempre fue por la media cancha, con la 8 ó 10 en la espalda. En 1981 se incorporó a Libertad de la Primera B, equipo con el que logró el ascenso a la Primera A. De ahí saltó a la Liga, a las filas de Real Santa Cruz.
Del cuadro merengue tiene muy buenos recuerdos y nombra a Limberg Viruez, Negro Vásquez, Juan Carlos Huari, Carlos Guardia, Yiyo Ávila, Chichi Romero y Farías, entre algunos de sus compañeros.
Viene a su memoria la final de la Liga en 1985, que se jugó en Cochabamba, frente a Bolívar de La Paz, porque el árbitro anuló un gol a Juan Ernesto Lezcano, que pudo haber sido la consagración del equipo albo como campeón.
En 1989 pasó a Oriente donde jugó con Celio, Rómer Roca, Marciano Saldías, Bernuncio, Carlos da Silva, entre otros. En 1990 fue cedido a Independiente Petrolero de Sucre y en 1991 militó en Bolívar de La Paz.
Participó en una selección juvenil cruceña y fue convocado dos veces al combinado boliviano preolímpico.
En 1992 estuvo en San José de Oruro, equipo que ese año disputó la Copa Libertadores ante San Pablo y Criciuma de Brasil.
De ese torneo internacional guarda como un recuerdo imborrable el gol que marcó ante San Pablo en el estadio Morumbí. “Fue una entrada en profundidad por la derecha de Álvaro Peña, que tiró un centro al área y ahí le di de primera, ante el acoso de los defensores y logramos el empate”, agrega ‘Bocha’.
Tras jugar nuevamente en Independiente de Sucre, volvió en 1995 a Real Santa Cruz, pero una lesión le obligó a colgar las chuteras.
Perfil
En el negocio de los seguros
Lorgio Antelo Lecaro nació en Santa Cruz de la Sierra el 3 de agosto de 1962 en el hogar de los esposos Alberto Antelo e Irma Lecaro. Casado con Nury Morales tiene tres hijos: Nury Ruset, Lorgio Andrés y José Carlos. Luego de abandonar la práctica del fútbol profesional entró a trabajar en la empresa de seguros Nacional Vida, donde tiene el cargo de cobrador. Juega en la Mutual en el club José Giglioti y en encuentros informales en La Guardia, su lugar de residencia.
En El Carmen, la zona del kilómetro 9 de la antigua carretera al interior del país, realizó sus primeros ‘pininos’ en el fútbol un muchacho de físico menudo, pero con mucha habilidad. Era Lorgio Antelo, ‘Bocha’ para sus compañeros y también para la afición deportiva.
Admirador del brasileño Zico y del argentino Ricardo Bochini, Lorgio siempre trató de emular el buen trato al balón que le daban por entonces esas dos ‘lumbreras’ del fútbol.
Su juego siempre fue por la media cancha, con la 8 ó 10 en la espalda. En 1981 se incorporó a Libertad de la Primera B, equipo con el que logró el ascenso a la Primera A. De ahí saltó a la Liga, a las filas de Real Santa Cruz.
Del cuadro merengue tiene muy buenos recuerdos y nombra a Limberg Viruez, Negro Vásquez, Juan Carlos Huari, Carlos Guardia, Yiyo Ávila, Chichi Romero y Farías, entre algunos de sus compañeros.
Viene a su memoria la final de la Liga en 1985, que se jugó en Cochabamba, frente a Bolívar de La Paz, porque el árbitro anuló un gol a Juan Ernesto Lezcano, que pudo haber sido la consagración del equipo albo como campeón.
En 1989 pasó a Oriente donde jugó con Celio, Rómer Roca, Marciano Saldías, Bernuncio, Carlos da Silva, entre otros. En 1990 fue cedido a Independiente Petrolero de Sucre y en 1991 militó en Bolívar de La Paz.
Participó en una selección juvenil cruceña y fue convocado dos veces al combinado boliviano preolímpico.
En 1992 estuvo en San José de Oruro, equipo que ese año disputó la Copa Libertadores ante San Pablo y Criciuma de Brasil.
De ese torneo internacional guarda como un recuerdo imborrable el gol que marcó ante San Pablo en el estadio Morumbí. “Fue una entrada en profundidad por la derecha de Álvaro Peña, que tiró un centro al área y ahí le di de primera, ante el acoso de los defensores y logramos el empate”, agrega ‘Bocha’.
Tras jugar nuevamente en Independiente de Sucre, volvió en 1995 a Real Santa Cruz, pero una lesión le obligó a colgar las chuteras.
Perfil
En el negocio de los seguros
Lorgio Antelo Lecaro nació en Santa Cruz de la Sierra el 3 de agosto de 1962 en el hogar de los esposos Alberto Antelo e Irma Lecaro. Casado con Nury Morales tiene tres hijos: Nury Ruset, Lorgio Andrés y José Carlos. Luego de abandonar la práctica del fútbol profesional entró a trabajar en la empresa de seguros Nacional Vida, donde tiene el cargo de cobrador. Juega en la Mutual en el club José Giglioti y en encuentros informales en La Guardia, su lugar de residencia.
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