Han pasado casi seis meses desde que Joaquín Botero renunció sorpresivamente a la Selección Nacional. El goleador histórico de Bolivia había decidido ponerle punto final a su “idilio” con la “Verde”. La única razón que esgrimió entonces fue la falta de motivación, y a partir de ahí su deseo de dejar su lugar para los más jóvenes.
Los tres goles que le hizo a Argentina, en la recordada goleada en Miraflores el primer día de abril de este año, habían sido los últimos. A partir de ahí optó por marcharse casi en silencio.
Hoy, Joaquín Botero piensa diferente. Se podría decir que la nostalgia por la camiseta de la Selección le hizo retroceder un poco, a tal punto que deja abierta la posibilidad para volver, si el tiempo le alcanza y su nivel se lo permite.
Después de meses de un silencio casi sepulcral sobre aquella decisión, el máximo goleador de la historia de la Selección decidió romper esa barrera y decir lo que hoy por hoy piensa.
Pasó el tiempo, terminó la Eliminatoria mundialista y también el proceso de Erwin Sánchez. El atacante, al servicio del Correcaminos de la segunda división del fútbol mexicano, admite que le gustaría volver al “equipo de todos”.
“Me dieron muchas ganas de estar en el ‘Hernando Siles’ en el partido contra Brasil”, le dijo a Acción de La Prensa.
También habló de su presente en México y como un referente de Bolívar se animó a opinar acerca de la salida de Gustavo Quinteros de la dirección técnica de la “Academia”.
¿La Selección sigue siendo un tema cerrado para vos?
Sí. No quisiera hablar más del tema. Fue una decisión personal. No tuve ningún problema con nadie, ni con la Federación, ni con el técnico, ni con mis compañeros. Fue personal.
¿Puedes aclarar qué es lo que pasó? Se llegó a hablar de que de por medio había un tema de plata...
(Interrumpe) No, no, no, no. Nada que ver. La plata no tiene nada que ver. Cuando estaba en Bolivia escuché algo de eso. A mí se me pagó como a todos, nunca recibí un peso más ni de la Federación, ni de nadie, me cumplieron con los premios y lo estipulado con el presidente, cobré lo que me correspondió.
¿Hubo diferencias con Erwin Sánchez?
No, no. Fue él quien me dio la oportunidad de volver a la Selección. Yo estaba ahí (en Venezuela) medio perdido. La verdad es que estoy agradecido con “Platiní”, pero dije “no va más”.
¿Fue por darle prioridad al Correcaminos?
Mi club estaba eliminado. Cuando asumí la decisión estaba de vacaciones. Todo lo que se dijo es falso. Fue personal, pero no quiero entrar en detalles.
Es la primera vez que te refieres al tema, ¿qué influyó entonces para tu renuncia?
Fue por un tema familiar, son cosas que determiné en su momento. Después, al ver por televisión el partido con Brasil...
¿Qué paso?
Quería estar ahí, lo sentía, pero también sabía que la decisión ya estaba tomada.
Noto en tus palabras que puede haber marcha atrás. Pronto se iniciará un nuevo proceso. Si decides volver, no serías el primero ni el último que lo haga...
El tiempo lo va a decidir, vamos a ver cómo estamos en su momento (en alusión a sus condiciones físicas y técnicas, pero también anímicas).
Te repito, da la impresión de que quieres estar otra vez en la Selección...
Si, sí. Sentado frente al televisor, viendo a Bolivia contra Brasil, me dieron muchas ganas de volver. Además, mis compañeros del club y de la Selección a diario están molesta y molesta para que regrese.
¿Es una cuestión de orgullo, de que nadie te critique, el que todavía sigas diciendo que no?
(Risas) La verdad fue personal, pero tengo ganas, hay que ver.
Para irte, ¿lo pensaste mucho o fue algo rápido?
En la concentración para el amistoso contra México les comenté la idea a (José Alfredo) Castillo y (Juan Manuel) Peña. Él (Peña) me dijo que no sea “burro”, que venía el partido contra Argentina, entonces me convencieron entre los dos. Anoté ese día tres goles y después decidí retirarme.
¿Tu festejo cruzando los brazos varias veces después del tercer gol a Argentina significó tu adiós a la Selección?
No. Sólo quise decir que después de eso se podía acabar el partido. No tenía nada que ver con lo otro.
¿Tu amigo Luis Ribeiro no trató de convencerte para que retires tu renuncia?
No, porque en ese momento, después de tomar la decisión, todos los teléfonos los había apagado. No quería saber nada. Ahora... no sé.
¿Cómo evalúas tu presente en el Correcaminos?
Las primeras fechas estuvimos punteros, luego tuvimos un bajón y no pudimos clasificar a una liguilla. El domingo perdimos el partido, nos fue mal. Nos queda uno. Para mí es un fracaso a nivel de equipo por la calidad de jugadores que hay. Estoy triste por eso.
¿Cómo la ves?
Hay posibilidades aún, está ahí la chance, pero es difícil. Los que están a uno o dos puntos arriba de nosotros tienen dos partidos pendientes, tendrían que perder ambos. Nosotros vamos a descansar el fin de semana y nos queda uno por jugar, es muy difícil, habrá que ver lo que pasa.
¿Cuántos goles hiciste en esta temporada?
Marqué cinco. En lo personal, tampoco creo que el balance sea bueno. Son cosas que pasan en el fútbol.
¿En total cuántos desde que llegaste al Correcaminos?
Creo que son diez u once, contando la anterior temporada.
¿Estás pensando en tu futuro?
Voy a ver, quiero quedarme acá, pero bueno... habrá que conversar con la gente de Correcaminos. Mi contrato acaba a fines de noviembre, quedaré libre y analizaré mi futuro.
¿Está en planes volver al fútbol boliviano?
Sería la última opción porque quiero seguir jugando fuera. Además, en Ciudad Victoria la gente me trató muy bien, la directiva y los compañeros hicieron que esté contento acá y eso es importante para un jugador. A pesar de ser extranjero, la verdad es que recibí un trato cordial.
¿Se puede decir que México te sienta bien tomando en cuenta que en Venzuela y Argentina no te fue bien?
Sí, en Argentina no me dieron la oportunidad de jugar. En Venezuela venía de nueve meses sin jugar, sin hacer una pretemporada, llegué a jugar y querían que haga goles, era muy difícil, llegaron las lesiones, los desgarros, por eso decidí renunciar y regresé a Bolivia
¿Seguiste la campaña de Bolívar?
Hizo una buena campaña en el torneo boliviano. En el fútbol se gana, se pierde o se empata. Según lo que vi, Blooming ganó el torneo Clausura y después del partido final hubo muchos dichos de jugadores, presidentes, cosas que no son buenas y que sólo suceden en Bolivia.
Esa historia de dichos terminó con la salida de Gustavo Quinteros. ¿Sabes por qué se dan esas cosas?
No sé, la verdad. Si Bolívar salió campeón y porque pierde una final se tiene que ir la gente, no creo que sea así. Considero que hizo las cosas bien, por algo salió campeón (del torneo Apertura) y por perder una final se fue una persona, eso quiere decir que (los dirigentes) no tienen paciencia con los técnicos.
Joaquín es EL más GOLEADOR en el Siles
Joaquín Botero es portador de varias marcas en el fútbol boliviano. Una que no se conocía es que es el máximo goleador en partidos de la Liga jugados en Miraflores.
El amigo estadístico Sergio Gutiérrez David (boliviano residente en Brasilia) nos hizo llegar algunos valiosos apuntes sobre los 1.904 partidos ligueros disputados en el estadio Hernando Siles.
Primero, se llegó a los 1.900 en el cotejo entre La Paz Fútbol Club y San José, el sábado 1 de noviembre. Luego, hubo otros cuatro encuentros.
The Strongest disputó 760 partidos en Miraflores. Bolívar, 720. Chaco Petrolero 190, Oriente Petrolero 175 y Wilstermann 159.
(Es preciso señalar que el “Hernando Siles” no es el estadio liguero con mayor cantidad de encuentros, ya que en el “Tahuichi” se disputaron 1.934 partidos desde que se fundó la Liga).
Según los datos de Gutiérrez David, los principales goleadores ligueros en el estadio Siles son Joaquín Botero, con 111, y luego aparecen los ya retirados y recordados Fernando Salinas (110), Carlos Borja (99), Jorge Hirano (93), Jesús Reynaldo (83) y Miguel Mercado (81).
Botero se marchó de la Selección Nacional —a la que parece que volverá en cualquier momento— habiendo convertido 20 goles con la “Verde”, dejando atrás la marca que durante 45 años fue propiedad del recordado “Maestro” Víctor Agustín Ugarte, quien convirtió 16.
La mayoría de sus anotaciones para la Selección fueron en “su” estadio preferido, el de Miraflores: 17 en total.
Botero, nacido en El Dorado, de La Paz, el 10 de diciembre de 1977, y que en el fútbol boliviano sólo defendió la camiseta de Bolívar, debutó en la Selección —entonces dirigida por el argentino Héctor Veira— el 25 de julio de 1999, frente a Egipto, en un partido de la Copa Confederaciones, disputado en el famoso estadio Azteca, de México.
La puerta de la FBF también está abierta
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) nunca le cerró las puertas definitivamente a Joaquín Botero. Cuando él tomó la decisión de marcharse, la posición oficial fue la de asumir el tema como “algo probablemente temporal” y esa visión no ha cambiado.
“La Federación no cree que se trate de una despedida definitiva”, declaró en mayo el gerente de la FBF, entonces portador de la palabra final.
Ni la dirigencia ni el cuerpo técnico pudieron convencerlo para que Botero volviera a jugar en las eliminatorias concluidas hace poco.
A partir de conocerse la nueva postura del jugador, es probable que el nuevo cuerpo técnico de la “Verde”, encabezado por Eduardo Villegas, decida tomarlo en cuenta o, al menos, conversar con él para que a futuro pueda entrar en una convocatoria.
Las frases
Fue una decisión personal. No tuve ningún problema con nadie, ni con la Federación, ni con el técnico, ni con mis compañeros. Fue personal”
Sánchez fue quien me dio la oportunidad de volver a la Selección. Yo estaba ahí (en Venezuela) medio perdido. La verdad es que estoy agradecido con ‘Platiní’”