Luis Aníbal Torrico Valverde encontró su lugar en la zaga bolivarista, pese a que no era uno de los jugadores que más requirió este año el técnico Gustavo Quinteros en filas de Bolívar.
No jugó en la Copa AeroSur ni en el Apertura. Era pieza de recambio de Augusto Mainguyague y Carlos Tordoya.
Si no estaba El Colorado, el técnico Gustavo Quinteros apelaba a Carlos Tordoya, otro zaguero que ahora juega en el Cobreloa de Chile.
Torrico esperaba con paciencia su lugar. No es de mucho hablar, es un jugador tranquilo que en la cancha se transforma.
Es un jugador frío, que no se amilana, ni siquiera cuando tiene a la barra rival en contra.
En los dos partidos finales del Clausura ante Blooming, no dio brazo a torcer y ayer, en el primer encuentro de la serie Play Off, ante The Strongest, fue uno de los más destacados, porque opacó el trabajo del jugador rival más peligroso, como fue el caso de Pablo Vázquez.
“Fue un partido difícil y complicado, sabíamos que ellos iban a buscar algo más, pero The Strongest nos dio la posibilidad de anotar y no la desaprovechamos, ahí estuvo el desequilibrio”, afirmó el defensor, uno de los más requeridos por su buen trabajo.
Torrico, quien debutó en la Academia cuando tenía tan sólo 18 años, incluso abrió la senda de la victoria de Bolívar ante los atigrados, con un cabezazo sutil a un costado de Gustavo Fernández, tras un centro de Horacio Ortega. “Practicamos en la semana, por suerte se dio, esta vez tuve la suerte de anotar, llegó en el momento justo”, afirmó el zaguero.
Con relación a la labor que cumplió ayer, Torrico dijo que tuvo bastante trabajo, sobre todo por el empuje de Vázquez, un rival fuerte, pero también contó que “a ratos, cuando las cosas se complican, uno no tiene que aflojar y meter la pierna dura para no perder. Gracias a Dios que se dio”.
El defensor camireño, a quien su población sigue a través de las transmisiones televisivas, piensa que si bien se tiene la opción de seguir avanzando, por la buena diferencia de goles, “no tenemos por qué confiarnos, sino intentar redoblar los esfuerzos y avanzar paso a paso. Esta vez no tenemos que confiarnos, porque jugar un segundo torneo internacional sería coronar muy bien la temporada futbolística”.
Metas tiene varias, pero la principal en este momento es consolidarse en filas celestes, luego retornar a la selección nacional y buscar un lugar en el exterior, para asegurar su estabilidad económica.
No jugó en la Copa AeroSur ni en el Apertura. Era pieza de recambio de Augusto Mainguyague y Carlos Tordoya.
Si no estaba El Colorado, el técnico Gustavo Quinteros apelaba a Carlos Tordoya, otro zaguero que ahora juega en el Cobreloa de Chile.
Torrico esperaba con paciencia su lugar. No es de mucho hablar, es un jugador tranquilo que en la cancha se transforma.
Es un jugador frío, que no se amilana, ni siquiera cuando tiene a la barra rival en contra.
En los dos partidos finales del Clausura ante Blooming, no dio brazo a torcer y ayer, en el primer encuentro de la serie Play Off, ante The Strongest, fue uno de los más destacados, porque opacó el trabajo del jugador rival más peligroso, como fue el caso de Pablo Vázquez.
“Fue un partido difícil y complicado, sabíamos que ellos iban a buscar algo más, pero The Strongest nos dio la posibilidad de anotar y no la desaprovechamos, ahí estuvo el desequilibrio”, afirmó el defensor, uno de los más requeridos por su buen trabajo.
Torrico, quien debutó en la Academia cuando tenía tan sólo 18 años, incluso abrió la senda de la victoria de Bolívar ante los atigrados, con un cabezazo sutil a un costado de Gustavo Fernández, tras un centro de Horacio Ortega. “Practicamos en la semana, por suerte se dio, esta vez tuve la suerte de anotar, llegó en el momento justo”, afirmó el zaguero.
Con relación a la labor que cumplió ayer, Torrico dijo que tuvo bastante trabajo, sobre todo por el empuje de Vázquez, un rival fuerte, pero también contó que “a ratos, cuando las cosas se complican, uno no tiene que aflojar y meter la pierna dura para no perder. Gracias a Dios que se dio”.
El defensor camireño, a quien su población sigue a través de las transmisiones televisivas, piensa que si bien se tiene la opción de seguir avanzando, por la buena diferencia de goles, “no tenemos por qué confiarnos, sino intentar redoblar los esfuerzos y avanzar paso a paso. Esta vez no tenemos que confiarnos, porque jugar un segundo torneo internacional sería coronar muy bien la temporada futbolística”.
Metas tiene varias, pero la principal en este momento es consolidarse en filas celestes, luego retornar a la selección nacional y buscar un lugar en el exterior, para asegurar su estabilidad económica.
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