Martín Menacho anunció hace unos días su retiro definitivo de las canchas la próxima temporada (2011). A un año y pico de su retiro, el Loco tiene el orgullo de ser el último goleador boliviano de un torneo de Liga. En 2004 marcó 24 tantos para Real Potosí, que lo convirtieron en el máximo anotador de esa temporada, no obstante de que no jugó los últimos siete partidos porque el Tribunal de Justicia Deportiva de la Liga lo castigó con un año calendario por propinarle un cocacho al juez asistente Johnny Colque durante un partido que el lila jugó con San José en Oruro.
Desde entonces ningún futbolista nacional tuvo ese privilegio. Son cinco años, sin contar la actual temporada, que el cetro de goleador pasó a ser exclusividad de futbolistas nacidos en el exterior: Rubén Aguilera, paraguayo (2005), Alfredo Jara, paraguayo (2006), Juan Maraude, argentino (2007), Álex da Rosa, brasileño naturalizado boliviano (2008), y William Ferreira (2009).
Próximo a cumplir 37 años —el próximo siete de agosto—, Menacho cree que esa situación se origina por la poca confianza que se le brinda al jugador boliviano. Apunta a técnicos y dirigentes (sobre todo a estos últimos) como responsables de la situación, pues considera que a los futbolistas nacionales les sobra capacidad; pero carecen de respaldo, sobre todo en el último tiempo.
El Loco, como le llaman sus amigos, hizo su debut en el fútbol profesional en 1993 con Destroyers, cuando el técnico era Antonio Gicliotti, quien también fue uno de sus formadores. De los actuales 12 clubes ligueros jugó en ocho: The Strongest, Bolívar, La Paz FC, Blooming, Oriente, Guabirá, Real Potosí y Wilstermann, además de Destroyers,en los que marcó 132 tantos de acuerdo con datos extraoficiales.
Los recuerdos vienen a la cabeza. Polémico, pero directo. Así es Menacho.
¿Qué significa ser el último goleador boliviano de un torneo boliviano?
Es el dato que hay, soy el último goleador boliviano de la Liga. Recuerdo bien ese año porque terminé goleador, pero no jugué las últimas siete fechas del torneo porque tuve un problema con un juez de línea. Desde entonces no hay goleadores bolivianos en nuestro fútbol, es medio raro.
Es algo que me pone feliz, pero a la vez me preocupa porque no aparecen jugadores con esas características desde entonces. Aparecieron (Joaquín) Botero, el mismo (José Alfredo) Castillo, Marcelo Martins, pero todos fueron de exportación. Es una pena que no podamos tener goleadores nacidos en el país en nuestro fútbol.
¿Le encuentras alguna explicación? Ahora mismo los clubes tienen más delanteros extranjeros que nacionales.
Quizás porque hay poca confianza con el boliviano, un jugador de acá por ahí necesita un poco más de tiempo, un poco más de paciencia, de espera, tanto de los cuerpos técnicos como de la dirigencia, que prefieren traer gente de afuera. Vienen (los empresarios), muestran un DVD con un jugador que ha hecho goles en su país y esa es la solución supuestamente. En algunos casos dan resultados, en otros no; pero tapan las opciones para que un jugador nacional pueda mostrarse en ese puesto.
¿Falta de confianza o estará faltando capacidad?
Primero la confianza de cada uno, porque es un puesto difícil, en el que hay que marcar goles y a veces que la misma hinchada no tiene paciencia y hace que uno desconfíe de su capacidad.
¿Cómo recuperamos a los goleadores nacionales o que hay que hacer para que aparezcan?
Dar oportunidades y confianza a los jugadores nacionales, porque a veces esas oportunidades se las brindan a los extranjeros, hay veces que vienen extranjeros que no te marcan goles, pero ya se perjudicó a un nacional. Insisto que lo principal son las oportunidades, pero uno también tiene que saberlas aprovechar. En el momento que no haces goles, te empiezan a recriminar, la dirigencia, la hinchada y, como siempre, las soluciones vienen de afuera..
Ese año terminaste con 24 goles, pero pudieron haber sido más ¿por qué no jugaste los últimos siete partidos?
Eso fue el dato más polémico, lo peor que pudo pasarme en un campo deportivo, la agresión al juez de línea. Una reacción que a mucha gente cuando ve las imágenes le causa risa, ahora que lo recuerdo me causa un poco de risa; pero en su momento fue una vergüenza muy grande haber hecho eso, porque lo vio todo el país…
¿Fue un cocacho?
Le di un cocacho.
¿Te acuerdas quién era el asistente?
No recuerdo, fue un juez de línea de apellido Colque, me parece. El señor estaba dejando su carrera arbitral, y la verdad que en su momento sentí mucha vergüenza, mucha impotencia, fue un acto bochornoso.
¿Te arrepentiste luego?
Seguro, después de que pasó el incidente, porque es una milésima de segundos que tienes para reaccionar y yo reaccioné de la peor manera, y después viene el arrepentimiento. Fue muy feo, algo que marcó mi carrera que ha estado rodeada de muchas cosas.
¿Por reacciones así te dicen Loco?
No, viene de antes. Cuando yo jugaba en Libertad de la Asociación cruceña. Un periodista de Santa Cruz me lo puso por la forma de jugar, porque reclamaba mucho. Siempre me caractericé por ser ganador, siempre renegando contra los árbitros, contra los rivales, por eso me tildó de loco. Haciendo honor al apodo es que me han sucedido muchas cosas.
¿Por ejemplo?
Peleas en las canchas con los colegas, los reclamos a los árbitros, pero la agresión ésa es la que está más marcada.
¿También de peleabas con la gente cuando te retirabas del campo?
He estado en todos los clubes y siempre hay gente que opina diferente y uno se molesta. Mi temperamento es de responder, de hacerme escuchar porque hay veces que uno tiene la razón; aunque en muchas otras uno no la tiene. Por eso se me tilda de ser una persona polémica, aunque no sé si ésa es la palabra para definirme; aunque sí he estado involucrado en conflictos.
¿Te acuerdas cuántos goles en tu carrera?
Creo que ya llegué a los 100. Tenía un dato cuando viene a Bolívar (2006), que me pasó un estadista, que estaba alrededor de 90 goles y ahora creo que pasé el centenar. (De acuerdo con datos extraoficiales suma 132).
¿Alguno o algunos que recuerdes en especial?
Recuerdo algunos, de ésos que te marcan. Cuando empecé a jugar en Destroyers llegamos a ser últimos, junto a Stormers de Sucre teníamos todo igual y se tuvo que jugar un partido de definición, el que perdía descendía (1996).
Jugamos en Cochabamba y marqué dos goles a un Stormers plagado de estrellas: Sergio Joao, Mauro Blanco, jugadores de cartel que tenía ese equipo y logramos vencerlos tres a dos después de estar perdiendo dos a cero.
Gracias a dos goles míos pudimos salvarnos, son goles que te marcan porque era el inicio de mi carrera y fueron muy importantes. Tuvieron mucha repercusión en Santa Cruz por lo que significaba salvar a Destroyers del descenso.
¿En tantos años de carrera cuál es el mejor equipo en el que jugaste?
Creo que el Blooming, de 1998 y 1999, marcó historia para el fútbol de Santa Cruz porque hacía mucho tiempo que un equipo no salía campeón; además se formó un gran equipo. El Gato Fernández, Reny Rivera, Lorgio Álvarez, Raúl Justiniano, Rubén Tufiño, Limberg Gutiérrez, Raúl Gutiérrez, Tucho Antelo, era un equipazo.
Fueron de las mejores temporadas, no sólo por ser campeón, en esos años tuve la oportunidad de vestir la casa de la selección. Fue muy lindo vivir eso.
También el Bolívar de 2006, salí campeón. Son etapas que te marcan, como el año redondo que tuve esa vez en Real Potosí, y por el incidente tuve la oportunidad de jugar en el fútbol peruano (Sport Ancash).
¿Quién te convocó por primera vez a la Selección?
Recuerdo que ese año llegó el Bambino (Veira) y éramos como ocho o nueve jugadores de Blooming que siempre estábamos en la selección en esos años.
¿No obstante del buen nivel, tuviste poca presencia en la Selección?
Estuve esos dos años, porque estaba en buen nivel y después no más. En la Selección están los mejores. Me acuerdo cuando era convocado, que tenía a Jaime Moreno, que andaba muy bien, el mismo Botero, que es de mi tanda; el mismo Róger Suárez, que era un jugador que estaba en buen momento, entonces no tenía la posibilidad de jugar partidos más seguidos; además todos sabemos que las decisiones de los técnicos hay que respetarlas y yo las respete siempre.
¿La selección quedará como materia pendiente en tu carrera?
No, estoy tranquilo. Obviamente me hubiera gustado jugar más, pero a la selección llegaron siempre los mejores jugadores que tuvo el fútbol boliviano. El regalo mas grande para cualquier futbolista es ser reconocido, estar entre los más grandes de tu país y eso te lo da la Selección, y yo estoy en esa lista, eso me hace sentirme orgulloso por lo que hice.
Ahora soy un hincha acérrimo de la Selección, como los somos todos los bolivianos. Cuando la Selección juega es el momento en el que nos unimos, ahí ya no somos masistas ni de la oposición, todos nos ponemos la verde y eso es lindo.
Vino por tres meses, lleva dos años
Menacho llegó a The Strongest en 2009. Su permanencia estaba sujeta a su rendimiento. Si en tres meses no convencía debía agarrar sus cosas y marcharse.
Su esfuerzo, además del buen rendimiento —-cuando el técnico era Julio César Torresani— fue su mejor carta de presentación para quedarse.
Llegaste por tres meses a prueba, pero ya llevas dos años.
Sí, son casi dos años, creo que estoy robando… No. Es verdad que vine con ese reto, yo había hablado con don Sergio (Asbún) y viene por ese tiempo. No he tenido la continuidad que esperaba, pero he contado con el apoyo de todos.
Es un plus que he tenido en toda mi carrera, no sé porque; la gente siempre ha sido cariñosa, comprensible conmigo. Creo he sido muy querido por toda la hinchada del fútbol, inclusive por los mismos periodistas, porque soy una persona frontal que digo siempre la verdad.
Me gustan las cosas correctas y eso es lo que me ha marcado; la primera vez que vine a The Strongest (2003) no estaba rindiendo, venía de una lesión, y yo me fui sin cobrarle ni un peso. Me pasó con Blooming en 2003, no estaba rindiendo de la forma que se esperaba y también me fui sin cobrarle ni un boliviano.
¿Crees que por ir siempre de frente eres muy requerido por los medios, sobre todo en momentos complicados?
Creo que sí, ustedes los periodistas y la gente quieren escuchar cosas frontales, claras y como son. Cuando es negro es negro y no hay medio negro, o es blanco o es negro, pero no hay el medio.
Nos has tenido la continuidad esperada, pero siempre que te ha tocado entrar le has aportado al equipo...
Cuando uno no juega o no tiene logros o no eres relevante, es poco lo que se puede rescatar, pero cuando me ha tocado entrar he demostrado que puedo ser un aporte; pero aparte yo siento que soy una persona que ayuda al grupo, desde donde esté, me encantaría jugar, me encantaría ser titular, pero el fútbol es así, tenemos nuestra edad.
Su ficha
Nombre: José Martín Menacho Aguilera
Lugar y fecha de nacimiento: Santa Cruz, 07-08-1973
Padres: Édgar Menacho y María Aguilera.
Esposa: Allison Melgar
Hijo: Bruno, 3 años
Todos sus clubes: Destroyers
(1993-97), Blooming (98-99), Oriente Petrolero (2000), Wilstermann (2001), The Strongest (2002), Blooming (2003), Real Potosí (2004), Sport Ancash (2005), Bolívar (2006), La Paz Fútbol Club (primer semestre de 2007), Guabirá (segundo semestre de 2007 —Copa Simón Bolívar— y 2008), The Strongest (2009-2010).
Títulos: Dos con Blooming (1998 y 1999), uno con Bolívar (2006).
Desde entonces ningún futbolista nacional tuvo ese privilegio. Son cinco años, sin contar la actual temporada, que el cetro de goleador pasó a ser exclusividad de futbolistas nacidos en el exterior: Rubén Aguilera, paraguayo (2005), Alfredo Jara, paraguayo (2006), Juan Maraude, argentino (2007), Álex da Rosa, brasileño naturalizado boliviano (2008), y William Ferreira (2009).
Próximo a cumplir 37 años —el próximo siete de agosto—, Menacho cree que esa situación se origina por la poca confianza que se le brinda al jugador boliviano. Apunta a técnicos y dirigentes (sobre todo a estos últimos) como responsables de la situación, pues considera que a los futbolistas nacionales les sobra capacidad; pero carecen de respaldo, sobre todo en el último tiempo.
El Loco, como le llaman sus amigos, hizo su debut en el fútbol profesional en 1993 con Destroyers, cuando el técnico era Antonio Gicliotti, quien también fue uno de sus formadores. De los actuales 12 clubes ligueros jugó en ocho: The Strongest, Bolívar, La Paz FC, Blooming, Oriente, Guabirá, Real Potosí y Wilstermann, además de Destroyers,en los que marcó 132 tantos de acuerdo con datos extraoficiales.
Los recuerdos vienen a la cabeza. Polémico, pero directo. Así es Menacho.
¿Qué significa ser el último goleador boliviano de un torneo boliviano?
Es el dato que hay, soy el último goleador boliviano de la Liga. Recuerdo bien ese año porque terminé goleador, pero no jugué las últimas siete fechas del torneo porque tuve un problema con un juez de línea. Desde entonces no hay goleadores bolivianos en nuestro fútbol, es medio raro.
Es algo que me pone feliz, pero a la vez me preocupa porque no aparecen jugadores con esas características desde entonces. Aparecieron (Joaquín) Botero, el mismo (José Alfredo) Castillo, Marcelo Martins, pero todos fueron de exportación. Es una pena que no podamos tener goleadores nacidos en el país en nuestro fútbol.
¿Le encuentras alguna explicación? Ahora mismo los clubes tienen más delanteros extranjeros que nacionales.
Quizás porque hay poca confianza con el boliviano, un jugador de acá por ahí necesita un poco más de tiempo, un poco más de paciencia, de espera, tanto de los cuerpos técnicos como de la dirigencia, que prefieren traer gente de afuera. Vienen (los empresarios), muestran un DVD con un jugador que ha hecho goles en su país y esa es la solución supuestamente. En algunos casos dan resultados, en otros no; pero tapan las opciones para que un jugador nacional pueda mostrarse en ese puesto.
¿Falta de confianza o estará faltando capacidad?
Primero la confianza de cada uno, porque es un puesto difícil, en el que hay que marcar goles y a veces que la misma hinchada no tiene paciencia y hace que uno desconfíe de su capacidad.
¿Cómo recuperamos a los goleadores nacionales o que hay que hacer para que aparezcan?
Dar oportunidades y confianza a los jugadores nacionales, porque a veces esas oportunidades se las brindan a los extranjeros, hay veces que vienen extranjeros que no te marcan goles, pero ya se perjudicó a un nacional. Insisto que lo principal son las oportunidades, pero uno también tiene que saberlas aprovechar. En el momento que no haces goles, te empiezan a recriminar, la dirigencia, la hinchada y, como siempre, las soluciones vienen de afuera..
Ese año terminaste con 24 goles, pero pudieron haber sido más ¿por qué no jugaste los últimos siete partidos?
Eso fue el dato más polémico, lo peor que pudo pasarme en un campo deportivo, la agresión al juez de línea. Una reacción que a mucha gente cuando ve las imágenes le causa risa, ahora que lo recuerdo me causa un poco de risa; pero en su momento fue una vergüenza muy grande haber hecho eso, porque lo vio todo el país…
¿Fue un cocacho?
Le di un cocacho.
¿Te acuerdas quién era el asistente?
No recuerdo, fue un juez de línea de apellido Colque, me parece. El señor estaba dejando su carrera arbitral, y la verdad que en su momento sentí mucha vergüenza, mucha impotencia, fue un acto bochornoso.
¿Te arrepentiste luego?
Seguro, después de que pasó el incidente, porque es una milésima de segundos que tienes para reaccionar y yo reaccioné de la peor manera, y después viene el arrepentimiento. Fue muy feo, algo que marcó mi carrera que ha estado rodeada de muchas cosas.
¿Por reacciones así te dicen Loco?
No, viene de antes. Cuando yo jugaba en Libertad de la Asociación cruceña. Un periodista de Santa Cruz me lo puso por la forma de jugar, porque reclamaba mucho. Siempre me caractericé por ser ganador, siempre renegando contra los árbitros, contra los rivales, por eso me tildó de loco. Haciendo honor al apodo es que me han sucedido muchas cosas.
¿Por ejemplo?
Peleas en las canchas con los colegas, los reclamos a los árbitros, pero la agresión ésa es la que está más marcada.
¿También de peleabas con la gente cuando te retirabas del campo?
He estado en todos los clubes y siempre hay gente que opina diferente y uno se molesta. Mi temperamento es de responder, de hacerme escuchar porque hay veces que uno tiene la razón; aunque en muchas otras uno no la tiene. Por eso se me tilda de ser una persona polémica, aunque no sé si ésa es la palabra para definirme; aunque sí he estado involucrado en conflictos.
¿Te acuerdas cuántos goles en tu carrera?
Creo que ya llegué a los 100. Tenía un dato cuando viene a Bolívar (2006), que me pasó un estadista, que estaba alrededor de 90 goles y ahora creo que pasé el centenar. (De acuerdo con datos extraoficiales suma 132).
¿Alguno o algunos que recuerdes en especial?
Recuerdo algunos, de ésos que te marcan. Cuando empecé a jugar en Destroyers llegamos a ser últimos, junto a Stormers de Sucre teníamos todo igual y se tuvo que jugar un partido de definición, el que perdía descendía (1996).
Jugamos en Cochabamba y marqué dos goles a un Stormers plagado de estrellas: Sergio Joao, Mauro Blanco, jugadores de cartel que tenía ese equipo y logramos vencerlos tres a dos después de estar perdiendo dos a cero.
Gracias a dos goles míos pudimos salvarnos, son goles que te marcan porque era el inicio de mi carrera y fueron muy importantes. Tuvieron mucha repercusión en Santa Cruz por lo que significaba salvar a Destroyers del descenso.
¿En tantos años de carrera cuál es el mejor equipo en el que jugaste?
Creo que el Blooming, de 1998 y 1999, marcó historia para el fútbol de Santa Cruz porque hacía mucho tiempo que un equipo no salía campeón; además se formó un gran equipo. El Gato Fernández, Reny Rivera, Lorgio Álvarez, Raúl Justiniano, Rubén Tufiño, Limberg Gutiérrez, Raúl Gutiérrez, Tucho Antelo, era un equipazo.
Fueron de las mejores temporadas, no sólo por ser campeón, en esos años tuve la oportunidad de vestir la casa de la selección. Fue muy lindo vivir eso.
También el Bolívar de 2006, salí campeón. Son etapas que te marcan, como el año redondo que tuve esa vez en Real Potosí, y por el incidente tuve la oportunidad de jugar en el fútbol peruano (Sport Ancash).
¿Quién te convocó por primera vez a la Selección?
Recuerdo que ese año llegó el Bambino (Veira) y éramos como ocho o nueve jugadores de Blooming que siempre estábamos en la selección en esos años.
¿No obstante del buen nivel, tuviste poca presencia en la Selección?
Estuve esos dos años, porque estaba en buen nivel y después no más. En la Selección están los mejores. Me acuerdo cuando era convocado, que tenía a Jaime Moreno, que andaba muy bien, el mismo Botero, que es de mi tanda; el mismo Róger Suárez, que era un jugador que estaba en buen momento, entonces no tenía la posibilidad de jugar partidos más seguidos; además todos sabemos que las decisiones de los técnicos hay que respetarlas y yo las respete siempre.
¿La selección quedará como materia pendiente en tu carrera?
No, estoy tranquilo. Obviamente me hubiera gustado jugar más, pero a la selección llegaron siempre los mejores jugadores que tuvo el fútbol boliviano. El regalo mas grande para cualquier futbolista es ser reconocido, estar entre los más grandes de tu país y eso te lo da la Selección, y yo estoy en esa lista, eso me hace sentirme orgulloso por lo que hice.
Ahora soy un hincha acérrimo de la Selección, como los somos todos los bolivianos. Cuando la Selección juega es el momento en el que nos unimos, ahí ya no somos masistas ni de la oposición, todos nos ponemos la verde y eso es lindo.
Vino por tres meses, lleva dos años
Menacho llegó a The Strongest en 2009. Su permanencia estaba sujeta a su rendimiento. Si en tres meses no convencía debía agarrar sus cosas y marcharse.
Su esfuerzo, además del buen rendimiento —-cuando el técnico era Julio César Torresani— fue su mejor carta de presentación para quedarse.
Llegaste por tres meses a prueba, pero ya llevas dos años.
Sí, son casi dos años, creo que estoy robando… No. Es verdad que vine con ese reto, yo había hablado con don Sergio (Asbún) y viene por ese tiempo. No he tenido la continuidad que esperaba, pero he contado con el apoyo de todos.
Es un plus que he tenido en toda mi carrera, no sé porque; la gente siempre ha sido cariñosa, comprensible conmigo. Creo he sido muy querido por toda la hinchada del fútbol, inclusive por los mismos periodistas, porque soy una persona frontal que digo siempre la verdad.
Me gustan las cosas correctas y eso es lo que me ha marcado; la primera vez que vine a The Strongest (2003) no estaba rindiendo, venía de una lesión, y yo me fui sin cobrarle ni un peso. Me pasó con Blooming en 2003, no estaba rindiendo de la forma que se esperaba y también me fui sin cobrarle ni un boliviano.
¿Crees que por ir siempre de frente eres muy requerido por los medios, sobre todo en momentos complicados?
Creo que sí, ustedes los periodistas y la gente quieren escuchar cosas frontales, claras y como son. Cuando es negro es negro y no hay medio negro, o es blanco o es negro, pero no hay el medio.
Nos has tenido la continuidad esperada, pero siempre que te ha tocado entrar le has aportado al equipo...
Cuando uno no juega o no tiene logros o no eres relevante, es poco lo que se puede rescatar, pero cuando me ha tocado entrar he demostrado que puedo ser un aporte; pero aparte yo siento que soy una persona que ayuda al grupo, desde donde esté, me encantaría jugar, me encantaría ser titular, pero el fútbol es así, tenemos nuestra edad.
Su ficha
Nombre: José Martín Menacho Aguilera
Lugar y fecha de nacimiento: Santa Cruz, 07-08-1973
Padres: Édgar Menacho y María Aguilera.
Esposa: Allison Melgar
Hijo: Bruno, 3 años
Todos sus clubes: Destroyers
(1993-97), Blooming (98-99), Oriente Petrolero (2000), Wilstermann (2001), The Strongest (2002), Blooming (2003), Real Potosí (2004), Sport Ancash (2005), Bolívar (2006), La Paz Fútbol Club (primer semestre de 2007), Guabirá (segundo semestre de 2007 —Copa Simón Bolívar— y 2008), The Strongest (2009-2010).
Títulos: Dos con Blooming (1998 y 1999), uno con Bolívar (2006).
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