lunes, 25 de octubre de 2010

Roberto Perez El ‘cañonero’ ha vuelto Tocó fondo en su vida personal, pero asegura haberse reencaminado


Con un semblante cambiado, de gorra roja, chamarra azul y las manos en los bolsillos, uno de los ‘hijos pródigos’ del fútbol cruceño retornó al estadio Tahuichi. Es Roberto Pérez el que estaba sentado en una de las butacas viendo el partido entre Oriente y Aurora. El ‘cañonero’ reapareció después de más de 10 años y lo hizo para mostrarle a la gente que está de regreso y esta vez mejor acompañado que nunca. Con Dios.
Apoyado en la religión, el ex jugador de Real Santa Cruz, Guabirá, Destroyers, Blooming, Oriente Petrolero, Bolívar y San José intenta recuperar el tiempo perdido tanto con su familia como con sus amigos, y aunque sabe que eso será imposible, apuesta por vivir el presente como hombre de bien, para labrarse un futuro junto a sus seres queridos.
Poseedor de un talento natural como eran sus ‘potentes’ remates, Roberto se caracterizaba también por ser un gran ejecutor de tiros libres. Considerado, junto a Marciano Saldías, como uno de los mejores laterales izquierdos que hubo en el país, el ex jugador divide su vida en tres etapas. La primera cuando empezó a hacer realidad su sueño de jugar al fútbol, pues desde San Ignacio se vino en camión a la capital oriental, donde Real Santa Cruz le abrió los brazos en 1979, aunque cree que en este periodo pagó el derecho de piso, ya que por tres años consecutivos fue suplente, antes de pasar en 1983 a Guabirá, para luego destacarse en Bolívar, Destroyers, Blooming y Oriente, donde terminó su carrera profesional en 1996, ya que no pudo despedirse como quería en Real Santa Cruz por la negativa de la dirigencia de ese entonces.
Durante este periodo integró la selección boliviana, etapa en la que él resalta su llamado al equipo nacional durante la eliminatoria al Mundial 94, bajo el mando de Xabier Azkargorta. Otra persona de la que guarda gratos recuerdos es del entrenador de la academia paceña Jorge Carlos Habegger.
En esta fase como jugador fue acumulando toda clase de amigos y aunque él dice que nadie lo obligó nunca a nada, fue el comienzo de la segunda etapa de su existencia, la considerada la más negra.
A pesar de que su vida ya venía dando tumbos por la indisciplina, desde su etapa como futbolista, al dejar de jugar la situación empeoró, el vicio lo hizo malgastar el dinero que había ganado.
Tan negra era su realidad, que dejó a su familia para aislarse en una casa en el Plan Tres Mil. Nada orgulloso de lo que hizo y con la vista arriba reconoce que anduvo por malos caminos, pero niega haber llegado al extremo de andar por los canales y con una botella de alcohol bajo el brazo.
Con el paso de los años y luego de vivir su vida sin rumbo ni sentido, actualmente, con el apoyo de sus hijos, hermanos y algunos amigos, está poniendo fin al periodo más triste de su vida, desde que le presentaron al que ahora considera su mejor amigo, Dios.
Arrepentido por todo lo que hizo, especialmente por haberse olvidado de sus hijos, que gracias al trabajo de su madre salieron adelante, comenzó a dar los primeros pasos para la tercera etapa de su vida. Ésta comenzó hace dos meses, luego de que lo llevaron a una iglesia evangélica. Desde ese día y por todos sus seres queridos, especialmente de su nieto, se está recuperando y la primera muestra de ello ha sido reconocer su error. Si bien en el Tahuichi fue visto públicamente por muchas personas, unos días antes ya había ido a la Mutual de ex Jugadores a participar de los actos por el Bicentenario de Santa Cruz.
Ahora, con el objetivo de salir adelante, pero con la misión de enseñar sus experiencias como jugador a los nuevos talentos futbolísticos y para aconsejar sobre los riesgos y consecuencias de no ser un profesional por completo, está como entrenador en el club Real Santa Cruz, así como también en la escuela de Fútbol de José Loayza.
“Ahora todos me preguntan cuál fue el mejor gol de mi vida y les puedo decir con seguridad que es el que estoy haciendo hoy”, les dice a sus alumnos y al pastor de la Iglesia a la que acude.

Su perfil

Jugará en la Mutual
Nació en San Ignacio de Velasco, el 17 de abril de 1960. Tiene tres hijos: Eliane (23), Roberto (21) y Nathalia (14). Tras su regreso fue invitado para jugar en la Mutual de ex Jugadores en el equipo Rolando Aguilera. Profesionalmente estuvo ligado a Real Santa Cruz, Guabirá, Bolívar, Destroyers, Blooming, San José y Oriente.

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