Via Diez
“Pasé por momentos duros y eso me enseñó a valorar el dinero”. Así empezó a relatar su historia el defensor de Sport Boys Juan Carlos Zampiery. La mañana de este miércoles, en el estadio Samuel Vaca Jiménez, vio los instrumentos de albañilería al lado de un tanque de riego, que está en construcción, y empezó a recordar sus tiempos en el que era ayudante.
Zampiery, que ahora es uno de los laterales derechos más destacados, empezó a trabajar desde los 12 años junto con su fallecido padre, Claudio Zampiery Velasco. “Desde niño, por la necesidad de mi casa, tuve que ayudar a mi padre trabajando en el chaco en mi pueblo, en la agricultura, después aprendí a ser ayudante de albañil”, relató el futbolista del Toro.
A sus 19 años, cuando su padre falleció, tuvo que dejar su natal Orobayaya (Beni) para buscar mejores días. Además, de ayudante de albañil, se desempeñó en una empresa de fierros. “Era para ayudarle a mi madre y que tengan para comer mis hermanitas menores”, relató a DIEZ el defensor nacional. Juan Carlos es el tercero de ocho hermanos. Los mayores son Roenmer, Gabriel y los últimos Roider, Rosa Inés, María Lidia, Aracely y Nercy.
“De esa manera me busque la vida, hasta que surgí en mi pasión, el fútbol, gracias a Dios”, agregó el futbolista. Zampiery mira desde otros ángulos a las personas que tienen que buscar sus ganancias diarias para mantener a sus familias. A sus 27 años se muestra satisfecho, ya que el camino que tuvo que recorrer le ha dejado muchas enseñanzas. “Gracias a mis padres que me inculcaron a trabajar”, concluyó.
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