El Oso fue uno de los principales gestores del único título que conquistó Bolivia del Campeonato Sudamericano de 1963.
La Verde terminó ese certamen como invicta y con una gran producción de García, quien anotó tres goles en seis partidos.
Uno de sus compañeros del equipo del 63 recordó que él utilizó un par de locotos para intentar sacar ventaja en uno de los partidos del sudamericano.
Según el relato, cuando se jugaba el último partido frente a Brasil el 63, el Oso destrozó locotos con sus manos y durante el partido descontroló a los brasileños porque les ardía algunas partes del cuerpo por “el picante que le puso” en la gran final.
Fue un jugador que tenía un buen dominio de la pelota. Además, tenía llegada sobre el arco rival y también sus remates de media y larga distancia.
García también escribió con letras doradas el tetracampeonato que conquistó con Wilstermann en los años 1957, 1958, 1959 y 1960, con un equipo que hizo “temblar” al rival que tenía en frente.
El “equipo de oro” estaba conformado por: Wálter Zamorano, Wilfredo Villarroel, José Trujillo, Óscar Claure, José Rocabado, Mario Zabalaga, Carlos Trigo, César Sánchez, Máximo Alcócer, Ausberto García, Renán López, Alfredo Soria, Rómulo Cortez, Lucio Hurtado, José Rico, Osvaldo Villarroel y Jesús Herbas.
El Oso también fue campeón con Wilstermann en 1967 cuando logró el título de la primera división.
Participó en varios torneo de la Copa Libertadores de América con destacadas actuaciones del plantel Aviador.
Fue el jugador que dio el primer puntapié de la Libertadores el 19 de abril de 1960 en el mítico estadio Centenario de Montevideo, cuando se enfrentó al Peñarol uruguayo. Este registro lo hizo público la Confederación Sudamericana de Fútbol en la historia de la Copa.
Del equipo campeón de 1963 solo quedan vivos tres cochabambinos Jesús El Pichón Herbas, Renán López y Osvaldo Villarroel.
“Se fue un amigo, compañero y hermano. Él era parte de mi familia. Era una época especial del fútbol cochabambino y nacional como explican los documentos históricos”, declaró Renán López, compañero de equipo del extinto García.
El Oso también fue denominado como el Maestro por la calidad de juego el más técnico, habilidoso, cerebral y no corría mucho. Tenía un toque medido que dejaba al delantero con la pelota frente al portero rival.
García, luego de retirarse como jugador profesional, no pudo dejar las canchas y fue entrenador de varios equipos.
“Mi papá fue entrenador de Wilstermann, Independiente Petrolero de Sucre, Ayacucho Festaco, Municipal y Enrique Happ. Él estuvo siempre dedicado al fútbol y a su querido club Aviador”, declaró el hijo de Ausberto García, durante el velatorio.
Las personas que tuvieron la oportunidad de conocerlo explicaron que era una persona humilde, atenta, cariñosa y, sobre todo, educado con todos.
Los dirigentes del fútbol nacional y el presidente del país hicieron público su tristeza por el fallecimiento de un grande del balompié boliviano.
Entierro
Ausberto será enterrado hoy (15:00) en el Cementerio General. La misa de cuerpo presente será (14:00) en la casa de funerales La Concordia.
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