Con 1,63 metros de estatura, muy pocos darían crédito hace algunos años a la actualidad de Alejandro Chumacero, un jugador que a sus 19 años se ha ganado un lugar de privilegio en The Strongest. A pesar del mal momento del Tigre, eliminado con anticipación de la lucha por los premios del Clausura, la dirigencia lo ha declarado intransferible. Además ha sido convocado a la selección sub 20, donde es uno de los pocos jugadores con experiencia liguera. El ‘Chumita’ habló de su llegada al Tigre, de la difícil adaptación al equipo profesional, de la sub 20 y de sus aspiraciones en la selección mayor.
- ¿Por tu estatura, fue difícil tu adaptación a la primera de The Strongest?
- Seguro que sí, por mi estatura y porque sólo tenía 16 años. Pero en esos momentos mucho depende la actitud que debe tener el jugador, pensando más en las cosas positivas que en las negativas.
- ¿Hubo varios que no confiaban en tus condiciones?
- Sí, y por eso tuve que trabajar tal vez el doble o el triple para poder debutar en la Liga. Gracias a Dios me dieron la oportunidad y no la desaproveché.
- ¿Cómo fue tu primera práctica con el equipo profesional?
- Tuve una invitación cuando tenía 14 años, cuando el técnico era Sergio Óscar Luna. Recuerdo que la práctica fue un sábado y me quedé feliz, porque estuve al lado de jugadores como Sandro Coelho, Luis Héctor Cristaldo y Diego Cabrera.
- ¿Y desde cuándo te quedas definitivamente en la primera?
- Comencé a entrenar con la primera a los 16 años, en 2007, tras una invitación del técnico Óscar Villegas.
- ¿Alguna vez no se te pasó por la cabeza entrenar en Bolívar?
- En un principio sí, pero ingresar a la escuela de fútbol de Bolívar era un poco caro para nosotros, y mi padre, Antonio Chumachero, prefería pagar Bs 30 al mes en el Tigre, que Bs 80 en la academia.
- ¿Y en el Tigre te becaron rápido?
- Sí, y en ese sentido estoy muy agradecido con el presidente de la escuela de fútbol atigrada, don Humberto Rojas. Gracias a él me becaron y seguí entrenando.
- ¿Y en las inferiores, en qué puesto te desempeñabas?
- De enganche y de ahí no bajaba. Es que en esa posición rendía más, pero cuando llegué a la profesional jugué donde los entrenadores me ponían.
- Una vez en la primera, ¿es cierto que enojaste a varios por los túneles que hacías?
- Sí, pero no con los más mayores del grupo, porque siempre hubo respeto con ellos. Eso sí, con el tiempo uno aprende que el caño a nadie le gusta.
- ¿Cuánto tiempo estuviste ganando $us 50 en el Tigre?
- Poco tiempo. Por suerte, luego de mi debut, aumentó a $us 120 y al siguiente año, en 2008, gané un poco más. Después fueron mejorándome mi contrato, pues a pesar de ser uno de los más jóvenes del equipo tenía familia desde mis 15 años.
- ¿Y te daba para vivir?
- Cuando recién firmé no me daba, pero como jugaba para el equipo de la escuela del Tigre, su presidente, Humberto Rojas, me entregaba una cifra similar. Era el único que recibía ese dinero.
- ¿Alguna vez no pensaste en dejarlo?
- Sí, en algunos momentos me daban ganas de trabajar de cualquier cosa, pero por suerte pude seguir adelante.
- ¿Cómo fue tu primer partido liguero?
- Debuté en abril de 2007 en el triunfo por 2-1 contra Universitario. Jugué medio tiempo y anoté el primer gol del Tigre. En esa ocasión, ingresé como lateral derecho y el gol lo marqué luego de un pase de Wálter Flores. Me fue bien, porque luego jugué los cuatro partidos que quedaban de ese torneo.
- ¿Cuál fue el técnico que te dio la continuidad necesaria?
- Fue Sandro Coelho el año pasado cuando estaba acabando el torneo Apertura. Ni bien asumió el mando, cambió el esquema y me dio cabida. Me dijo que confiaba en mis condiciones. En esa ocasión, Coelho, que era jugador, asumió la conducción técnica tras la ida de Julio César Toresani de The Strongest.
- ¿Qué ha cambiado en el Chumachero que debutó con el de ahora?
- Uno va aprendiendo muchas cosas, como el hecho de que ya se vuelve un jugador de 90 minutos y no sólo de 45. Esto te hace tener ritmo. El Chumacero de ahora tiene más orden en la cancha y va con más fuerza a disputar los balones. Voy al choque sin miedo, porque si no trabas fuerte, casi siempre te llevas la peor parte.
- Ahora incluso salís expulsado, como en el triunfo reciente ante La Paz F.C...
- Risas... La verdad que yo no busqué la expulsión, pero qué le vamos a hacer.
- ¿Qué haces cuando un Fabricio Brandao, que mide 1,93 metros, viene a chocar con vos?
- Voy con fuerza, porque no me pongo a pensar en el tamaño.
- ¿Cuál es tu meta que te has trazado de aquí para adelante?
- Este año acabar de la mejor manera, sobre todo con mi familia (se refiere al tema económico). Además, tengo que ganarme un puesto en la selección sub 20.
- ¿Qué pasa con el Tigre, que casi todos los años está armando buenos equipos, pero no logra nada?
- No puedo explicarlo. Uno siempre trata de rendir al máximo, además se ha armado un buen grupo, pero lamentablemente los resultados no se han dado.
- ¿Qué tanto pesa en este aspecto el tema económico?
- Mucho, y seguimos sufriendo aún. Espero que se solucionen esos problemas para no llegar a la Navidad sin dinero.
- Hace poco en Bolívar afirmaron que eras uno de los jugadores a contratar para 2011, ¿te irías al rival de siempre?
- Lo único que puedo decir sobre este tema, es que todo está en manos de la dirigencia. Lo oficial es que tengo contrato con The Strongest hasta 2011.
- ¿Hay otros clubes que te han hablado?
- Del país no, pero sí de afuera, pero mientras no haya la firma no se puede dar nada por hecho.
- A pesar del mal momento del Tigre, sos un jugador intransferible para el fútbol nacional, ¿qué significa para vos?
- Es importante, pero uno también busca un trato económico mejor. Si soy intransferible, debe haber una mejora en mi contrato.
- ¿Éste ha sido tu mejor año?
- A pesar del mal momento del equipo, ésta ha sido mi mejor temporada. Sólo quedé fuera en dos partidos, uno por acumulación de tarjetas amarillas y otro por expulsión. Además hice varios goles.
- Llegas a la Sub 20 como una de las figuras, ¿es una doble responsabilidad para vos?
- Sí. Lo que tengo que hacer es aportar al grupo con la experiencia liguera que tengo.
- ¿Se puede llegar lejos en el Sudamericano de Perú?
- Claro que sí. Hay buenos jugadores y tenemos que llegar al campeonato pensando en positivo para enfrentar a las selecciones que son potencia.
- ¿La sub 20 es una prueba de fuego con miras a tu convocatoria a la selección mayores?
- Seguro que sí, la sub 20 es una prueba de fuego si es que quiero ganarme un lugar en el equipo que disputará la Copa América. Lo siento así y quiero estar en la selección mayor. Ese desafío me motiva.
- Me decías que tu vida cambió en los últimos dos años, ¿Qué provocó ello?
- Asistir a una iglesia evangélica desde comienzos de 2009. Recuerdo que tuve un esguince de tobillo y Percy Colque, compañero de equipo, me invitó a asistir a la iglesia. Desde ese momento me volví creyente, porque la lesión sanó rápido y gracias a Dios pude volver a jugar sin problemas.
- ¿Cuál es tu sueño?
- Salir campeón con The Strongest, equipo del que soy hincha, y ser titular en la selección mayor.
Su perfil
Se formó en The Strongest
Alejandro Chumacero nació hace 19 años en La Paz. En el Tigre lleva 12 años, ocho en las divisiones inferiores y cuatro en el primer equipo. Está casado con la cruceña Joyce Roca Humérez, con quien tiene un hijo, Miguel Alejandro, de tres años. Lleva 10 goles marcados en la Liga, seis de ellos este año. Mide 1,63 metros y se desempeña de volante de marca o de creación. Está entrenando en la selección sub 20, y ya fue convocado para la mayor en octubre de 2009.
Las frases
“Tuve que trabajar el doble o el triple, porque hubo varios que no confiaban en mis condiciones”
“El Chumacero de ahora tiene más orden en la cancha y va con más fuerza a disputar los balones”
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