Un problema de salud en uno de sus hijos hizo que el arquero Sergio Galarza opte por poner fin, momentáneamente, a su carrera como futbolista profesional y decida dedicarse a tiempo completo para estar al lado de su familia y sus niños.
La decisión no fue nada sencilla, pero sí rápida, pues Sergio no tenía cabeza para pensar en la pelota cuando había cosas más importantes que necesitaban de su presencia.
El niño padece de una enfermedad que está siendo tratada en Santiago de Chile, pero necesita completar el tratamiento todo este año en la capital chilena. Ante esta situación, el exarquero de Sport Boys decidió trasladarse con toda su familia.
Cuando ya estaba todo decidido, un grupo de amigos le habló de la posibilidad de que vaya a vivir y a trabajar a Mendoza, ciudad fronteriza con Chile y a cuatro horas por tierra de Santiago y a 40 minutos en avión. Además de que económicamente le resultaba más barato, por el tipo de cambio de la moneda.
Tendrá trabajo
El grupo de amigos son empresarios de varios jugadores, le han ofrecido trabajar en un campo deportivo que tienen en la ciudad, que se llama Cofradía y que sirve para formar nuevos talentos.
Sergio está decidido a mudarse a mediados de febrero a Mendoza y si bien sabe que volver al fútbol profesional es difícil por su edad, no descarta estar de regreso en junio para la nueva temporada
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