Luis Alí Vega nació en La Paz (Bolivia) el 17 de abril del 94. Con 2 años se fue vivir a Argentina, hasta que a los 9 volvió a Bolivia, donde sólo estaría un año. Con 10 llegó a España, a Lleida, donde empezó a jugar en el sub-11 hasta subir a juvenil.
Muchos equipos como el Madrid, Barça, Villareal, Chelsea o Tottenham estaban interesados en él. Este año, y ya nacionalizado, Alí ha fichado por Osasuna y lleva tres meses en División de Honor, la máxima categoría. Con 16 años, es de los más jóvenes del equipo, pero eso no se nota en el campo: desde que llegó, ha jugado tres partidos y ha marcado cuatro goles.
Muchos clubes le querían, ¿por qué se decidió por Osasuna?
Es un club que apostó mucho por mí. Además tiene un buen equipo en Primera y me hacía ilusión.
¿Cómo lleva ser el benjamín?
Al principio es un poco duro, porque llegas, eres el pequeño y te cuesta hacerte con el equipo. Ahora me sacan más y llevo tres partidos completos. Antes me sacaban diez minutos o así. Ahora los juego enteros. Llevo aquí desde el 2 de agosto para la pretemporada, que fue muy dura.
A su corta edad y ya fuera de casa, ¿cómo lo ha afrontado?
Vivo en el Luis Amigó desde que empezó la pretemporada. Al principio era muy difícil, porque no conocía a nadie, y el resto ya llevaba mucho tiempo aquí, porque soy el único fichaje de fuera que está en el Amigó y que juega en el juvenil. Después, la convivencia del día a día me llevó a conocerlos y ahora somos como una familia. Vivimos juntos, vamos al colegio juntos y tenemos un año por compartir.
¿Qué es lo que más añora?
A mi familia, a mi hermano, y a mi madre. Me gusta estar mucho con mi madre, porque siempre ha estado conmigo y todas mis alegrías las he compartido con ella. Y el estar aquí, jugar cada semana, entrenar y llegar a casa y no poder contárselo es muy difícil, pero ya me voy acostumbrando.
¿Cómo compagina las clases con entrenamientos?
Es un tostón, pero va bien. Todos los días vamos al colegio en bus desde la residencia y después, cuando acaban las clases, nos recoge y nos lleva otra vez a Tajonar.
¿Siente presión?
Al principio me costó llegar aquí porque era el más pequeño, y aunque me dijeran los de arriba que iba a llegar todo por su propio peso, fue difícil, porque entrenaba y entrenaba, pero no me salían las cosas como quería, Ahora van saliendo y estoy muy contento.
¿Tiene intención de llegar al primer equipo de Osasuna?
El camino no es fácil para llegar ahí y falta muchísimo, es lo que nos dice el entrenador (José Manuel Mateo). A seguir trabajando día a día, que es lo importante. Y si llega el día, pues estaré encantado. Me gustaría formar parte del equipo, como a mis compañeros. Es el sueño, llegar ahí arriba.
¿Cómo se siente al estar tan cerca de jugadores de Primera?
Muy contento, además aquí el trato es diferente. En Lleida los jugadores estábamos separados, no había la misma relación, y aquí te los encuentras, te saludan y te tratan como a uno más. Es muy bonito sentirte así de querido, aunque no sepan quién eres te tratan como tal, como del club, de la casa.
¿Qué diferencia encuentra entre el Lleida y Osasuna?
Sobre todo en el equipo técnico y los entrenamientos. No es lo mismo entrenar en un equipo más pequeño y de segunda que en un equipo de primera. Mi entrenador es una persona que está siempre recalcando las cosas que cada uno tiene que mejorar en el campo. Valora mucho si lo pillas a la primera o te cuesta más, y quiere sacar el máximo de cada jugador.
¿Cuál es su ilusión para el futuro?
Trabajar para ganar la liga, disfrutar cada semana el tiempo que de el míster y querer ganar siempre.
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