Orozco: Mundialista en 1994 y bicampeón con la Academia

Luis Orozco Abraham se convirtió en un referente del fútbol boliviano, y de Bolívar en particular, por su exitosa labor en su carrera profesional, primero como preparador físico y luego como técnico.

Nacido en Sucre, fue “quemando” diversas etapas en el fútbol hasta llegar al nivel profesional. Orozco había comenzado su labor en el deporte estudiantil en los colegios Copacabana y Hugo Dávila, luego en la Policía Boliviana y en la Liga de Viacha.

Entre 1985 y 1986 incursionó en la AFLP, logró el título de campeón de la Primera B con Independiente Alas, equipo que dependía de la Fuerza Aérea.

Después de ese trajinar, el Club Bolívar —por intermedio del profesor Abdul Aramayo— lo invitó para que se hiciera cargo de la preparación física. “Ahí empezó mi carrera profesional con logros importantes”, recuerda Orozco.

A partir del 15 de octubre de 1986, trabajó en la Academia en la preparación física del primer plantel. “Tuve experiencias inolvidables, salí cuatro veces campeón y tres subcampeón”.

En medio de su carrera en filas bolivaristas, dio otro gran salto para ser parte de la selección boliviana de 1993. Fue el preparador físico del plantel que disputó las eliminatorias y se clasificó al Mundial de Estados Unidos 1994.

“Rompimos todo un ciclo negativo del pasado y concurrimos a esa cita ecuménica inolvidable para nosotros. Fue un logro importante en el que se unió el civismo y la bolivianidad”.

Orozco continuó su carrera en la Verde como asistente técnico de Antonio López. En la Copa América de 1997, en Bolivia, logró el subcampeonato. “Con esos antecedentes realicé cursos de FIFA, siendo habilitado como entrenador desde ese año”, cuenta.

Luego de muchos años en la preparación física de la Academia, asumió de manera titular la conducción del equipo. Consiguió un bicampeonato y dos veces el subcampeonato. “En la Copa Libertadores de América realizamos una buena campaña. Fueron 13 años y ocho meses de una bonita carrera. Fui tres años y medio DT titular, hasta junio de 2000”, rememora.

Por todo lo vivido, guarda un sentimiento de gratitud especial para con Bolívar. Luego dirigió a Blooming (2001), The Strongest (2002); en San José hizo una labor de pretemporada y en 2010 estuvo al mando de Nacional.

“Un profesional debe estar en permanente actualización, capacitación y formación”, dice. Por ello, hoy participa y promueve cursos en ese ámbito.