lunes, 15 de febrero de 2016

A sus 26, Cardozo es otro



Rudy Cardozo ha cambiado, es otro. Dice que ha madurado como persona y ha crecido futbolísticamente. Hasta ahora en Bolívar le está yendo bien este año. Por ejemplo, convirtió goles importantes en el torneo Clausura para su equipo.

Ayer, Cardozo estuvo de cumpleaños. Cumplió 26 (nació el 14 de febrero de 1990, en Tarija). Fue en pleno clásico paceño jugado en el estadio Hernando Siles.

En 2014 fue protagonista de un incidente, una riña en el estadio Hernando Siles en la que se agarró a golpes con el segundo entrenador, Vladimir Soria. Fue lo peor que le pasó.

Ahí cayó en lo futbolístico. Bolívar optó por mandarlo al exterior y apareció el Portuguesa de Brasil. Fue duro para él tener que ir a un fútbol más competitivo y solo, porque su familia no podía acompañarlo. Parecía un castigo por lo que había ocurrido antes.

“Yo creo que en la vida uno se equivoca (en alusión a lo sucedido con Soria), comete errores, pero fue muy duro para mí salir de Bolívar ese tiempo, me sentía triste por lo sucedido, se presentó la opción del Portuguesa de Brasil y me tuve que ir a un club donde jugué un campeonato bastante difícil y aparte tuve que estar alejado de mi familia, estuve solo y la verdad es que en ese tiempo tenía a mi hijo delicado de salud, por tanto mi esposa y mi pequeño no podían viajar, así que tuve que afrontar esa situación porque así es el fútbol, donde uno tiene que cumplir con sus obligaciones”.

Tomó esa parte de su carrera como una lección de vida que le ayudó a crecer y cambiar.

“Sin duda alguna, estar alejado de tus seres queridos lo sientes día a día, aprendí mucho como jugador y como profesional; para mí fue una linda experiencia estar allá, en Brasil; fue algo único, pude enfrentar a grandes jugadores y a grandes equipos, y ello sin duda es provechoso porque logré mejorar bastante mi nivel. En un semestre jugué la mitad de los partidos, aunque al principio fue difícil adaptarse, pero uno tiene que habituarse para buscar jugar y felizmente lo hice”.

En la cancha se nota que ha cambiado. El técnico, el argentino Ruben Insua, parece medir cuándo es mejor poner a Cardozo. Y le ha dado resultados con, por ejemplo, dos goles importantes, uno para la victoria sobre Oriente y otro para el empate con Wilstermann.

“Fue una linda experiencia jugar afuera y aquello me ayudó a madurar, a crecer como persona, ya que estar lejos a uno lo hace reflexionar. Uno aprende mucho en todo sentido, desde lo profesional, lo disciplinario, la táctica, la forma de cuidarse y lo que asimilé creo que permitió que se me abriese incluso las puertas de la selección nacional, ya que el técnico Julio César Baldivieso me dio esa confianza y esa oportunidad de volver. Creo que lo sucedido en ese momento, cuando también estuve parado un par de meses, ahora dio sus frutos y considero que estoy bien. Pero hay que seguir creciendo, porque el fútbol no solo es presente sino uno debe aprender y mejorar día a día para buscar un futuro mejor”.

Jugar y consolidarse afuera es su nueva meta

Aunque ya actuó en clubes del exterior (Ironi Ramat de Israel y Portuguesa de Brasil), su nueva meta es jugar de nuevo en otro país; pero a diferencia de lo ocurrido hasta ahora, la idea es consolidarse afuera.

“El deseo de todo jugador es jugar afuera y la verdad es que disputar la Copa Libertadores de América ante planteles como Boca Juniors, Racing o Deportivo Cali será una gran vitrina para mostrarme individualmente, aunque siempre aportando al grupo. Uno sabe que hay empresarios que le están observando y hay que tratar de rendir al máximo”.

En todo caso, como “lo primero es lo primero”, con Bolívar quiere afrontar una buena temporada tanto en la Liga como en la Libertadores. “Jugar dos torneos a la vez no es muy fácil, es un gran desafío pero también una motivación adicional. Sin descuidar el Clausura, en la Copa tenemos que hacernos fuertes en casa y luego buscar puntos como visitantes para pasar a una siguiente ronda. Queremos hacer otra vez historia y hay que ir paso a paso para lograrlo”.

Como tampoco deja de lado a la selección nacional, que este año disputará la Copa América Centenario y las eliminatorias para Rusia 2018. “Ojalá que pueda estar, se viene algo duro, por ejemplo ante Colombia y Argentina, y quiero ayudar”.

El matrimonio le ayudó bastante

Rudy Cardozo está casado con Karen Daniela Canales. Tienen un hijo, Rudy Adriano, de un año y cuatro meses. El matrimonio también lo ha cambiado.

“Me ayudó a madurar en todo sentido, ya que uno tiene que ser más responsable y en mi caso eso ha pasado, todo por atender a la familia. Mi esposa siempre está pendiente y tengo su apoyo, eso es lo que me hace mucho más feliz”.

El matrimonio le ayudó bastante, sobre todo para superar la soledad familiar en la que antes de ello vivía.

“La verdad es que mis seres queridos están lejos desde hace años: mi mamá Zulma Fernández vive en España. Mi papá Ramiro está en Tarija, él jugó en Ciclón y también formó parte de la selección de fútbol de salón que participó en un Mundial de Brasil, así que me apoyó bastante; sin embargo, tengo más contacto con mi mamá que siempre está pendiente”.

Cardozo vive ahora más tranquilo, apegado a su esposa e hijo y a su trabajo en Bolívar.

Cuenta que admira a Lionel Messi y también a Cristiano Ronaldo, dos astros del fútbol mundial. “Uno se deleita cuando los ve jugar”.

Confiesa que siempre tuvo “inclinación por querer estudiar psicología, me hubiese encantado seguir esa carrera. Sin embargo, el destino a uno le marca lo que debe hacer y lo mío es el fútbol”.


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