Sergio Apaza: ‘Donde vamos corremos el riesgo’

El experimentado entrenador dirigió a Universitario de Pando en sustitución de Miguel Mercado. Tampoco le fue bien y acordó con la directiva rescindir el contrato.

— ¿No arriesgó demasiado su imagen y su trayectoria al hacerse cargo de un equipo a mitad de torneo y complicado en la tabla?

— Claro que sí, uno arriesga, pero es que siempre estoy a contracorriente. Muchas amistades me dijeron que cómo iba a tomar un equipo que está abajo en la tabla de posiciones, pero decidí aceptar la invitación.

— ¿Y fue lo que esperaba?

— Cuando asumí me pregunté cómo se me había ocurrido venir a Cobija, pero recordé que cuando fui a Oruro me dijeron que de San José me iban a botar en dos partidos, porque no tenía la experiencia para dirigir un equipo de esas características. Soy muy rebelde en estos casos, cuando me dicen es cuando más insisto, es porque siempre me gustó asumir este tipo de retos por muy difíciles que sean. Y es que entiendo que junto con mi cuerpo técnico estamos capacitados para asumir.

— Pero no le fue bien…

— Estos retos y nuestros resultados mencionan que Oriente nos ganó 1-0 en los minutos finales, Wilstermann nos superó por 2-1 en los últimos diez minutos, fuimos a Potosí y perdimos ante Nacional en los minutos adicionales en un sitio que es una plaza complicada para un equipo del llano; fuimos a Oruro y perdimos 2-1 contra San José, y lo que pasó con The Strongest fue que después de ir ganando y dominando nos caímos. Es así, donde vamos corremos el riesgo, pero siempre dejamos cosas positivas porque efectuamos un trabajo honesto, un trabajo agresivo en lo futbolístico para que el plantel sea competitivo.

— ¿No es desgastarse dirigir de esta manera?

— Si bien pasó esto, cuando algún club requiere un entrenador siempre nuestro nombre está en la mesa, porque los dirigentes se acuerdan de que hubo un cuerpo técnico profesional que trabajó honestamente. Nosotros sentimos que el curriculum se lo arma en el fútbol día a día, cuando pasa una fecha queda en blanco y hay que seguir trabajando, capacitándose. No salieron las cosas, pero estamos tranquilos porque acá mismo los jugadores están realizando una romería al hotel donde estuvimos para despedirse y agradecer las cosas que les inculcamos. Creo que soy el técnico que más jugadores hizo debutar en la Liga, aunque se dice que alabanza en boca propia es vituperio.

— ¿Como quiénes?

— Pareciera que no reconocen nuestro trabajo y, sin embargo, ahí está, a la vista. Cuando vimos la selección nos encontramos en la nómina con Miguel Hurtado, Alejandro Meleán, Juan Carlos Zampiery, Augusto Andaveris. Hicimos debutar a Meleán y Zampiery, y a Hurtado y Andaveris también les inculcamos en aquel proceso de La Paz Fútbol Club. Cuando vamos a un equipo siempre dejamos herramientas para que los futbolistas sigan creciendo. Entonces, más allá de la crítica está eso. Lo del elogio entiendo que cuando ganas aparece, pero es hipócrita.

— ¿Es difícil dirigir un equipo recién ascendido y que uno no lo ha armado?

— Es complicado cuando se asciende armar un equipo nuevo, aquello conlleva al 80% del éxito. Si conformas mal un plantel es seguro que va a fracasar, pero si se lo arma bien tendrá mayores posibilidades de lograr objetivos. Lo que se ha hecho en Universitario de Pando por ejemplo es ratificar todo el plantel que ascendió a la Liga, ello es una actitud ponderable en Miguel Mercado, pero en el fútbol ese tipo de actitudes siempre pasan factura. Fíjense que en 1978 salió campeón del mundo Argentina, y a César Luis Menotti se le ocurrió la misma idea de ratificar aquel plantel para el Mundial de 1982, y fue eliminado en primera fase. Y a todos los equipos que hacen eso, un poco por gratitud no les va bien. Acá pasó lo mismo, solo se consiguieron tres jugadores diferentes que tienen pasado en la Liga, es decir experiencia, y con ello no alcanza. Hay chicos que son diamante en bruto pero necesitan tener cuarenta o cincuenta partidos para poder consolidarse. Nosotros llegamos y les hemos dado una estructura de juego, una identidad.

— ¿Qué rescata de lo que fue esta nueva experiencia en el ámbito de la Liga?

— Fundamentalmente lo que rescato es el reconocimiento, que es unánime en todo el país. Nosotros nos sentimos tranquilos y reconfortados porque no solamente trabajamos en el eje central sino llegamos a varios rincones del país, y nuevamente descubrimos jugadores que son diamantes en bruto para la práctica del fútbol y que hay que pulirlos. Por ejemplo, de la ‘U’ hay tres chicos que fueron convocados a la selección Sub-20, y es que en este equipo hay jugadores de 16, 17 y 18 años que tranquilamente pueden jugar en el primer equipo.