La incorporación a la Ley General del Trabajo de los futbolistas con la nueva Ley del Deporte trae varias implicaciones, que deberán ser reglamentadas en 90 días, tiempo que tienen los clubes y el Ministerio de Deportes para regular la misma en las mesas de trabajo.
Actualmente la relación entre clubes y futbolistas se rige mediante un contrato único, que es lo que manda la norma FIFA. Con el cambio, y si la ley no lo reglamenta, los jugadores firmarán un contrato como cualquier trabajador boliviano, es decir que en caso de ser despedidos recibirán tres sueldos de beneficio y no los salarios por la cantidad de meses que les quedan del acuerdo como manda la FIFA.
A ello se suma la cancelación de doble aguinaldo. Otro punto es que los futbolistas serán asegurados en una caja pública y no privada, como hacen los clubes actualmente.
El tema del Tribunal de Resolución y Disputas (TRD) también entra a la polémica. Este organismo resuelve las disputas entre clubes y jugadores, pero desaparece con la Ley del Deporte, que cuenta con otros tribunales para resolver este tipo de inconvenientes. Aquí se viene otro conflicto con juzgados paralelos a los que toma en cuenta la norma FIFA, y por ello debe ser adecuado.
También debe aclararse los contratos indefinidos que figuran en la legislación laboral nacional, pero que en el fútbol es imposible aplicar. El jugador firma un compromiso con tiempo de inicio y culminación del mismo.
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