Francisco Takeo fue de los jugadores más talentosos que dio el fútbol boliviano. Como muchos, surgió de la Academia Tahuichi Aguilera. Debutó profesionalmente en 1983 jugando para Bolívar, club con el que fue cuatro veces campeón de la Liga. Se retiró en 2000 en Oriente Petrolero.
Jugó también en otros clubes del país, en el Táchira de Venezuela, el Seino de la segunda división de Japón y en la selección nacional.
Continúa ligado al fútbol, pero ahora desde la dirección técnica. El jueves 3, dirigiendo a Oriente, conquistó el título del torneo de Promoción y Reservas de la Liga.
— ¿Se acuerda de cómo llegó al fútbol?
— Me inicié de niño, tenía alrededor de 12 años, en la Academia Tahuichi, donde permanecí hasta 1983, cuando pasé a Bolívar, en el que estuve seis años y conseguí cuatro títulos nacionales; después Destroyers, Oriente Petrolero, Real Santa Cruz, también jugué en Wilstermann, Independiente de Sucre, y luego fui al Táchira de Venezuela en 1999. Al exterior me llevó el finado (Wálter) Cata Roque, salimos campeones y jugamos una pre Libertadores contra el América y el Atlas de México. Fui titular en todo el campeonato. Ese año, me acuerdo, Cata nos llevó como refuerzos a (Gustavo) Romanello y a mí. Fui el primer jugador boliviano que actuó en Venezuela.
— ¿Recuerda de manera especial a alguna selección?
— Estuve en todas las selecciones de menores a nivel juvenil y jugué varios torneos sudamericanos. Después, con la selección mayor participé en la Copa América de 1989 en Brasil, también en las eliminatorias para el Mundial Italia 1990. Cuando recién llegó (Xabier) Azkargorta estuve en la selección que fue a India y Centroamérica.
— ¿De todo, fue Bolívar el que marcó su carrera?
— Bolívar fue el club que me abrió las puertas para el profesionalismo, llegué de Tahuichi cuando tenía 18 años y gané cuatro campeonatos.
— ¿Cuántas Copa Libertadores habrá jugado?
— Alrededor de unas siete u ocho, porque además de Bolívar también jugué con Oriente. Me acuerdo que jugamos contra Boca y River, al que dejamos afuera. También con Wilstermann.
— ¿Y después se retiró?
— Oriente fue mi último club en el país, pero me fui a Japón a un club de segunda división, jugué un año y me quedé a vivir nueve con mi familia.
— En esos nueve años, ¿qué hizo de su vida?
— Trabajaba en una empresa y también hice cursos para director técnico.
— ¿No tuvo problemas con el idioma?
— Yo soy descendiente de japonés, pero me costó mucho. Por necesidad y por surgir tuve que aprender.
— ¿Y por qué volvió?
— Volví al país en 2009 y lo primero fue a hacer cursos, después ingresé a la Universidad del Fútbol en Santa Cruz e integré la primera camada de técnicos profesionales. Luego de recibir el título me vinculé a la Tahuichi como técnico, dirigí a todas las categorías desde la Sub-13, dirigí en la “B” y en la “A” de Santa Cruz. Estuve en todo ese proceso.
— ¿Cómo llegó a Oriente, club con el que ganó el torneo de Reservas?
— Hace cuatro o cinco meses, después de siete años en Tahuichi, agarré un equipo que estaba mal, pero teníamos buen material humano e hicimos buen trabajo y conseguimos el título tras ganarle a The Strongest.
— ¿Cómo ve al fútbol boliviano actual con relación a su época de jugador?
— Deportivamente en mi época el fútbol era más vistoso, más lujoso, habíamos jugadores más técnicos, ahora siento que es más físico, más de marca. Antes se veía mejor fútbol. Ya no existen jugadores como los Chichi Romero, los Carlos López y otros.
Takeo con la casaca de Bolívar, equipo que defendió en la década de los 80. Foto: Archivo
— Usted era uno de esos técnicos, no obstante que era un jugador bajito...
— Soy de la época de esos jugadores que ya no existen en el fútbol boliviano ni en el internacional, de los viejos “10”. Son muy pocos los equipos que juegan con un enganche, como jugábamos antes.
— A nivel dirigencial, ¿cómo ve a nuestro fútbol?
— La verdad es que no ha cambiado mucho porque los mismos dirigentes de entonces siguen. Tiene que haber un recambio dirigencial, porque somos el único país en Sudamérica que en vez de progresar se ha estancado.
Lastimosamente pasó mucho tiempo antes de que se destape la olla, por eso es que estamos como estamos; además no se les da mucha importancia a las divisiones inferiores, hay que trabajar desde abajo y hacer procesos que duren.
— ¿Y cómo ve el trabajo que realiza Mauricio Soria con la selección?
— Está trabajando bien, ha conseguido algunos buenos resultados. De a poco está renovando la selección, no tiene que ser de golpe, debe ser un proceso y lo está demostrando; pero lo tenemos que dejar trabajar y apoyarlo.
— ¿Usted dirigirá alguna vez en primera división?
— Es mi objetivo, consagrarme como técnico, me siento capaz de hacerlo. He estudiado para eso y sigo aprendiendo. Y en algún momento por qué no llegar a la selección boliviana.
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