Danny Bejarano vive en Grecia hace cuatro años. Hasta antes del receso del torneo griego, que se paralizó desde el 1 de marzo y no se reanudó por la pandemia, el mediocampista cruceño jugó siempre de titular en su equipo, Lamia FC, y producto de su buen rendimiento mantiene contacto permanente con César Farías, entrenador de la selección nacional, quien lo quiere en la Verde.
El exOriente Petrolero, Sport Boys y Bolívar la pasa bien en el país de las grandes mitología de la historia de la humanidad. Está casado con una griega y desde hace cuatro meses es papá de un hermoso bebé. Ya echó raíces y sin ningún resquemor se animó a decir que le gustaría quedarse a vivir con su familia para siempre en ese país europeo.
“Vivo en una ciudad pequeña (Lamia) de aproximadamente 100 mil habitantes. Está a dos horas de Atenas (la capital) y de otras ciudades importantes. Todo está a mano. Estoy cómodo con mi familia y desde luego que me gustaría quedarme a vivir”, confesó cuando conversó con DIEZ.
De esto último no hay duda, más allá de la dura etapa que afronta el mundo por la pandemia, que le obliga a estar mucho tiempo en casa y cumpliendo con un particular sistema de entrenamiento para no perder estado físico.
“Es duro estar todo el tiempo encerrado, pero pese a que hay flexibilidad en este país para salir, la prevención fue importante para que no haya mucha gente contagiada. Con mi familia estamos bien gracias a Dios”, dijo Bejarano, que día por medio entrena en grupo de a tres con compañeros de su equipo en parques cercanos y los otros días lo hace en su casa, acatando planes de entrenamientos, que el cuerpo técnico lo maneja utilizando aplicaciones virtuales.
“No es lo mismo que hacerlo con toda la plantilla y en cancha, pero lo importante es no perder el estado físico”, sostuvo el joven volante de 26 años y cuyo equipo, Lamia FC, por siete puntos no pudo clasificar a la fase en la que se lucha por cupos europeos.
“Vamos a jugar los play out, pero este miércoles sabremos si lo jugamos o el campeonato se da por concluido”, contó Bejarano, quien dice sentirse cómodo en el fútbol griego, que se caracteriza por jugarse fuerte y con una buena dinámica.
Volver a jugar a Bolivia no está en sus planes por ahora, pues sostiene que está disfrutando de un gran momento en su carrera. “Me costó llegar acá y estoy muy bien. Siento que he mejorado en lo técnico y en lo táctico. En cada entrenamiento se disputa la titularidad porque ante un bajón hay cuatro jugadores en mi puesto que están en la misma lucha”, confesó.
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