El Bomba menor, Limberg Junior -futbolista como su padre-, alegró a la familia con la llegada de Elian, “una bendición especialmente para mí”, dice el exmediocampista.
Los Gutiérrez se han dedicado al fútbol de manera profesional. Limberg Junior decidió seguir la estela de su progenitor, también estuvo en Bolívar, aunque ahora está libre. Quién sabe que algún día Elian atesore esa profesión en los terrenos de juego.
“Sí, llegó el tercer bombita, esperemos que le guste la pelota, pero ahora lo importante es que se encuentra sanito. Estamos abocados a cuidarlo y a estar pendientes de él con esta situación de salubridad, Dios no los mandó sanito y ahora solo cuidarlo porque vivimos una etapa muy difícil en Bolivia y el mundo”.
Limberg Gutiérrez se retiró del fútbol hace no mucho tiempo, luego de una exitosa carrera. Sus remates llevaban verdaderas bombas a los arcos contarios. Hoy son recuerdos imborrables.
“Vivo solo, el aislamiento no me permite salir mucho, entonces me dedico a cocinar, limpiar, leer, ver televisión y estar constantemente conectado a través del WhatsApp hablando con los flamantes papás para saber cómo se encuentra el nieto”.
Aún no conoce a su nieto
Aún no lo conoció personalmente, “solo a través de las fotos, así que espero con ansiedad verlo. A pesar que ellos viven a pocas cuadras de aquí, no los puedo ir a visitar porque hay que cumplir con las medidas impuestas para precautelar nuestra salud también, todos tenemos que cuidarnos de la pandemia».
El Bomba hace un espacio para recordar lo que fue como futbolista. Se inició en Universidad de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), pasó a Blooming, donde se mostró en el fútbol profesional debutando a los 16 años. “Incluso a esa edad me convocaron a la selección nacional”. Con el tiempo aterrizó en Bolívar, donde destacó y dejó huella. Fue subcampeón de la Copa Sudamericana de 2004.
“Mira, cuando me hablan de mi carrera me dan ganas de volver a jugar al fútbol. Recuerdo con nostalgia mi paso por el profesionalismo, cuando salgo a la calle los amigos me recuerdan eso y soy un agradecido con Dios porque me dio la posibilidad de jugar”.
Fue un talentoso. “Incluso llegué a la selección. Primero dejé el fútbol en 2012 porque en ese tiempo no quería volver a jugar en la altura, pues tenía la posibilidad de ir a Real Potosí o San José; preferí quedarme sin jugar dos años. Volví en 2014 con Álvaro Peña, de todas maneras fui a San José, pero solo estuve dos meses. De vuelta en Santa Cruz, fiché para Sport Boys. Finalmente me despedí en Blooming, porque llegó Mauricio Soria como DT y no me tomó en cuenta. En 2016 deje el fútbol definitivamente”.
Celeste
Su apego a las camisetas celestes es innegable, sobre todo del equipo paceño. “Bolívar, junto con Blooming, fueron los clubes donde pasé lindos momentos. En Bolívar salí subcampeón de la Copa Sudamericana, formamos un buen equipo, y donde voy ahora los hinchas celestes me recuerdan. Me ayudó mucho a mejorar mi nivel, soy un agradecido con la gente del celeste paceño que incluso me entregó reconocimientos importantes. Pasé lindas temporadas entre 2003 y 2006”.
Limberg Gutiérrez nació en Santa Cruz, el 19 de noviembre del 1977. Hoy sigue jugando con sus amigos en torneos de los barrios: “Sigue El
Bomba convirtiendo los mismos goles, también en la mutual, sigue intacta la potencia y la calidad”.
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